The Outsider. (El rebelde)

Un domingo a lo inglés y rodeado de sorpresas.

Domingo. El día que más odia de todos, después del lunes, claro. Y más si está tan enfadado, y aún por encima con la idiota de Ruth. Sigue acostado en su cama pensando en ayer, y mirando a su amigo Oliver tirado en un colchón en el suelo de su cuarto. Se tendrá que quedar una temporada, parece ser. Desde que la madre del chico se suicidó él siempre ha vivido con Mario, su padre, pero ayer lo echó de casa para que su nueva mujer, y su hija pequeña, se instalen en su casa. Oliver le contó a Eric que no pudo quedar esa tarde ni por la noche porque su padre le había llamado para decirle que su mujer se mudaba con él y que la pequeña Alicia se quedaría su cuarto, por eso debía irse, y que ya era lo suficientemente maduro y adulto como para poder vivir solo, pero Eric sabe que no, que no lo es… asique decidió echarle un cable y ofrecerle un sitio en su humilde morada, como era de esperar él estaba encantado, y esa misma tarde de domingo Lucía vendría para ayudarlos a arreglar su cuarto. Y también el novio de Effy. Otro más que se queda a vivir en su apartamento que ya pronto parecerá un hotel. No le agrada tenerlo en su casa, durmiendo en la cama de su pequeña hermana. Jeremy Common es inglés, le gusta para su hermana, y sabe que la hace muy feliz, ¡Pero eso no quita de que no le guste que sobe a su pequeña hermana delante de él! ¡Qué es su pequeña Eff, joder! En definitiva, ya no quedan más cuartos, de los tres que hay todos y cada uno están ocupados: El grande al lado del salón es el de Eric, el siguiente el que es ahora de Oliver, y el de enfrente de este último será el de Jer y Effy. Son las dos, es hora de despertar a su amigo y hacer la comida, tienen un difícil día por delante.

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-         ¡Ruth a comer!

-         ¡Voy mamá!

Comer con sus padres se ha convertido en algo muy inusual, siempre están en reuniones o en el bufete con los padres de Lucía preparando juicios o buscando cualquier acuerdo para sus defendidos. En Valle Verde no es que haya mucha población, pero toda la que hay tiene algún pleito, y Ruth lo agradece, le encanta estar sola en casa. Saca su cabeza de las nubes al escuchar a su padre abrir la puerta de su cuarto:

-         Ruth, baja ya.

-         Vamos. – Se levanta y se dirige junto a su padre.

Su padre, Jaime Gómez es uno de los hombres más influyentes de Valle Verde, junto con el de Eric, Joel Durán. Entran juntos al comedor donde su madre los espera. Luciana Quintana. Alta, guapa, de pelo oscuro como la noche, es guapísima, como Jaime, de ahí que la genética hubiera hecho maravillas con el aspecto de Ruth, aunque no se parezca mucho a ninguno de los dos, tiene rasgos de ambos.

-         Vaya, que guapa te has puesto hoy, ¿no? – La muchacha lleva puestos unos pantalones cortos vaqueros, sus preferidos, con una camiseta rosa de las más nuevas que tiene, con un mensaje en inglés que traducido al castellano sería algo así como: “Siente el ambiente”.

-         Nah, normal.

-         ¿Has quedado con Samuel? – Oh por dios, ¿por qué tiene que hablarle de él ahora?

-         No, he quedado con Lucía para ir al apartamento de… - La chica se caya dándose cuenta del error que casi acaba de cometer, ¡Casi les cuenta a sus padres  que va al apartamento de Eric!

-         ¿De quién? – Interviene su padre.

-         De Oliver, lo han echado.

-         Muy típico de Mario… - Ríe su padre.

El resto de la comida sus padres se la pasan hablando de pleitos, juicios, y cuentan algunos de chistes de abogados con menos gracia que una ventana. Desde que casi mete la pata no para de pensar que habría pasado si hubiera dicho su nombre… ¿Por qué sus familias se odian tanto? Es decir, ¿Qué opinan sus padres de los de Eric y Elisabeth?