Capitulo 4, Parte 3

60 3 0
                                    

Lee. Me gusta. Comenta. Gana: teedun.com/espanol

—Seis meses.

—¿Seis meses de qué? —preguntó Stephanie.

—En seis meses puedo aprender todo lo que necesito saber —repuso Ciardis. Alzó la barbilla. Le brillaban los ojos—. Seis meses de poder leer en la Lengua Común a cambio de seis meses de servicio de lavandería.

Stephanie se encogió de hombros y le tendió la mano. Ciardis escupió en la palma de la suya y golpeó la de la otra para sellar el trato. Cuando sus manos se tocaron, dio un respingo. Sintió un cosquilleo agudo, casi como un calambre que le subiera por el brazo.

Stephanie dejó caer su mano.

—Ahora ya sabes leer —dijo.

Stephanie se acercó a abrir la puerta, pero se volvió antes de salir.

—Yo en tu lugar, dejaría de escupirle a la gente en las manos antes de llegar a la Caza del Padrino —aconsejó. Cerró la puerta tras de sí con suavidad.

Ciardis suspiró y volvió a sentar en la cama.

—¡Cuántas reglas! —murmuró para sí.

Tomó el libro y notó que su habilidad lectora ya funcionaba. El título había dejado de ser una serie de palos dorados angulares y resultaba legible. Ciardis sonrió. Había deseado poder leer desde que era una niña pequeña y había visto a muchos viajeros venderles libros a los ricos del pueblo.

Abrió el libro rojo con cuidado. En la primera página había una inscripción: La historia de la familia Weathervane. Un clan noble con poderes sobre todas las cosas.

Ciardis empezó a leer el texto apelmazado y bien definido y no tardó en ver que la historia del clan, de su clan, se remontaba a más de trescientos años atrás, hasta el emperador Favian IV, que a menudo escribían como Favian Stormlord. De hecho, había sido Favian el que diera el nombre de Weathervane al clan de compañeros que tenían la extraordinaria habilidad de amplificar los talentos mágicos de otras personas.

Cuando volvió la página, un trozo arrugado de manuscrito salió flotando. Ciardis frunció el ceño y lo recogió de la colcha, donde había caído a su lado

"Esta mañana me encontré con una chica de piel clara y de risa brillante. Iba corriendo bajo la lluvia, más bien una llovizna suave. Yo iba solo, había dejado a mi séquito en la cima de la montaña. Cuando se acercó, tropezó y cayó sobre mis pies. Su mano manchada de arena tocó mi pie desnudo. Y nació un milagro".

Recitado de Su Alteza Imperial, el príncipe Favian.

Seguía una narración detallada. Hablaba de una tormenta brillante de verano y de la fuerte explosión de magia del príncipe Favian después de sentir el contacto de las manos de la chica. En la narración, la fuerza de la tormenta había aumentado desde una llovizna hasta una tormenta de fuerza portentosa y el príncipe había utilizado a la chica para que atrajera y avivara su magia del mismo modo que una veleta atrae el rayo en una tormenta.

Utilizaba el apodo de Weathervane para llamar a la chica y ese nombre se fue convirtiendo en el modo con el que se referían habitualmente a ella y, más tarde, a los hijos de ella que poseían la misma habilidad.

Las Weathervane femeninas se hicieron famosas por su capacidad para amplificar no solo los poderes de las personas elegidas, sino también los resultados que obtenían con ellos. Pero los varones Weathervane eran más erráticos. Resultaba difícil saber si podrían conectar con una persona o si podrían ampliar su magia. Algunos varones Weathervane eran lo bastante fuertes para amplificar los resultados mágicos de grupos enteros de personas, pero solo cuando estaban todos los individuos presentes, lo cual resultaba menos útil.

Ciardis leyó con mucho interés las hazañas de sus antepasados descritas en La historia de la familia de los Weathervane. Entre ellos había generales, compañeros, príncipes, nobles menores y algo que hizo que Ciardis enarcara las cejas: ladrones. "Eso es interesante", pensó, cuando leyó más sobre Kieran, el Weathervane que había juntado un grupo de ladrones que habían llevado a cabo hazañas legendarias.

Hacia la mitad del libro había una cronología familiar. Al lado de cada nombre aparecía también una breve descripción física: cabello plateado, cabello rubio, cabello negro; piel aceitunada, piel clara, piel de color canela o piel oscura. Pero todas las personas descritas poseían al menos un rasgo en común: todas tenían los ojos dorados.

"Igual que los míos".

La última Weathervane que había nacido había sido una chica, Lily, treinta y siete años atrás. Según el texto, tenía el cabello negro y la piel de color canela. "Mi madre también tenía el pelo negro", pensó Ciardis, entusiasmada. Era una de las pocas cosas que recordaba de ella.

Al leer atentamente el resto del texto, encontró un pequeño párrafo que decía que las hembras magas siempre recibían el apellido de sus madres. De hecho, las niñas siempre recibían la segunda mitad del nombre de su madre.

"Por ejemplo, a Erin Stonebreaker se la conocía como Erin Breaker hasta su cumpleaños número quince. Al obtener sus poderes, recibía con ellos el derecho titular a reclamar el nombre completo. Lo mismo ocurre con los Weathervane. Cada niño, hembra o varón, recibe el nombre de Vane en el registro de su nacimiento. Solo se les permite cambiar el nombre después de que se hayan manifestado sus poderes".

Ciardis se enderezó en la cama. Acababa de darse cuenta de que su madre había hecho lo mismo con ella. La había llamado Ciardis Vane por el nombre de su familia, no por Vaneis. Los varones, incluidos los varones magos, tomaban la última mitad del nombre de sus esposas.

Un ejemplo continuado de los nombres de un niño varón sería Marx Breaker. Tomó el apellido de su esposa Erin Stonebreaker, como hacen todos los hombres, mágicos o mundanos. Antes de su matrimonio, se le conocía como Marx Chemist, y Chemist era el apellido de su madre.

Después de dos horas de lectura, Ciardis cerró el libro con un suspiro de cansancio. Miró por la ventana y vio que faltaban pocas horas para el amanecer. Necesitaba dormir. Después de ponerse un camisón y de dejar el libro con cuidado sobre el escritorio, se acurrucó en el centro de la gran cama.

"Podría acostumbrarme a esto", pensó con una sonrisa irónica.

teedun.com/espanol

Juramento de Crianza (Libro 1 Luz de la Corte en Espanol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora