Olvídate de mí.

20.8K 1K 113
                                    

Llego a casa cansadísima, aunque no entiendo por qué. El día ha sido ridículo. No he hecho nada. Al irnos del instituto por el rollo de la huelga no tuve clase en toda la mañana, que la pase en el monte con Eric y el resto. Ayer mis padres adelantaron el viaje a la ciudad, asique ya están aquí. Este viaje ha sido corto, ida y vuelta al día siguiente. Subo a mi cuarto, dejo mi mochila y bajo corriendo a saludar a mi madre, que está cocinando. Le doy dos besos y me dirijo al salón. Mi padre no ha llegado aún, ha debido quedarse en la oficina. Me subo de nuevo al cuarto al no ver a mi padre, y cojo mi móvil. Busco en la agenda y llamo a Sam.

-         Hola Ruth.

-         Buenas, Sam.

-         ¿Qué tal?

-         Muy bien. ¿Tú no querías contarme algo?

-         Sí. ¿Quedamos no?

-         ¿A qué hora?

-         ¿Te recojo a las 4?

-         No. No me recojas, nos vemos en el parque.

-         Está bien. Hasta luego.

-         Hasta luego.

Cuelgo y bajo a comer. Son las dos y media ahora. Mi padre por fin ha llegado, lo abrazo fuerte y todos nos sentamos a la mesa. Comemos tranquilos hasta que mi padre decide sacar el tema de Eric cuando acabamos nuestros platos.

-         Ayer os vimos muy mal a ti y a Eric. Pensé que os llevabais bien.

-         Ya hablamos de eso ayer. Y ya te dije que en el instituto nos llevamos mal, que solo nos soportamos en las tutorías.

-         No me importa que te lleves mal con él. Lo cierto es que prefiero que seáis amigos antes de que os peleéis así en el instituto.

-         Está bien, papá. Tomo nota.

-         ¿Tú no habías quedado hoy a las cuatro, Ruth? – interviene mi madre.

-         ¡Mierda, es verdad!

Me levanto, me preparo y salgo. El parque no queda muy cerca de mi casa, asique tengo que salir pronto. Además después de ir con él me gustaría irme a dormir hasta mañana.

Llego al parque algo cansada del largo trayecto, y lo encuentro sentado en un banco del parque y lo saludo con dos besos.

-         ¿Nos tomamos algo?

-         Por mi vale.

Nos vamos a un bar cercano llamado Recal. Nos sentamos en una de la mesas cerca de la barra. No tengo muchas ganas de estar a solas con Sam, además sé que a Eric no le gusta nada que esté aquí sola con él.

-         Bueno, ¿qué era eso que querías decirme?

-         Veo que cada vez te llevas mejor con Eric.

-         Sí. Y eso a ti te incumbe porque… – digo poniéndome a la defensiva.

-         Me incumbe porque no sé cómo se lo tomarán tus padres cuando lo sepan, y también me incumbe porque te quiero, y no quiero que te haga daño.

-         Tú me hiciste más del que él me podrá hacer…

-         Así que es verdad…

-         ¿Lo que?

-         Lo que yo sospechaba. Estáis juntos.

-         ¡¿Qué?! ¡¡Nooo!!

-         Tranquila. No diré nada. A nadie. No tenéis de qué preocuparos.

-         Gracias.

-         No. No me las des. No lo hago por ti. Lo hago por mí. Así volverás conmigo.

-         Jamás volveré contigo Sam. Olvídate de mí.

-         No puedo. Pero Eric sí podrá.

-         Ah, con que a eso te refieres… pues que sepas que sí, yo tenía miedo al principio, pero ahora mismo confío mucho en él. No me asusta que me pueda engañar. Además, ya pasé muchas infidelidades contigo.

-         Pues ya te está engañando. Puede que no con una chica. Pero apuesto a que no te ha contado TODA su vida.

-         ¿A qué te refieres?

-         Descúbrelo tú sola. Yo me voy. No quiero hablar con alguien a quien molesto tanto. Parece mentira que algún día fuéramos pareja.

-         Ah, ¿qué lo fuimos? – contesto enfadada.

-         Sí, sí lo fuimos. Y, ¿sabes qué? Me querías muchísimo, o al menos eso decías tú.

-         Era un poco estúpida antes, esa es una gran prueba de ello.

-         Parece que sigues siéndolo estando liada con un Durán. Eres solo una niñata con un estúpido capricho. Solo lo hace porque tienes ganas de ser tú la que jode a tus padres por una vez, y no ser tú la jodida, además de que así de paso saboreas en tus propias carnes lo que es una aventura. El peligro es lo único que te llama de ese tío, lo sabes. Dudo demasiado que lo quieras realmente. Pero mira, de verdad, espero que te des de morros contra él y sus verdades. ¿Por qué no le preguntas por que no le preguntas por qué no vive con su padre? Y lo de la cárcel también, porque está todo bastante relacionado.

-         Ya sé porque no vive con él.

-         Pregúntaselo todo. TODO.

Se levanta y se va. No entiendo que quiere decir con eso. Necesito hablar con Eric. Ahora mismo me siento fatal, necesito saberlo, la intriga me consume, y además Sam me ha enfadado muchísimo. Me levanto y me voy a mi casa. Mis padres están trabajando asique e mando un mensaje a Eric y le digo que venga a la cabaña cuanto antes. Me hago un bocadillo y salgo comiendo al jardín. Estoy muy nerviosa asique cuando llego a la cabaña me pongo a recogerlo todo hasta que llega Eric.

-         Eric. Cuéntamelo todo. Absolutamente todo sobre tu padre y tu marcha de tu casa. Ya. Rápido.

Su gesto se tuerce, me mira y me dice:

-         Ruth yo… yo… Yo le di una paliza a mi padre.

Por fiiiin!! he tenido que escribir porque lo echaba mucho de menos, asi que aquí tenéis un capítulo cortito y que sabe a poco, pero os prometo que mañana habrá más :) 

Me siento con más fuerzas aunque aún no me he recuperado, pero espero hacerlo pronto y poder darlo todo en esta novela. Un beso y un abrazo enorme a todos  y todas los que me habéis mandado mensajes de apoyo, os adoro y os lo agredezco muchísimo :))

p.d. foto de Eric. 

The Outsider. (El rebelde)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora