𝐁𝐎𝐎𝐊𝐒: Como si me leyeras ☕︎︎ 𝐡.𝐬

Capítulo 14: ¿Puedo entrar?

Han pasado tres semanas desde que lo ocurrido entre Harry y yo, y todo sigue tan fresco como si hubiese sido ayer, aunque nada ha vuelto a pasar, sin embargo. Nada más que algunas cuantas visitas a la escuela por parte de él, tres veces a la semana. Me ha invitado a la librería en la que trabaja unas tres veces y en todas ellas me ha regalado un libro, el cual nos llevamos a un rincón de la librería en donde hay un gran sofá color calipso, en donde nos sentamos cómodamente y Harry comienza a leerme en voz alta el primer capítulo. Ha hecho eso con los tres libros que me ha regalado y ciertamente me encanta. La forma en que lee, la forma en que recita las palabras e inclusive cambia el tono de su voz cada que un personaje habla entre diálogos para no confundirme, cosa que me hace reír y me hace feliz.

Aun así, no hay muchas cosas que sepa acerca de Harry. Sólo sé que estudia en la universidad cada vez que él quiere. Su tío es el rector de esta y le ha dado la facilidad de hacer aquello sin darle muchas largas. Harry estudia en su casa y sólo va a rendir exámenes en la universidad, y funciona para él. Cada vez que le pregunto el motivo por el cual no va a la universidad con sus demás compañeros su mirada se entristece y evita el tema diciendo que hubo un "problema". Cabe decir que estoy muriendo de la curiosidad por saber qué es lo que pasó, pero ciertamente no me incumbe indagar en el tema, por mucho que quiera.

Por otro lado, Dalia está más que enamorada de Jamie. Últimamente no lo he visto por aquí, sin embargo Dalia dice que han decidido juntarse en parques y cosas por el estilo, ya que a Jamie no le queda muy cerca la universidad como para venir a buscarla y han decidido juntarse en puntos neutros para ambos, cosa que me parece muy justa.

Me siento ya mentalmente agotada cuando me dirijo a mi siguiente clase: Historia. La verdad no se trata de que no me agrade historia, pero no me agrada historia. Fin. Aunque el profesor trate de hacer sus clases interesantes, no lo son para mí. Memorizar años, fechas y acontecimientos en mi cabeza no es algo que se me de muy buen que digamos. Algunas historias son realmente interesantes, pero en el momento en que me piden decir en qué año ocurrió el suceso, quedo en blanco. Apenas y puedo acertar a un año aproximado.

Cierro mi casillero para girar a la izquierda y toparme con la sonrisa de Derek. Doy un pequeño salto por el susto y él se limita a reírse de mi acción.

—Hola, Evan —saluda con una sonrisa en su rostro.

—Vas a provocarme un ataque cardíaco sí sigues apareciéndote así como así —lo reprendo en tono suave.

—Lo siento. Es que realmente me encanta ver cuando te sobresaltas —admite, rascándose la parte posterior de su cuello—. Bueno...ya han pasado algunos días desde la semana pasada. Así que me preguntaba si esta vez no estarás ocupada y te gustaría salir conmigo.

Miro a Derek con ternura. Ha estado invitándome a salir desde hace dos semanas atrás, al menos unas cinco veces y he tenido que rechazarlas todas. Derek es mi mejor amigo, pero he comenzado a notar que él quiere que seamos "algo más", y aunque no quiero lastimarlo diciéndole que no, tampoco quiero hacerle ilusiones aceptando sus invitaciones. No si cuando esté con él, en mi cabeza esté pensando en otra persona.

—Derek, ya sabes que...—trato de inventar otra excusa para rechazarlo. He dicho tantas que ya mi mente no puede procesar alguna en este momento, y no sé qué hacer.

—Sé lo que vas a decir —me interrumpe—, pero por favor, no me rechaces esta vez, ¿quieres? Puedo hacer que sea divertido y esta vez estaré a tu lado, no contigo viéndome desde una grada —promete y siento el tono decidido en su voz.

No puedo rechazarlo. No otra vez y no con él pidiéndomelo con tantas ganas.

—Bueno... Está bien —digo rendida—. Supongo que podemos salir una vez.