Zorra a la vista...

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-Jade, es precioso. –le digo mientras nos bajamos de la moto y la deja estacionada.

Estamos en un lago, tiene una vista increíble a estas horas, después de unas vueltas por la ciudad y otros lugares, llegamos al atardecer, es magnífico, los colores, el lago, la vista, el que esté aquí con Jade… todo es perfecto.

-Sabía que te gustaría. –me dice dándome un beso en la frente.

-¿Así que sí eres un chico de cartitas y flores? –le digo riéndome y provocándole.

-No, pero trato de ser lo mejor posible. –dice cogiéndose la cabeza.

-A mí me gusta cómo eres. –le digo atrayéndolo de la chaqueta para darle un largo beso.

Jade rompe el hechizo y me coge de la mano. –Ven conmigo. –me dice y le sonrió.

Mientras nos adentramos hacia el lago, veo a lo lejos una fogata, y un poco de chicos y unas chicas, pero lo que no me gusta es que una de esas chicas es la zorra de Lea. Esto no me gusta para nada y sé cómo va a acabar.

-Jade, yo… -miro hacia la multitud y le digo soltándome de su mano y quitándome el pelo de la cara.

Jade sigue mi mirada hacia los chicos y dice. –Tranquila cielo, no pasará nada. –me mira - y respecto a Lea, ignórala por favor, no dejes que se interponga en nosotros.

-Jade ella es una perra, y me trata como si fuera una de ellas. –le digo señalándola y prácticamente gritándole.

 -Escucha, si quieres que nos vallamos, nos vamos, lo siento, te juro que no sabía que ella estaría aquí. –me da un abrazo y me hace cambiar de opinión.

 Es increíble la forma en la que me hace cambiar de opinión.

-¿Sabes qué? No me importa. –le digo mirándolo y dándole un beso en la mejilla. –No dejaré que esa zorra se entrometa.

-Esa es mi chica. –me dice sonriendo y dándome un beso rápido en los labios.

 -¿Que hay hermano? –le dice Jacob a Jade pasándole una cerveza.

-Hola Jacob.

-Hola April. –me dice Jacob y asiento.

-Hola Jade. –le dice la zorra de Lea, que lleva puesto un top y una falda que solo cubre sus… NADA, NO LE CUBRE ABSOLUTAMENTE NADA. Se pavonea en círculos por donde esta Jade, y me empieza a hervir la sangre.

-Lea. –le dice Jade en tono cortante y me atrae hacia él.

-¿Bebes cerveza, April? –me dice una rubia de lo más agradable, que resultó ser la hermana de Jacob.

-No, Gracias. –le sonrío tímida, porque todos tienen una en la mano y me siento monja.

-¿Enserio no bebes cerveza? –dice la zorra. – ¿pero supongo que tomas otras cosas?

-Te puedo asegurar que no lo mismo que tú. –Todos se ríen, y Jade me acerca a su boca y se ríe en mis labios.

-Uhm… ¿enserio? porque justo ahora me parece que hemos probado lo mismo. –sigue caminando y se voltea. –y no hablo de bebidas. –me guiña una ojo y se va.

-Espera, April. –dice Jade mientras me coge del brazo y trato de irme.

-Suéltame.  –me suelta y sigo caminando.

 Es increíble lo poco que conozco a Jade y su estúpido mundo misterioso, cada vez que me quiere mostrar algo, llega alguien y lo arruina, y empiezo a creer que tal vez no quiera conocer ya su mundo, porque ya no quiero ser lastimada ni mucho menos humillada por su zorra que obviamente sabe más de Jade que yo.

-Por favor April, dijiste que no dejarías que Lea se interponga entre nosotros. –dice a mis espaldas, me paro, pienso en que decirle, respiro y digo.

-Jade no sé nada de ti, es un misterio tu maldita vida, nunca me cuentas nada, me quieres mostrar cosas que terminan arruinándose por completo, Jade yo no te conozco y creo que… tampoco quiero conocerte.

-April no hagas esto. –da un paso adelante y alzo la mano.

-No, Jade. –respiro profundo porque sé que con lo que diré, me arrepentiré. –Yo...

-April.

-Jade. Déjalo así.

 Siento como mi mundo se viene abajo y todo gira a mí alrededor en un tornado de decepciones y dudas, pero si Jade no confía en mí… supongo que tenemos que ponerle un fin a esto.

Nos quedamos parados lo que me parece una eternidad, viendonos el uno al otro como borregos degollados. 

-¿Vas a venir o qué? – Lea se para de brazos cruzados a las espaldas de Jade.

 Nos quedamos mirando un rato más, y sigo caminando hacia su moto.

 -April, yo… -dice Jade con las manos en su cabeza.

-Quiero irme a casa Jade. –cojo el casco y me lo pongo.

 No dice nada y se sube, me ayuda a subir y seguimos nuestro rumbo.

Jade Wilde  Una idiota obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora