La prueba de la gema no es tan mala solo estoy aterrado.

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Estaba en la cubierta del Batalia Sis. A pesar de ser un buque acorazado ligero o queseyo de guerra, y en ese momento estaba rodeado de un sin número de cañones mágicos, (que más bien parecían pedestales con un sol) El mar por la noche era simplemente bellísimo. Las estrellas brillaban en lo alto del firmamento y la brisa marina era refrescante. Olía a Sal y el romper de las olas se mesclaba con el ruido del barco. El resultado, bueno, me recordaba al Titanic (solo que un buque menos elegante, más pequeño, sin la chica y esperaba que con un final diferente). Lástima que yo seguía aterrado por la corta respuesta de Yara y compañía.

Cuando les pregunte si sabían en qué consistía la Prueba de la Gema. Yara y Edwin se miraron un momento a los ojos y Yara dijo

-Nadie lo sabe, para todos es algo distinto-

-Mira viejo, en esa prueba tu entraras a una de las cámaras más misteriosas de la Sede, el chiste es que tomes una gema y salgas vivo, cuerdo y entero-

-¿Entonces entro a una estantería de joyas, tomo la que me guste y salgo?-

-Más o menos, si-

-¿Qué? ¿Es así de fácil?-

-Yo no diría fácil-

-¿Qué los elementos no te explicaron nada?

Mi estómago decidió desaparecer un segundo en cuanto escuchó esa frase (algo difícil pues todavía me dolían los múltiples golpes del novio de Laila

"Déjenme pensar, me explicaron algunas cosas como: abandona a tu familia, evita la guerra y muere o quédate con tu familia ve a la guerra y muere"

-No, no mucho.-

-Creo que es mejor si le explican primero que es una gema- comento Alain hablando por primera vez en un rato.

-Piedras preciosas, joyas de valor, excelente regalo para alegrar a tu chica si te pillo con su amiga, me doy una idea de las gemas-

-Ah justo cuando creo que no puede ser más bestia, Edwin podrías por favor- dijo Yara

-Siempre yo, todo yo, Edwin esto, Edwin lo otro, pero uno de estos días...-

-¡Edwin!-

-Está bien, demonios ya cásate-

-¿Dijiste algo?-

-Nada nada, bueno, antes de ser salvajemente mutilado, mira.- Saco su bo y unió las tres partes. En, las puntas las dos gemas brillaron. Pasó una mano por encima de cada uno de los extremos murmurando algo, no parecía que las tocara siquiera pero las gemas desaparecieron del bastón para reaparecer en su mano. No sabía porque, pero su arma de algún modo se veía mucho más vacía y de algún modo algo.... Siniestra.

Edwin cerró el puño por encima de las dos joyas y al abrirlo nuevamente, estas se habían unido en una sola esmeralda. La joya era redonda pero no lisa, si no que parecía ya trabajada por un profesional. Cada uno de los bordes está perfectamente diseñado, dándole elegancia única de la joya. Cabía perfectamente dentro de la mano de Edwin, pero aun así era de buen tamaño. La luz de la habitación rebotaba en la joya y esta alumbraba la estancia con toques verdosos, aunque mucho más claro que si los pasaras sobre una esmeralda común y corriente, más bien era del color de...

-Luz en el bosque- dije, Edwin me miro sorprendido y un poco halagado

-Sí, así es.-

-Vaya, la verdad es que todavía me sorprende verlo- dijo Yara -Es preciosa a pesar de que, bueno, es tuya.-

Comenzaron a discutir pero a mí la gema de Edwin me tenía como hipnotizado, no sabía por qué.

-Hay viejo- soltó Edwin dándome un manotazo. Ni siquiera me había dado cuenta de que quería tocarla.

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