Puro fuego.

2.3K 89 29
                                    

Fire meet gasoline: Sia

27 de mayo.

Mañana es 27 de mayo.

Suspiro mientras vuelvo a mis apuntes, me encuentro en casa de Natalia estudiando para un examen que tenemos la semana que viene y estoy echa todo sentimientos, emociones y nervios.

A pesar de que la mayor parte del causante de esos problemas sea el juicio al que debo asistir mañana también lo es Lucas.

Llevo sospechando que estoy enamorada de él desde aquella noche en el campo de fútbol.

-¿Es cierto eso de que London United te ha ofrecido jugar con ellos? -Pregunto recordando la pregunta que no contestó del todo bien esta mañana en la rueda de prensa.

Lucas deja el balón a un lado y se sienta en el césped a mi lado.

-El club ingles me ha dicho que cuando la FIFA abra los mercados para la Champions, intentarán comportarme al club, y la Federación me ha comunicado que si yo quiero irme, que estarán dispuestos a sentarse a negociar con el London United. -Me explica. Me siento poniéndome recta.

-Pero no aceptaras... -Aventuro. Lucas se queda callado lo que niega rotundamente mi afirmación. -¿Vas a irte a Londres? -Pregunto exaltada.

Lucas se encoge de hombros.

-Es posible, necesito cambiar de aires, y si de aquí a la Champions, no he cambiado de parecer, seguramente me vaya a jugar a Inglaterra. -Me explica. Me quedo callada, asimilando toda la información que acaba de darme.

Apenas quedan meses, la Champions empieza en agosto.

-¿En serio? -Pregunto demasiado sorprendida, y mortificada.

-Si. -Responde demasiado seguro y serio.

Suspiro ruidosamente, pero Natalia apenas me hace caso, sigue demasiado metida en sus apuntes.

-¿Cuándo sabes si estás enamorada? -Pregunto de pronto.

Natalia suelta el bolígrafo contra la libreta, y se quita sus gafas de pasta que solo usa para leer.

-¿Ribeltta? -Pregunta. Asiento suspirando de nuevo. Ella me mira fijamente. -No creo que sea tan malo. -Murmura. -¿Cómo sabes qué él no siente lo mismo qué tú? - Pregunta desafiante. Sacudo la cabeza.

-Lo sé. Él no siente nada por mi, Nat. -Le digo aunque no me afecta, no me afecta porque ya sabía lo que sucedería, sabía que no debía esperar nada de él y no tengo derecho de reprocharle nada.

-¿Cómo lo sabes? -Me reta ella. -¿No os habéis enrollado? Porque como sea así siento decirte que el tío es gay, es decir, coño solo hay que mirarte. -Levanta las manos mientras gesticula en mi dirección.

-Sí, es decir no, bueno, a ver, sí, nos hemos liado pero ya está le paré y le hice prometer que no iba a besarme más. -Nat me mira con el ceño fruncido sin entenderlo.

-Pero, ¿tan mal besa? -Arquea las cejas.

-Que va, y que baje Dios ahora mismo si miento. -Natalia suelta una carcajada.

-¿Y entonces por qué coño le has dicho qué no vuelva a besarte? -Me pregunta con tono de enfado, pero sé que no está enfadada.

-Porque no quiero que me cree ilusiones, no quiero que me bese a mi y no saber si después lo está haciendo con otra, quiero una garantía. ¿Lo entiendes? -Pregunto. Nat sacude la cabeza.

La respuesta no es la huidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora