Anclado

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- ¡He traído alcohol! - Grita Raúl nada más entrar a mi apartamento, levantando el pack de cervezas que lleva en las dos manos.

- No sé, un me alegro de verte, estaría bien, ¿sabes? - Le espeto. Oigo a mis amigos reírse.

- Venga ya, solo llevamos sin vernos todo el verano, no te pases. - Le quita importancia Raúl.

- Claro, nada más, solo todo el verano. - Suelto con ironía. Llevamos todo el verano sin vernos, yo me he pasado el verano en Toledo, junto con Marcel, que llevaba mucho sin ver a sus padres, y luego nos hemos ido una semana a Sevilla.

Mientras que Raúl ha estado en León con sus padres y Raquel, y Natalia ha estado en Roma con Úrsula y Soraya.

Estamos a uno de septiembre, después de unas largas y fantásticas vacaciones, y hoy por fin nos encontramos todos en Madrid, yo volví junto con Marcel hace cuatro días, Natalia y las chicas volvieron ayer y Raúl y Raquel han vuelto esta mañana.

Raúl se adentra en mi apartamento y deja las cervezas en la barra de la cocina junto con toda la comida.

- ¿Qué le ha pasado a tu chico? - Me pregunta apoyándose en la barra. Marcel y yo nos miramos sin entender de que habla.

- ¿Qué chico? - Pregunto llevándome a la boca un patata.

- Ribeltta. - Exclama. Lo entiendo como para que le explique el porque no está aquí, supongo.

- ¿Y por qué es su chico? - Pregunta Marcel. Raúl se encoge de hombros sin querer entrar en detalles.

- Se fue a Miami con Mark, justo cuando empezó el paradón de vacaciones. - Raúl sacude la cabeza como si eso no fuera lo que preguntaba.

- No, que porque no ha fichado con el United. - Frunzo el ceño si entender de que habla. - ¿Pero tú donde vives? ¿En una cueva lejos de cualquier tipo de información? - Me dice con ironía.

- He estado ocupada. - Replico. Raúl pasa la mirada entre Marcel y yo y pone una mueca de asco antes de seguir hablando.

- Pues no ha fichado. - Me dice lanzándome un diario que adivino que es de hoy.

Ribeltta se queda en España.

Es el titular del diario.

Frunzo el ceño mientras sigo leyendo.

El London United se queda a las puertas del triunfo, Ribeltta era su camino hacia la copa de la Premier League, pero no podrá ser, los clubes que en un principio estaban en mutuo acuerdo cuando la FIFA abrió los mercados de transferencias, ahora anuncian que Ribeltta se queda donde está.

Dejo de leer y le devuelvo el diario a Raúl.

No hago caso a nada de lo que están diciéndome y me pongo a comprobar mi teléfono.

Ninguna llamada de Lucas, ni ningún mensaje.

- Joder, seis llamadas de Nikki y tres de Amanda. - Susurro más para mi que para nadie más, pero todos me oyen.

- Y sí, amigos míos, Amanda es la modelo, para que veáis con las estrellas con las que se codea nuestra pequeña Verónica. - Oigo que se ríe Raúl.

- Vete a la mierda. - Le digo mientras le devuelvo la llamada a Nikki.

- Nikki, ¿me has llamado? - Pregunto después de que la diseñadora me coja el teléfono.

- Si, llevo llamándote todo el día. - Replica soltando un suspiro.

- Lo siento, no había mirado el teléfono y lo tenía en silencio. - Me disculpo.

La respuesta no es la huidaWhere stories live. Discover now