La casa de la Niebla

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"Se ve tan linda cuando se sonroja" pensaba sonriendo mientras me ponía la ropa que me habían prestado. "Curiosamente divertido"

Después de que todos hubieron disfrutado de la vista por todo un minuto me moví, y es que sus caras eran la cosa más graciosa que puedan imaginar.

Alain, fiel a su costumbre de no mostrar ningún tipo de expresión, alzo una ceja, como intentando descubrir cómo demonios había terminado de pie, desnudo y como salido de un remolino sobre la puerta destrozada.

Edwin parecía estarse atragantando con algo, era difícil saber por su expresión si quería golpearme por haber destruido su cuarto de baño o a punto de sufrir un ataque de risa histérica.

Laila me miraba ruborizada sin disimular ni un poquito, escaneándome de arriba abajo, mientras gesticulaba un WOW con la boca (era eso o la palabra "asco" pero prefería ser optimista). Cuando la descubrí mirándome con tanta atención, se sonrojo aún más y aparto la vista sin dirigirme palabra, como si recordara que estaba molesta conmigo. No pude evitarlo, sonreí e hice lo más natural del mundo.

Camine con tranquilidad, tome la ropa que traía Alain y me acerque a recoger el resto, que tenía Yara. Eso fue lo más gracioso del mundo. Ella tenía una cara de shock total, como si nunca hubiera visto algo parecido. No pareció notar que me moví hasta que le dije -Hermosa, si ya terminaste de admirarme, ¿me das la ropa para que me pueda vestir?- dije sonriendo.

Su cara paso de sorpresa al sobresalto, de eso a un color rojo intenso. Me llamo pervertido, me aventó la ropa a la cara y se alejó por las escaleras murmurando algo sobre personas inmorales e indecentes.

Termine de vestirme y baje al recibidor. La ropa que me habían elegido me agrado, no me sentaba tan mal para ser sinceros. Un pantalón de vestir negro (algo ajustado para mi gusto) y una playera negra semi ajustada, todo ello con un saco café. Creo que mi hermanas dirían algo como "Me agrada, se ve bien" y Belén hubiera agregado algo como "Sí, lástima que lo uses tú" El pensamiento me hiso sonreír pero sentí un retortijón de tripas al recordar a mis hermanas.

"Cálmate Miguel, has esto como se debe y podrás ir con ellos pronto "

Podía escuchar a los demás hablando entre ellos, estaba por salir a su encuentro cuando el sonido de mi nombre me hiso detenerme a escuchar la conversación

-¿Y Miguel lo hiso?, ¿estas segura?- pregunto Alain

-No lo sé. Me sorprendió verlo salir así, dela nada mientras yo...- su voz se detuvo, solté un gruñido por lo bajo

-Ibas a darte un chapuzan romántico en el lago con el chico fogoso- bromeo Edwin. No le vi la gracia.

-¿Qué acaso tienes seis años?- dijo Yara mosqueada

-Siete a partir de...- Algo lo hiso callar, no sé qué le había arrojado Yara esta vez pero tenía la esperanza de que fuera algo pesado y filoso.

-Volviendo al tema, ¿dices que la llama lo "esquivo"?, ¿así como así?- pregunto con calma Alain.

-Segura que Vahdin no falló-

-No estoy muy segura, Ahkin y yo estábamos... no estábamos poniendo mucha atención, solo vi como lanzo algunas llamas, no note a Miguel hasta que... hasta que las llamas llegaron al suelo. Lo que pude ver fue que el fuego, no lo sé, parecía que se doblara en el aire. Ahkin si lo noto, dice que era como si... sus palabras fueron "parecía que el fuego tenía miedo"-

-¿Y eso que significa?-

-No lo sé-

-¿Intestaste preguntarle?-

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