Bocazas

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-Hey, Tierra llamando a April. –dice Dylan rompiendo el hechizo.

-Ah. ¿Sí? Que pasa Jade. –me tapo la boca. Dios no puedo creer que vuelva a nombrarlo. –digo, Dylan. ¿Qué?

 Dylan y mamá me quedan mirando frunciendo el ceño. ¡

TRAGAME TIERRA! No lo puedo creer.

-Cariño, ¿estás bien?... ¿y quién es Jade?

-Su nuevo novio malo, Sra. Anderson, digo Gina. –justo en estos momentos odié con mi vida a Dylan, lo fulmine con la mirada, y solo alzó los brazos en señal de derrota. –lo siento, pensé que lo sabía.

-¿Enserio? –le contesto sarcástica y molesta. –mamá olvídalo, no es nadie.

-Cielo, no soy tonta. ¿Porque no me lo habías dicho?

No dejo de mirar y Dylan y luego miro a mamá. –te lo iba a decir, pero ya no hay nada, así que no te preocupes. –suspiro y me alejo. –estoy cansada, hablamos luego.

-Espera, No vas a dejar a Dylan aquí solo ¿verdad?

-No te preocupes Gina, igual ya me iba. –se despide de mamá y solo me alza la mano, ni un beso ni nada y se va.

Mi mamá me lanza una mirada de ‘’ve tras el’’ pero sinceramente no quiero, porque no me importa, el actuó mal contando algo que no convenía y ¿se va molesto? ¿Porque a mí?

-Espera, Dylan. –corro tras él.

-Qué April? –se gira molesto.

-¿Estás molesto? –le digo confundida.

-¿Y qué esperas? ¿Que no lo esté? Me has llamado Jade mil veces.

Ah. Es por eso. Pienso.

-Enserio lo siento, no te vallas, ¿eres mi amigo no? ¿Siempre Juntos? –no responde.

-Mira Dy, te lo iba a contar pero luego se me salió llamarte por su nombre porque estaba pensando en el, y estaba esperando a llegar a casa y contarte, pero lo adivinaste y enserio quiero que hablemos, por favor quédate. –suspiro. –necesito hablar con alguien. –le digo mirando al suelo.

-Y ¿Kate? ¿Cloe? ¿Cristine?

-Dy, tú también eres mi mejor amigo.

-Yo… simplemente no quiero hablar de Jade. –dice cogiéndose la cabeza y mirando hacia el frente. No lo comprendo la verdad, se supone que somos amigos y lo nuestro se acabó hace mucho.

-Pues hablaremos de otra cosa entonces… pero no te vallas. –le digo sonriendo. –mamá hizo postre. –me devuelve la sonrisa.

-Ok. Pero solo por el postre.

-Está bien, Dy.

 En la mesa trato de no pensar en Jade, mientras comemos el postre escuchando a Dylan hablar sobre sus amigos de la otra escuela y su maestra la gorda anciana con que usaba tanga, la manera en como él lo cuenta nos hace reír, porque este es el Dylan que conozco, atento sin querer impresionar y divertido con mamá y conmigo.

 -Oh, Dylan, eso es tan horrible. –dice mama riéndose mientras se levanta con los platos a la cocina. –vallan a ver películas o algo, saldré un rato a casa de May.

-Ok. Mamá. –la ayudo con los platos y nos dirigimos a mi cuarto.

Dylan se tira en mi cama.

-Tu habitación no ha cambiado para nada. –dice mientras mira alrededor.

-Nahh… -le digo metiendo unas blusas al armario.

-Cariño, ya regreso. –dice mama gritando desde la puerta y sale.

-bueno, nos hemos quedado solos. –dice mientras se sienta en el borde de la cama.

-Sí, y? ¿Qué quieres hacer Dy? –Cojo mi ropa de la silla para llevarla abajo.  –si quieres podemos ver películas en la sala.

-Solo si lo acompañamos con besos. –me dice riendo.

-Eres un tarado. –y le tiro una prende, sin darme cuenta que es mi sostén.

-Oh, April, dime que son tuyas. –se ríe más fuerte.

-Sí, son mías. –le digo quitándoselas.

-Son realmente sexys. –maldito pervertido. –me pregunto cómo se te verán.

-Eres un pervertido. –dejo mi ropa en la silla y salgo de mi cuarto en dirección a la cocina.

-Espérame. 

Jade Wilde  Una idiota obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora