Capítulo 34.

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Esa tarde, luego de que todos habíamos terminado de merendar, ayudé a Jessie a recoger la mesa miéntras que los muchachos hacían fila y peleaban por quien se duchaba primero. Con Jessie decidímos bañarnos al final, porque sabíamos que íbamos a tardar de todos modos, y volveríamos locos a los chicos. A Justin no lo ví por ninguna parte, hasta que salió del cuarto de baño tras una nube de puro valor caliente. Llevaba puesto unos jeans clásicos y apenas una camiseta color negra. Se sentó sobre el sofá para dedicarse a hacer zapping, mientras Jessie y yo continuábamos ordenando la alacena, y dejando en condiciones la cocina. Me pareció raro que ni siquiera me mirase, o me hablara, pero sabía como era el humor de este chico. Como todos los hombres: en un momento te puede tratar como una princesa, pero al otro, no existís en su vida. 

Resoplé sin que nadie me viera, y continué ordenando y pasándole un trapo a la mesa, para luego colocarle el mantél y el florero en el centro. Jessie ya estaba terminando de lavar los platos, asi que me incliné sobre la mesada a su lado, para al menos hacerle compañía mientras terminaba con eso. 

—¿Vamos a salir esta noche? —Le pregunté mientras me encargaba de doblar en dos el repasador y volverlo a desdoblar. 

—Of course! —Chilló ella. 

—Iré a buscar entre mis ropas algo para ponerme entonces. —Hice ademán como para dirigirme hacia mi cuarto, pero antes, ella me detuvo agarrándome el brazo con su mano mojada y jabonosa. 

La expresión en su rostro se ensombreció frunciendo sus labios. —Wait. 

—¿Qué? —Fruncí el ceño. 

—¿Pasó algo? —Asintió su cabeza hacia Justin, que estaba sentado en el sofá, de espaldas a nosotras mirando la TV.

—No. —Afirmé. 

Lentamente su agarre sobre mí se fue aflojando mientras me regalaba una mirada comprensiva y de disculpas, al parecer. Sonreí mientras me iba alejando de la sala, en dirección hacia mi habitación. Cuando pude estar completamente sola en mi espacio, apoyé mi espalda sobre la puerta, tratando de entender a que se debía la pregunta de Jessie. Quizá porque había sentido el ambiente muy tenso, al igual que yo y no tenía otras intenciones mas que averiguar que carajos pasaba. Ni yo tenía esa respuesta, y me daba pena no poderle responder a lo que ella me estaba preguntando. Sé que Jessie solo quiere ayudar, pero a veces, en el poco tiempo que la conozco, creo que profundiza más en las relaciones ajenas que en su relación con Nolan. Y me da pena, porque él es un gran chico. 

Me dirigí hacia mi valija, la cual estaba dentro del armario, y comencé a rebuscar algo que me pudiese servir para la salida de esta noche. Rápidamente, encontré mis shorts negros de lentejuelas, el cual predecía que quedaría genial para la ocasión, y también, rebuscando más, pude encontrar una de mis blusas blancas con letras doradas que también quedaría bien en el conjunto. Lo único que me faltaba sería una buena... ¡Ah!, acá la encontré. Mi clásica campera de jeans, que queda genial con todo. Tal vez no haría frío, pero siempre es bueno llevar un abrigo cuando se sale de noche. 

Sabiendo que faltaban horas para que se haga el momento de partir, decidí tomar una falda de jeans, y una camiseta sin mangas para colocarme mientras tanto. Antes de salir del cuarto, tomé también una muda de ropa interior, y me recordaba que tendría que preguntarle a alguien si en esta casa habría algún lavarropas para que pudiese lavar todas las prendas que tenía sucias. 

Me pude dar cuenta que ya todos se habían bañado, asi que mirando de soslayo que Jessie aún seguía dedicándose a lavar los platos, me permití se la siguiente en ducharme. Pero recordé algo antes, asi que de una corrida, fui hacia mi cuarto y logré enchufar mi celular con el cargador para que cargase la batería. De seguro mis tíos o mis papás no tardarían en querer comunicarse conmigo. 

We can't. {Justin&Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora