Capitulo 8

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Yo estaba tirado en el piso del hospital, me acurruque en una bola. Me sentía... diferente. Un peso se había levantado de mi cuerpo, haciéndome sentir tan ligero como una pluma, pero me sentí como si hubiera alfileres y agujas en todo mi cuerpo, no me dolía, pero era molesto. Me levante del brillante, piso blanco y pulido. Tengo que dormir de pie mientras yo estaba aquí, y luego, caí al suelo o algo así.

Miré a mi alrededor, yo estaba en una habitación fría, pequeña, a la izquierda de mí había una cama, una cama muy larga.

Habia un gran bulto debajo de la tapa azul de espesor. Yo quería saber lo que era. Yo estaba distraído, sin embargo, fue por la puerta gris de apertura. Un hombre alto que parecía un doctor caminó hacia la cama. Él llevaba una chaqueta blanca y larga, y todo ridículo, gafas de color negro. En sus manos llevaba un gran tablero, que estaba hojeando las páginas como si estuviera buscando algo. Dos chicas venian detrás de él, una mujer y una adolescente. Las dos tenían el mismo pelo negro y la misma piel pálida.

-¿Mamá? ... ¿Gemma?

Di un paso hacia ellas. No me veian, estaban llorando, Gemma agarraba la manga de color azul con la mano y se apoyaba su cara en ella, se veía como si estuviera haciendo una mueca, como si ella no quería ver lo que estaba delante de ella. Me volví mi atención de nuevo a la cama de metal a lo que hay allí debajo.Las segui y me pare frente a ellas en el otro lado.

-¡Mamá! Mírame a mí. ¿Por qué me ignoras?- Moví los brazos delante de su cara llena de lágrimas. -¡Mamá!

El médico retiró la cubierta y expone a un niño, no menos de diecisiete años, parecía tan familiar. Su rostro estaba pálido, sus labios se separaron un poco grande y su pelo castaño rizado fue por todo el lugar.

Había pequeños cortes y raspones repartidos por su cara, y su mejilla izquierda parecía muy hinchada. Mi madre dejó escapar un grito fuerte, ensordecedor y cayó en Gemma, que estaba llorando en el pelo de mi madre. Volví la vista de nuevo hacia el chico , entonces la realidad me golpeó como un tren.

-¡No!- Grité en voz alta hasta caer en shock, -¡No!-

Gemma y mi madre seguían llorando histéricamente mientras el hombre estaba explicando algo a ellas, yo no podía oír lo que decía, todo era inexplicable. Esto no podía estar sucediendo, esto era un sueño....

¿Cómo podría estar mirando hacia abajo y ver mi propio cuerpo? Empecé a sentir pánico, las lágrimas empezaron a cegar mi visión.

-¡Mamá!- Grité mientras se alejaba 
-¡Mamá! Vuelve, por favor!- Ella no me oía, nadie podía. Me quedé atrapado en la tierra, como una especie de espíritu fantasmal.. 
-¡Por favor!- Grité- Que alguien me ayude!

Yo estaba tan confundido e impotente, no sabía qué hacer. De pie corrí a la puerta que se cerraba, que tenía que salir de aquí. Tiré de la manija, pero mi mano se dirigió directamente a través de esta, no podía tocar nada.

Me fui enojado patee mi pie en la puerta fea, no golpee nada ... obviamente, se deslizó a través, se envío volando hacia adelante. La horrible sensación recorrió mi cuerpo como la puerta simplemente se pasa a través de mí, mi cara golpeó el suelo, pero yo no sentí nada. Me quejé y me levante, yo estaba en un pasillo largo y blanco con la gente corriendo a través, tratando de pasar entre ellos, algunos estaban vestidos elegantemente, otros no.

Hometown GloryWhere stories live. Discover now