Cap. 35: Un tiempo después

431K 8.6K 849
                                    

Capítulo 35

Un tiempo después

 

3 meses después

 

     ¿Por qué no despiertas? —le dije a Ed mientras jugaba con el cable que conecta el tanque de gas a su rostro—. ¿No te aburre estar ahí acostado todo el tiempo? Yo, en tu lugar, estaría demasiado aburrida y me dolería el culo —reí—. En serio, despierta ya para que me puedas contar lo que pasó.

     Cerré los ojos y me acosté a su lado

     —Tengo que contarte algo —dije abrazándolo—. Es duro para mí decirlo porque, aunque sé que es verdad, todavía me impacta el hecho ¿entiendes, Ed? —esperé—. Bueno, tengo que contarte que siento que… ¡Aaaaaaaaaah! —grité levantándome de la camilla y cogiéndome el cabello con desesperación—­. No puedo decirlo, a nadie se lo he dicho y creo que a ti no es a quien debería decírselo, pero te lo quiero decir —suspiré y me senté en la parte de debajo de su camilla—. Creo que… que estoy enamorada de Nick —grité y me tapé la boca, todavía seguía escabulléndome a escondidas a la habitación de Ed, aunque yo creo que Sandy ya me había visto y no decía nada—. ¿Qué se supone que haga ahora, Ed?

     Cerré mis ojos y me dejé caer sobre sus piernas

     —Tú me pareces muy lindo y cuando te veo siento el ¡Boom! En mi corazoncito de algodón, pero ahora que estoy en la casa, todo es diferente —dije recordando varias cosas—. Llegué, claramente, con el mismo odio hacia Nick, pero él ya no me odia, me dice cosas lindas, me roba besos y yo lo único que hago es insultarlo y golpearlo —me levante y me tiré al piso en posición de “ángel de nieve” —. ¿No te parece estresante esto?

     Me levanté y me volví a sentar en la camilla.

     —En el colegio todo el mundo me dice un montón de cosas de “amistad” —dije con desprecio—. Ahora todos se preocupan por mí, ¿crees que sea verdad? —le pregunté—. Pues yo no.

     Miré el reloj y ya eran las 13:20 y tenía cita con Ruth a las 13:30 muy lejos de ese lugar

     —Ed, me tengo que ir —dije dándole un beso en la mejilla—. Por favor despierta, ¿sí?

     Me quedé mirando su impasible rostro y le di otro beso

     —Te quiero —dije antes de cerrar la puerta de su habitación.

     Vi a Ruth sentada en un banco haciendo muy mala cara, moviéndose desesperadamente y mirando el reloj.

     —¡Lo lamento tanto! —dije llegando a su lado de sorpresa cosa que la hizo sobresaltar—. En serio, estaba hablando con Ed.

     —Sí, lo sé —dijo abrazándome en forma de saludo—. ¿Y está vez te habló o tuviste que hacerlo tú sola?

     —Yo sola —dije con tristeza—. Lleva ya casi 5 meses hospitalizado y en estado de coma —dije pensando en la última imagen que vi de él—.¡Y yo llevo casi 4 meses sin recordar nada! —dije enojada—. ¡Todo por este maldito Alzheimer!

     —Valerie —amenazó Ruth—. Si vuelves a decir Alzheimer en vez de Amnesia, te cortaré en pedazos y los botaré a un río, ¿entendiste? ¡Te llevo repitiendo los últimos 3 meses que es Amnesia no Alzheimer!

     —Me da igual —dije encogiéndome de hombros—. El caso es que no recuerdo nada.

     Salimos al centro comercial más grande de la ciudad, estaba a pocos minutos de ahí y nos fuimos hacia ese lugar riendo, contando chistes y pasándola rico, ella era mi mejor amiga y la amaba como a muy pocos.

Mi Hermanastro, el cuarto de los deseos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora