Ese mismo día, caída la tarde, Nikki atravesaba la sala con su equipaje en mano y lágrimas en los ojos. Parecía que quería ser fuerte, soportar el momento, pero hasta yo pude notar que se estaba mintiendo a sí misma. Se sentía culpable, pero creo yo, que hizo bien en contarle a Justin todo lo que había pasado. Y me sentía aún peor, sabiendo que Nikki en realidad no sabía la historia completa. No sabía el desliz que habíamos tenido mi primo y yo y por mera verguenza a como pudiesen reaccionar todos, decidí guardar muy bien ese secreto.
El día estaba tremendamente soleado, poco digno de una espontánea despedida como la que se estaba llevando a cabo en la sala. Todos estaban levantados y con rostros rígidos. Ni Jesssie me dirigía aquella mirada fulminante y venenosa, y si lo hiciera, no me importaría una mierda. Chaz y Ryan ayudaron a Nikki a cargar su valija hasta la puerta, sin que antes, ella se despidiese de cada uno de nosotros.
Antes de todo, preguntó tímidamente por Justin, pero nadie sabía más: desde que había salido como trompaso aquella mañana, no lo volvimos a ver en todo el día. Ella sorbó por su nariz mientras se limpiaba las últimas lágrimas que decoraban su rostro dándole un tono tristemente penoso. Saludó a todos, acercándose uno por uno para regalarnos un abrazo.
—This isn't your fault, guys. I want you to enjoy your holiday and sorry for the bad time I'm making them happen. See you in Stratford. (Esto no es su culpa, chicos. Quiero que disfruten sus vacaciones y perdón por este mal momento que les estoy haciendo pasar. Nos vemos en Stratford). —Dijo mientras todos nos arremolinábamos a su alrededor con nuestros cuerpos tensos y sin saber como reaccionar.
—You sure you're okay? We can accompany you to the terminal, if you want. (¿Segura que estás bien? Te podemos acompañar hasta la terminal, si quieres). —Agregó Chris encogiéndose de hombros. Con sus manos dentro de sus bolsillos, trataba de no aparentar su tristeza.
Nikki negó con la cabeza. — Needless. I already ordered the taxi. Thank you. (No hace falta. Ya pedí el taxi. Gracias). —Sonrió debilmente y volvió a sorber por su nariz. Esta vez se acercó a mi, y me rodeó con sus brazos.
—Fue un gusto conocerte. —Me dijo entre susurros miéntras sentía como sus lágrimas mojaban la piel desnuda de mis hombros.
—Igualmente. —Exclamé.
Luego de toda aquella escena, Nikki tomó su bolso pequeño, y nos saludó desde la puerta con un movimiento de su mano. Una sonrisa de lado trataba de hacerse lugar en su rostro, pero ni ella podía jugar con sus emociones.
—¡Espera! —Chillé mientras ya estaba atravesando el umbral de la puerta con Chaz y Ryan cargando sus valijas por delante de ella.
Nikki se giró sobre sus talones mirándome con el ceño fruncido. Pero no por nada malo, sino que sentía sorpresa y curiosidad por lo que yo tenía que decir, como todos en la habitación.
—Mi taxi me está esperando, __________. Me tengo que ir. —Explicó ella mirándome a los ojos.
—Ya lo sé. —Inspiré todo el aire que podría entrar en mis pulmones. —Yo me voy con vos. —Espeté.
Todos se giraron para mirarme, como si fuera un bicho raro o hubiese cometido un crimen. No sé, ni me importaba. Lo único que quería, era devolver algo de la amabilidad que me había dado ella, y sabiendo que no podría retribuirle el hecho de que me acosté con su novio a sus espaldas, esto de irme con Nikki del departamento, era lo menos que podía hacer. No la podía dejar sola. Sentía que le debía mucho, y la culpa simplemente me carcomía.
