capítulo: 15

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¿pueden creer que me compró toda la ropa?.. todo es innecesario para decir verdad. Nunca me pondré toda esa ropa, la cara de mi madre fue de puro poema cuando me vio con todas las bolsas, no quiero recordar mucho de anoche. Busco entre todas las ropas para ver si encuentro algo decente que ponerme. En esa veo mi madre entra a mi cuarto.

-¿vas a salir hoy?.

- no, no estoy segura.

-ok, voy a salir está noche, puede que Joaquín se quede, pero lo dudo mucho.- prosigue.- de seguro estará en casa de su novia hoy.

-¿a dónde irás?.

-Manuel quiere llevarme a conocer una cabaña, está un poquito lejos de aquí,  por eso te aviso.

-¿hay comida en la nevera?.- ella sonríe.

-¿quieres que vayamos juntas a hacer la compra de la casa?.

-sí. - lo pienso bien, le quitaría el tiempo.- si me das el dinero o la tarjeta yo la hago.

-¿segura?.- asiento.

Me pasa dinero en efectivo y una tarjeta dorada, de seguro es de Manuel.. al menos tiene dinero el blanquito. Me mira antes de irse.

- el dinero en efectivo es tuyo, puede que mañana ya estamos ahí.

-¿entonces hago la compra con la tarjeta?.- ella me asiente para luego irse.

Me quedo mirando mientras ellos se suben al auto, Joaquín está a mi lado. Mi madre me dice adiós con las manos, entro a la casa sin decir nada, no pretendo hablar con este estúpido.

- lo siento.-me río en mi adentros y sigo caminando.- no debo meterme contigo, con tu cuerpo, yo no soy quien para hacerlo.

-que bueno que lo sabes.- el parase perro arrepentido.

- no lo haré más, de verdad.. esa no era mi intención.- subo las escala sin mirarlo y sin prestarle atención.

Sólo Dios sabe como me sentí ese día, no entiendo la forma que tienen algunas personas de reclamar o expresarse, simplemente tiran a hacer daño, a herir sin compasión. No piensan sus actitudes, y luego quieren venir arrepentidos a disculparse. Como si no hubiesen rompido un plato, cuando en realidad han destruido media vida.

Miro la venta y no lo siento, de seguro está trabajando con su padre. Según el en vacaciones a veces toma el trabajo de su padre. Ahora recuerdo que el se llevó mi móvil, Ojalá vuelva con un número nuevo. Es como si mi mente lo hubiese llamado ya que escucho el timbre y veo el auto parqueado en frente de mi casa, es el.

-¡Hola!.- lo saludo abriendo la puerta.

-hola, peppa.- me dice.- tengo dos cosas por decirte, pero se calla cuando ve a Joaquín salir de la ficha.

-hola, Gabriel.- el asiente en forma de saludo y yo lo guío a mi habitación.

-¿qué tienes que decirme?-. Pone su cara graciosa.

-una es que tengo tu celular ya bien.- respira con dramatismo.- la otra es que Luis quiere salir contigo a solas.- en la forma que lo dice es totalmente de dramatismo.

-¡¿en serio?!, ¿ya está bien?.. ¿lo podré usar?.- su cara estupefacta se posa.

-te estoy diciendo que el quiere salir contigo.. Y ¿tu piensas en tu móvil?.

-¿qué se supone que haga?, ¿lo violo o que?.

- no lo sé,  el me pidió tu número y se lo di.- lo fulmino.

-bien, gracias por lo del celular.

-¿por qué no te pusiste unos de los atuendos?.

-tengo calor.

-te podrás uno para tu primera cita con Luis,  no te puedes  negar.- asiento.- te veo en un rato, estoy haciendo algunas cosas.

No dice más y se va. Enciendo el móvil y veo un mensaje en WhatsApp.. es de Luis, incluso le puso el nombre, pero que fresco el niño. Reviso lo que dice.

[¡Hola!. ]

[Hola..] le respondo.

[¿cómo estás?]

[Muy bien gracias, y tú? ]

[Todo perfecto, quería invitarte a ver unos cuadros a mi salón]

[Ok.. ¿cuándo?]

[Está noche si quieres]

[Ok]

[¿paso por ti a las 7:30?]

[Claro,  aquí te espero.]

No hablamos más cuando ya estoy buscando ropa que ponerme, tiro toda la ropa que Gabriel me compró. Llamo a Gabriel, cosa que veo su número guardado con un nombre "el muñeco" lo cambio por " el púlpito " el teléfono suena pero el no contesta así que decido escribirle.

[Te necesito]

[¿te pasa algo?] Me contesta de inmediato.

[Luis me viene a buscar a las 7]

[¿entonces?]

[¿qué me pongo?]

[Ya casi termino de lo que estoy haciendo, te veo en 30 minutos.]

[Ok.]

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Después de los reverendo 30 minutos ya el está buscando entre la ropa. Me elige un pantalón apretado, una blusa media corta y unos zapatos verdaderamente hermosos. Cosa que yo no me pondría nunca en la vida. Me niego.

- te lo vas a poner si o sí.- lo piensa.- créeme que está ropa te hará ver menos gorda que eso que usas siempre.

- me haré una coleta.- suspiro nerviosa.

- no, te dejaras el pelo suelto.

-pero..- me interrumpe.

-pero nada.- lo dice como mi madre.

Ya cuando estoy lista me miro en el espejo y no veo como la yo de siempre, me veo totalmente diferente, una chica que se siente bien consigo misma, cosa que no es casi. Lo veo entrar y se fija en mi de arriba a bajo. ¿soy yo o sus ojos brillan?.. su cara de ternura se muestra ante mí.

-te ves preciosa.- los kilos demás se notan, mi piel se ve. No me siento bien vestida así.

-no me siento cómoda.- confieso.

-Eres demasiado hermosa como para decirte eso, cambiaría a bisexual por ti. - declara.- así que deja de pensar en eso y disfruta la noche ¿vale?.

Escucho el auto a fuera y es Luis, Gabriel tiene la típica cara de orgulloso. Los veo saludarse de forma tranquila mientras que yo me siento con los pelos de punta. ¿cómo no estarlo?.. es mi primera vez saliendo así con un chico, me siento feliz y nerviosa, esto será una nueva experiencia para mí,  espero que sea de bien, espero que todo salga bien. Pienso en esto mientras veo a Gabriel mirar desde lejos el auto

curvas ©Where stories live. Discover now