capítulo: 18

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No entiendo por que me puse nerviosa al despertarme con Gabriel, o sea el es gay, ¿que malo tiene?.. de seguro es por que a pesar de todo el sigue siendo un hombre y yo una mujer, creo que debería intentar irme un poco más tranquila con el, pero el echo de que sea guapo lo hace intenso todo, el y su cuerpo, por que no puedo negar que tiene un cuerpo de infarto y que su cara es de adonis,  su perfil es la cosa más deseada de toda mujer, pero pasa algo, el es gay.

Es un desperdicio para tremendo hombre, pero como no aceptarlo. El es un amor de persona, ahora entiendo por que todo el mundo lo quiere, a pesar de tener suficiente dinero el y su familia, a pesar de ser de alta sociedad a el no se le quita lo humilde y es eso lo que me encanta de el. Es una persona tranquila y de lejos se nota que le encanta ayudar.

Llevo horas en esto de bañarme, sólo veo caer el agua súper
fría. En esto parezco una niña total, me encanta jugar con el agua, incluso me gustan los patitos para meterlos en la tina. Me cabello se encuentra lleno de espuma y no sé por qué pero algo me dice que me vista acorde a la ocasión,  no hace frío pero tampoco calor, es más una temperatura de lluvia.

Elijo una de las ropas que Gabriel me compró y me la pongo, está vez me hago una coleta pero rizo mi cabello de atrás,  echo perfume en todo mi cuerpo y decido bajar. Mi madre me mira de una forma única, como si está fuera la única vez que me haya visto vestida de esta forma. Su sonrisa se asoma y es increíble verla así,  me hace tan bien verla contenta, feliz. Ella es uno de los motivos por la que he seguido luchando y seguiré haciéndolo, siento que estoy lista para soltar mi pasado y seguir adelante, de contar. Mi historia y siento que el indicado para saberlo es Gabriel, lo haré así como el me contó su triste historia, apenas conociéndome.

-estas hermosa.- me dice.

-gracias.- no tengo más que decir, es más. Me pone nerviosa estar de esta forma en frente de ella.

-¿hay algún motivo para que estas vestida así?.- no lo pregunta de mala gana, si ni con esperanzas.

-solo he querido vestirme de esta forma.- ella asiente.

-¿salimos solas hoy?.- asiento, si quiero estar con ella.

-bien, entonces nos vamos en un rato.- aclara-. Yo te aviso por que también me voy a cambiar.

Le hago caso. Tomo el valor de ir a la casa de Gabriel, tocar la puerta y preguntar por el a su padre, el señor muy amable va a buscarlo. Yo con los nervios de punta lo espero sentada en el fino sofá de su casa (color blanco). Estoy asustada no lo puedo negar pero siento que es el momento para confíal, para hablar de mi pasado con el así como el lo hizo y aun lo hace conmigo.

Lo veo bajar las escaleras, está vestido de una forma impecable.  Me muestra una pequeña sonrisa, algo que su padre no puede notar cosa que es. Se sienta como lo haría un hombre elegante en frente de mí,  eso me pone más nerviosa aún, estoy segura de que está actuando  así por su padre, cuando lo vemos retirarse el sigue igual, no comprendo por que pero no le doy tantas vueltas al asunto.

-¿podemos hablar a fuera?-. Le pregunto y el me asiente.

-¿estas bien?-. Ahora su cara es totalmente la de siempre, estamos en la parte trasera del jardín.

- lo estoy, sólo quiero hablar.- al parecer se da cuenta de mi vestuario por que me mira de pies a cabeza.

-estas para de infarto.- lo dice con su típica voz, yo sonrío. - yo también tengo algo que decirte.

-tu primero.- lo mío es largo, así que espero que me diga lo suyo primero.

- Le gustó a Kevin. -¡lo sabía!.

-¿recuerdas que te lo dije?-. El siente, pero no parece estar contento por ello.- ¿mi turno?.

-adelante, te escucho.- me dice mientras se sienta conmigo en la enorme piedra.

-bien, hace cinco años sufría de bullyng sus do estudiaba en un colegio de más York, era una de las mejores estudiante de allí, en ese entonces yo estaba más obesa y tenía colorados por todos lados, me decían apodos feo y mezquinos tipo: gordita fea, vaquita blanca, cerca de mierda, incluso me golpeaban algunas chicas.- respiro profundo antes de seguir.

- no tienes por que hacer esto.- posa su mano en las mías intentando tranquilizarme.

-llegó el momento en el que me sentí totalmente mal, no quería salir de casa y lo peor es que mi madre en ese tiempo era una mujer soltera, trabajaba para ambas para mantenerme, ella nunca pudo ponerse al tanto de lo que me pasaba ya que nunca tenía tiempo y eso era más doloroso para mi. Hasta que la última vez que fui a esa escuela me intentaron violar, me tocaron de forma vulgar  mi cuerpo.- mis lágrimas están saliendo.

-tranquila.- el me apoya.

-cuando llegues a casa no tuve más remedio, eso fue lo único que se me vino a la cabeza hacer y fue quitarme la vida.- respiro.- corte mis venas, no hice muchas veces hasta estar consciente de que si iba a morir, por que ya antes lo había echo, lo hacía todos los días, me cortaba todo el tiempo. Aún no recuerdo muy bien como pasó pero yo resucite, buen algo milagroso por que mi corazón ya había dejado de latir, estaba en coma y a punto de quitarme los aparatos y fue entonces donde sobreviví.

-Dios.- el parece sentir mi dolor.

- lo peor de todo eso fue.. que esa personas que me hicieron la vida pedazos, que me destruyeron la miles,  esas personas eran mis amigos, mi impredecibles amigo, mi familia.

Un fuerte quejido sale de mi al sollozar, siento sus manos abrazarme.  Eso me tranquiliza, me da paz. Es relajante para mi, es como si mi cuerpo ya hace mucho tiempo quisiera este abrazo.

-estas conmigo ahora.- dice acariciando mi cabello.

》hemos caído.《

curvas ©Where stories live. Discover now