Parecía que mi cuerpo se había ido junto con la mugre que llevaba encima. Por Dios, nunca me había sentido tan frescamente límpia. Usé, además, los shampoos y lociones que había en aquel baño casi de lujo, y mi pelo quedó con un aroma riquísimo de manzanas verdes. Me cambié, me peiné y también cepillé mis dientes otra vez. Además me di cuenta, que tendría que depilarme de nuevo, ya que los vellos en mis piernas se comenzaban a notar. Mierda. Menos mal que había traído la depiladora eléctrica, pensé. Siempre era mucho más cómoda y práctica que la cera caliente que usaba en casa.
Cuando salí del cuarto de baño, caminé hacia mi habitación, dejando allí la ropa sucia que había usado toda dentro de la valija nuevamente, hasta que preguntara donde se encontraba el lavarropas en esta casa, y me ponga a lavar las prendas.
Cuando llegué a la sala, todos estaban allí. Hasta Chris, el cual no había visto cuando llegué. Me preguntaba de donde había salido.
Jessie se encontraba poniendo unos vasos de vidrio sobre la mesa y contándolos en su mente para ver si al parecer, alcanzaban para todos. Enseguida cuando me vió, sonrió y parece que se acordó que tenía que tomar otro del estante para mí.
Justin y Chaz se encontraban frente al televisor, jugando a algun videojuego. Todo el griterio venía de allí, mientras que Ryan estaba sentado en una de las sillas de la mesa, concentrado en su teléfono celular. Chris se encontraba buscando algo en la alacena de arriba, mientras que Nolan apareció por la puerta principal con tres cajas de pizzas sobre sus manos. Todos vitorearon cuando lo vieron. Jessie dejó lo que estaba haciendo para acercarse a mí amablemente.
—Do you want pizza? —Me preguntó encongiéndose de hombros. Quizá, disculpándose por el hecho de que había algunas cosas que no las podía decir en español. Me daba pena por ella. Sabía que si ambas nos podríamos comunicar fluidamente, seríamos grandes amigas.
Asentí con estusiasmo porque sabía que se trataba de una pregunta positiva. O me estaba diciendo que si me gustaba la pizza, o si quería comer pizza.
Me guió hacia la mesa, en donde casi todos ya se habían sentado. Excepto Justin y Chaz, los cuales no se podían despegar de la partida que estaban jugando.
Chris me vió y me sonrió, acercándose para saludarme. Solo escuché de él un "Hey!", porque era lo único que podía decirme que yo entendiera.
Nolan dejó las cajas de pizzas sobre la mesa, y caminó hacia donde estaba Jessie, colocando sus manos sobre su cintura, y besándola en los labios. Fruncí los míos, dándome cuenta ahora, el rol de Jessie en este lugar. Era la novia de Nolan, claro.
Todos se arremolinaron sobre la mesa, sentándose Justin a mi lado. Se giró hacia mí para susurrarme.
—¿Todo bien? —Dijo apretando mi mano por debajo de la mesa. No tenía intenciones de evitarlo.
Asentí con una sonrisa.
—Hueles a manzanas. —Frunció su nariz en busca del aroma y soltó una risita.
Enseguida ya nos encontrábamos todos sentados alrededor de la mesa, y tomando una porción de pizza cada uno. Al parecer, Justin le pidió a Chris que sacara las bebidas del refrigerador y las trajera, porque eso fue lo que hizo luego de que Justin le gritara.
Todos comenzaron a hablar entre ellos, y yo no podía unírmeles en nada. Sentía frustración, pero a la vez, me pude tomar ese tiempo, para observar a cada uno de ellos, y tratar de comprender lo que se decían. Quería aprender un poco de ese idioma, y ese era el momento indicado.
Jessie nuevamente se alejó un poco de los brazos de Nolan para preguntarme si quería más pizza. Negué con la cabeza, porque ya me había comido tres porciones y media. Allí mismo, Ryan se aclaró la garganta, y dejando su porción de pizza sobre la servilleta, se dirigió hacia mí.
