𝐁𝐎𝐎𝐊𝐒: Como si me leyeras ☕︎︎ 𝐡.𝐬

Capítulo 13: Ven aquí.

No sé cómo describir el sentimiento de felicidad que me asalta cada vez que estoy con Harry. Felicidad y nervios a la vez. Es simplemente un hombre tan cerrado en sí mismo y en aquella fachada de tipo tranquilo, misterioso y enigmático que siempre lleva consigo. Es algo que simplemente me atrae a él como polilla al fuego, y tengo mucho miedo de quemarme o chocar contra algo y hacer el ridículo, para variar.

Soy pésima patinando y esta vez realmente lo demostré. Nunca lo había hecho de todos modos y supongo que es normal caerse una y otra vez sobre el asfalto congelado siendo mi primera vez, pero aún con aquella excusa no puedo apartar la vergüenza que siento al recordar la expresión de burla con la que Harry me miraba cada vez que me caía y las muchas veces que trato de salvarme de un golpe en el trasero sin éxito alguno.

Literalmente y con todas sus letras; soy el desastre hecho persona.

—Dios mío. Nunca pensé que fueras tan jodidamente mala patinando —Harry, quien está en el coche conmigo ahora mientras conducimos en dirección a mi casa, se burla de mí.

—No debiste haberme obligado —me quejo contrayendo mis facciones, disgustada y adolorida.

El camino sigue entre risas y bromas de su parte y también de la mía. No hemos hablado del beso que nos dimos y eso suena bien para mí, ya que de tan sólo pensarlo se me pone la piel de gallina y la euforia se apodera de mí, queriéndome hacer saltar de la alegría y a la vez hacerme un ovillo, o como dice Dalia "hacerse bolita" y rodar por el piso.

En parte también tengo miedo de sus reacciones. En el poco tiempo que lo conozco, sé que puede llegar a ser una persona con un humor bastante frágil; de un momento puede estar haciendo bromas y al otro momento te está haciendo la confesión más extraña que has oído en tu vida. Puede estar coqueteando contigo y al segundo ya está diciéndote que te alejes.

Yo simplemente no puedo seguirle el ritmo algunas veces.

—Creo que hemos llegado —dice al estacionar frente a la casa en donde vivo.

No quiero irme, pero ya se me está haciendo tarde y Ethan debe estar preguntándose donde estoy. ¿A quién engaño? A él le da exactamente lo mismo. Podría haber sido secuestrada y no se enteraría si no fuera porque la única que limpia la casa soy yo, y el que deja los desastres que tengo que limpiar es él.

Me giro para mirar a Harry quien está a mi izquierda mirándome con una sonrisa en su rostro, lo que me hace sentir punzadas en mi estómago. Mariposas, les dicen.

—Gracias por traerme y por... Lo de hoy. Lo pasé bien... Excepto por la discusión que tuviste con Derek. Fue extraño —trato de apartar el tema del beso a como dé lugar, y en cambio, trato de hacerle sacar alguna información de porque discutió con Derek en el partido.

—Sí, lo pasé bien igual —murmura y luego le siguen unos segundos de silencio. Ni siquiera me he desabrochado el cinturón de seguridad —. Tu admirador es un poco violento, ¿no?

—No es mi admirador —rio—, y tú no fuiste tan amable que digamos. —le recuerdo.

— ¿Lo estás defendiendo?

Oh no. Aquí vamos.

Su expresión muestra que se siente ofendido y molesto, pero no puedo distinguir un atisbo de broma o ironía en esta, así que no sé si realmente lo dice porque está enojado o lo dice en tono de broma. Y ciertamente, tampoco me quedaré a averiguarlo.

—Se me hace tarde —rápidamente me escabullo de su mirada lasciva, quitándome el cinturón de seguridad que me retiene. Trato de abrir la puerta con la manija de esta pero es imposible, está cerrada con seguro—. Uh... La puerta está...—balbuceo nerviosa.