Punto muerto

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Try: P¡nk

Es curioso como los humanos decidimos destruirnos mutuamente.

Es curioso como sufrimos por quien no se merece sufrir, o amamos a quien no debemos mientras que quien nos ama de verdad no le hacemos ni puñetero caso.

Y damos bastante asco en ese sentido.

Te quiero.

Nunca me había sentido peor después de que me dijeran esas palabras, incluso cuando lo hizo Lucas el día de mi cumpleaños, sus palabras me cabrearon, sobre todo por llegar tan tarde, en cambio las de Marcel me provocan una tristeza infinita y un sentimiento de culpa que no se me quita, y ese sentimiento aumenta cuando recuerdo lo que le contesté después de su confección.

Mañana voy con Lucas a ver el último partido de Catherine Wells.

Soy la peor persona del mundo.

Mi novio es la persona más dulce y adorable que existe, y encima me quiere, me protege y me cuida y yo vivo enamorada del idiota de mi amigo, el futbolista que guarda un secreto bastante malo como para no querer tener una relación conmigo.

—¿Qué te pasa? Preces distraída. —Dice Lucas a mi lado.

Le miro un segundo antes de volver la mirada al campo donde se está disputando el partido de fútbol femenino.

—No me pasa nada. —Miento, él no le hace caso y mantiene su mirada en el campo.

Lucas y yo no hemos tocado el tema de su confesión y de los sentimientos que sentimos el uno por el otro desde aquella noche después de la gala de la entrega de la bota de oro, y en parte me alegro, porque no estoy dispuesta a abordar de nuevo el tema.

Suspiro intentando dejar el tema aparte y concentrarme en lo máximo en el partido que se está disputando delante de mí.

Lucas no deja de hacer comentarios cual entrenador.

—¿Qué harás cuando cuelgues las botas? —Le pregunto de pronto interesada sobre de que será su vida después de jugador.

—He pensado bastante en ello, puede a que me dedique a entrenador. —Sonrío, sin duda no lo haría nada mal.

—Míster Ribeltta. —Me burlo, aunque no suena nada mal. —Abordarías el papel. —Le digo, y él sonríe. Nos dedicamos a seguir el partido hasta que finaliza la primera parte donde recuerdo rápidamente la invitación que me llegó el día de ayer. —Por cierto hoy me ha llegado la invitación de la boda de Dani y Julia. —Ayer me sorprendí mucho al ver la invitación no esperaba que me invitaran directamente.

—Le dije que no te invitara. —Bufa Lucas, le miro y él se ríe por lo mal que ha sonado su respuesta. —Le dije que vendrías como mi acompañante, que no hacía falta invitarte. —Se encoge de hombros.

—Te veo muy seguro de ti mismo. —Arqueo las cejas.

—Porque así será, vas a venir conmigo. —Le dedico una mueca y él sonríe.

—Me sorprendió el día. —Le digo. No es normal celebrar una boda el 22 de diciembre dos días antes de nochebuena.

—Fue cuando empezaron a salir, y no quieren tener dos fechas diferentes, quieren celebrar su noviazgo y el día de su boda en el mismo día, cosas raras de pareja. —Se encoge de hombros y yo me río.

****

—¿Cómo ha ido el partido? —Pregunta Nikki cuando llega después de saludarnos, hace unos minutos que ha hecho acto de presencia junto con Amanda después de su descanso en la Bahamas.

La respuesta no es la huidaWhere stories live. Discover now