Volando alto (VCLN2)

#11: El club

ORIANA POV:

Le di un mordisco tímidamente a mi hamburguesa, cuestionándome a mí misma si una modelo podía comer aquello y salirse de su dieta tan sólo una vez. De todas formas, ya había empezado a comer y supongo que sólo sería aquel día.

Había empezado el picnic con Álvaro y su novia, Sofía. Era muy linda, cabello castaño, delgada y unos ojos preciosos. Era muy dulce por si faltaba decir, sin embargo, seguía con la duda de qué le habría pasado tan gravemente que Álvaro fuera corriendo a verla.

Aunque decidí sacármelo de la cabeza, al menos durante el picnic. No quería que fuera un momento incómodo mientras que debía ser un almuerzo agradable.

-Y, Oriana- habló la voz de Sofía-. Álvaro me mencionó que eras modelo. ¿Es eso cierto?

Solté una leve risita mientras asentía con la cabeza. Mis reacciones a aquellas preguntas me tomaban desprevenida a mí misma, no sabía qué decir o qué hacer, simplemente podía reírme.

-¿Y cómo es? ¿Caminar con tacones más altos que tu misma altura y usar vestido tan ajustados que no puedes respirar?- bromeó ella dándole una mordida a su sándwich.

-Mm... algo así- respondí poniendo los ojos en blanco divertida-. Fue difícil acostumbrarme a usar montañas en los pies, antes de ser modelo solía usar zapatillas y un estilo de tacones mil veces más bajos.

Ella asintió y continuamos comiendo. Estaba siendo un almuerzo entretenido la verdad. Sofía era muy comunicativa conmigo, era muy simpática y era muy bromista. De verdad que hasta se podía decir que podía ser una gran amiga.

-¿Y vas a ir al club?- preguntó de repente ella dirigiéndose a mí.

La miré extrañada. ¿Club?

-Un tío mío trabaja ahí, es el de la seguridad. ¿No quieres venir? Álvaro y yo iremos esta noche- dijo ella sonriéndome.

Álvaro la miró preocupado y le susurró algo al oído, mientras que yo estaba hundiéndome en mis propios pensamientos.

¡Perfecto! Un club. Podía ir con Álvaro y Sofía, ellos se la pasaban juntos y yo aprovechaba de buscar a un buen novio falso. Necesitaría la ayuda de Mateo para encontrar a uno, eso sí, por lo que él también tendría que venir conmigo, después de todo él fue quien se ofreció con lo de ayudarme así que no era un problema.

-¿Y qué dices?- habló nuevamente Sofía, sacándome de mis pensamientos-. ¿Te anotas?

Sonreí y asentí levemente con la cabeza. Ni siquiera tenía que preguntarlo, era un "SÍ" gigantesco. Ahora debía encontrar qué usaría, necesitaba un buen atuendo para que algún chico soltero se fijara en mí.

Dejamos el tema del club a un lado y continuamos con el picnic. Se pasaba realmente bien con ese par, eran muy agradables y además hacían una muy bonita pareja. Sin embargo, cuando se besaban enfrente mío o se hacían cariños, pues yo sentía que en cualquier momento vomitaría arcoiris.

Aunque, al final de cuentas yo deseaba tener aquello. Un novio real, con el cual pasar el rato, divertirme, besarnos, abrazarnos, caminar por la calle tomados de la mano. Un chico al que realmente quisiera. Pero no, tenía que conseguir a un británico en un club para poder posar frente a las cámaras y que se fuera mi fama de perra.

Aveces sentía que yo no era real, y no en el buen sentido. Sentía que nada encajaba. Mi madre con Dalton... qué horror. Él podía tratarla bien, de acuerdo, podía no agradarme, quedaba claro... Pero juntos no encajaban, porque él estaba transformando a mi madre en algo que no me gustaba para nada.