The Outsider. (El rebelde)

Un lugar especial.

(Narración en primera persona por Ruth en el capítulo 25.)

 

Se levanta de su escritorio una vez más. Tiene las piernas dormidas de nuevo. Son las ocho de la tarde y lleva desde las diez de la mañana sin parar de estudiar historia. Tiene examen el lunes y claro, tiene que estudiar el viernes durante toda la tarde por culpa de esa estúpida fiesta. Será la peor fiesta del mundo… no podrá estar con Eric, Samuel estará rondándola y espiando su comportamiento para asegurarse de que no sale con él, Oliver se encontrará con Lucía y Rama… Madre mía, vaya nochecita le espera. Lo único bueno es que Jacobo ha vuelto solo para asistir al evento. La fiesta comenzará a las diez, tiene dos horas para arreglarse. Para esa noche había elegido un vestido corto, pero su padre le dijo que los chicos y chicas tenían que vestirse con el uniforme oficial del colegio al que ella va. Ese uniforme solo se usa para eventos especiales como la graduación y como esta fiesta. Una mierda. Ahora tenía que llevar una estúpida falda azul marino de vuelo, una blusa blanca por dentro de la falda, unas medias hasta la rodilla del mismo color que la falda y un lazo de ese mismo color alrededor de los cuellos de la camisa. Además de un chaleco por encima, aunque también podía coger una blazer. Finalmente decide quitarse el lazo, ponerse una corbata floja y una blazer azul marina y sacarse la camisa por fuera. Parecía una niña de colegio privado con su uniforme de estirada, ahora sí que Eric tenía derecho a llamarla así. Sin poder evitarlo, sonríe imaginándose a su novio agarrándola por la cintura y llamándola estirada para después besarla cariñosamente. ¡Dios! ¡Cómo lo echa de menos! Escucha a alguien petar en su puerta.

-         ¿Está visible, cielo?

-         Obvio.

-         Pero cielo…

-         ¿Qué? ¿Pasa algo? – la chica se mira de arriba abajo intentando encontrar el error en su outfit.

-         Estabas mucho mejor antes, con el lazo y el chaleco. Pensé que irías así. – Su padre iba ataviado con un traje marrón, una camisa blanca y una pajarita del mismo color que el traje.

-         Me gusta más así.

-         Parece que acabas de salir de la montaña rusa.

-         Imposible. La diadema blanca no se me ha caído. – Dice mientras le da dos pequeños toques al trozo de plástico que rodea la parte superior de su cabeza.

-         Muy simpática jovencita, pero por favor, hazme caso y vístete bien, como una señorita.

-         Está bieeeeeen. – alarga la última palabra para demostrar su disgusto.

Su padre cierra la puerta. Ella se coloca la camisa por dentro de la falda y se coloca el lazo, pero no se pone ni la blazer ni el chaleco. Se alisa de nuevo el pelo y baja para ir recibiendo a los invitados, que ya van llegando. Los primeros en llegar son Oliver, su padre, su madrastra y su hermanastra. Ella saluda a todos cordialmente y ellos le corresponden. Todos menos Oliver que apena la mira. Resulta que ha vuelto a vivir con su padre y su madrastra, Mario entró en razón y lo llamó para que volviera justo el mismo día que se fue de casa de Eric, eso sí que fue suerte.

Después de unas cuantas familias más del pueblo llegó la de Lucía, pero sin ella. Sus padres le explicaron que salió con un amigo, (obviamente Rama), y que llegará más tarde con él. Los siguientes son los Durán. Mierda, los Durán. Jacobo los saluda con cierta rabia contenida, y un poco de… ¿tristeza puede ser? Y  ella hace lo mismo, uno por uno. Primero Joel Durán, con un traje militar azul marino, después Marta Abad, con un vestido azul oscuro muy mono, seguido de Tony Durán, el medio hermano de Eric, con una americana, una camisa azul y unos pantalones grises. Después de ellos Emma, la hermana mayor, con precioso vestido azul oscuro adornado con un cinturón negro, después Effy con el uniforme, y Eric más de lo mismo. Se acerca, dos besos y un “bienvenidos” es el máximo contacto que tienen mientras que Jeremy besa tiernamente en los labios a Effy, que suerte tiene.