Capítulo 33.

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Luego de haber persuadido a Chaz para que no nos acompañe en la caminata, salimos disparados hacia el muelle rápidamente. Nos sentimos culpables por haberlo dejado atrás, pero es que él fue el único que no entendió lo de 'ir solos'. Así que tuvimos que zafarnos de su insistencia, pero una vez que Chris lo agarró del brazo y le dirigió una mirada amenazadora que decía algo así como "dejate de joder", Chaz tragó saliva vergonsozamente y retrocedió para volver a sentarse sobre la manta. 

Cuando por fin habíamos llegado al muelle, con Justin nos inclinamos sobre la baranda de metal que nos separaba de caer al vacío, y ni siquiera hablamos. Me sentía un tanto incómoda, porque me pude dar cuenta, que esta vez, el humor de él no estaba para bromas. 

—¿Estás bien? —Esta vez era yo la que lo preguntaba. 

Justin solo asintió sin mirarme. 

—¿Estás enojado?

Él volvió a asentir. 

—Ey, perdón, enserio. Fui una tonta por no darme cuenta que..—

Me interrumpió rápidamente. 

—Estoy enojado conmigo mismo. 

—No tienes porqué. —Lo observé perpleja. 

Justin en ese momento suspiró pesadamente y me abrazó de costado. Envolviendo sus brazos a mi alrededor mientras entrecerrábamos los ojos a causa del potente viento que soplaba desde el medio del mar. Me dejé caer en sus brazos, como si fuera el único lugar del mundo en donde quisiera estar en todo momento. Me sentía segura con él, como puedes estar con un familiar, pero a la vez teníamos esa particular confianza que nos hacía diferentes a cualquier otra relación que hubiese tenido con alguien. Lo sentía especial para mí, pero a la vez tan distante que me dolía. 

Luego él se incorporó, a la vez que me tomaba fuertemente de la mano y me guiaba de vuelta. 

—¿A dónde vamos? —Pregunté. 

—A un lugar donde podamos ser nosotros mismos. —Aseguró sin dejar de caminar. 

Me guió a través de los medanos y bancos de arena, hasta que llegamos a un sector alejado que estaba rodeado de árboles pequeños pero frondosos. Caminando por delante de mí, fue a sentarse sobre la arena, casi metiéndose de lleno entre los arbustos. Rápidamente lo imité, sentándome a su lado. 

La vista que teníamos era increíble. Veíamos toda la playa desde el lugar en donde estábamos y también podíamos tener el privilegio de observar con vista panorámica la cantidad de sombrillas que se encontraban allí abajo, sobre la orilla. 

Dejé caer mi cabeza en el hombro de Justin, temiendo que él pudiera evitarlo o algo parecido, pero solo se quedó allí, a la vez que rodeaba mi cintura con su brazo. Fue el momento mas calmo que hubiésemos tenido, pero sabía en el fondo, que no duraría mucho tiempo. 

—¿Y si alguien viene? —Sugerí.

—Solo te estoy abrazando, nada más. —Se encogió de hombros. 

—Pero..—

—Cállate, por favor. 

Creo que nos quedamos en esa posición por casi veinte minutos, o quizá media hora. No lo sabía. Solo que cuando Justin recibió un mensaje en su celular que decía que todos los demás volverían al departamento, él pensó que sería mejor volver con ellos, antes de que sospechen algo. Pensé igual, porque, es decir, no podíamos arriesgarnos a nada. Así que solo caminamos de regreso hacia el hotel, dándome cuenta antes, que me encontraba en bikini y la ropa la había dejado en mi bolso. Le dije a Justin que le mandara un mensaje a Jessie también, para decirle si me podía alcanzar mi bolso y así poder ponerme mis shorts aunque sea. Jessie aceptó sin chistar y en cuestión de minutos nos encontramos en la entrada del muelle para que me pudiese alcanzar mis cosas. Una vez que con Justin estuvimos vestidos, caminamos hacia el departamento. Jessie venía con nosotros, asi que la vuelta hacia el hotel no fue de lo mas cómoda que digamos. 

We can't. {Justin&Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora