Capítulo 42.

322 32 2
                                    

Probablemente había tomado la peor decisión de su vida, esto le costaría tanto. Joe no sabía como ser un padre, no sabía que decir o hacer, no había estado presente durante el embarazo de Elisse, por ende, no tenía el mínimo conocimiento acerca de lo que debería hacer. Tenía amigos que eran padres, sus compañeros de equipos cada training camp solían llevar a sus hijos, Joe convivía con niños por eso, pero, no sabía criar uno, se esforzaba por Joshua y parecía que sabía lo que hacía pero no, era como si un niño aprendiera a caminar. Miraba a Elisse tratando de obtener una respuesta, como si esa media hora en silencio fuera a terminar en algún momento pero parecía que no. Ella miraba al techo, al suelo, se miraba a si misma y no emitía ni un sonido. Se habían vueltos dos extraños.

- ¿Tienes algún antojo? - Preguntó Joe, pero Elisse no respondió.- No puedes estar siempre enojada.

Ni siquiera lo miró, tal vez estaba haciendo algo malo, tal vez era el karma por haber sido tan mala persona en su pasado y que por eso le iba tan mal ahora. Se acercó con cuidado al vientre de Elisse, parecía tan irreal que dentro de ella se encontraba otra prueba de que debían estar juntos, de que nunca debieron separarse. 

- Hola allí, pequeño.- murmuró Joe con cariño, hizo una corta y breve pausa.- O pequeña. Soy tu papá, y quiero que sepas que te amo más de lo que puedo expresar con palabras. Haré todo lo posible para ser el mejor padre para ti, para ti y para Joshua. 

Elisse se movió al contacto, lo miró ahí recostado como si pudiera escucharlo. ¿Por qué hacía eso? Ambos habían sido malos y realmente ahora estaban siendo tan inmaduros al dejarse llevar por lo demás, que parecía ser un grave problema para ellos. 

- Lo siento.- Continúo Joe.- Lo siento mucho por todo lo que te he hecho pasar. No fui justo contigo, y me arrepiento de cada momento en el que te hice daño.

Está vez miró a Elisse, sus disculpas parecían realmente sinceras, pero ella no entendía el por qué lo hacía. Si amas a alguien lo cuidas, no lo dejas caer al vacío y te arrepientes después de tres años.

- No pasa nada.- Dijo ella finalmente.

- Claro que pasa, eres la mejor persona que jamás haya conocido y te hice mucho daño.- Respondió Joe levantándose enseguida para hacer contacto visual con Elisse, que seguía visiblemente afectada.

- No, ya no importa. Tres años después se olvida.

Joe estuvo a punto de responder, no quería dejar las cosas tan tensas. Pero el médico terminó interrumpiendo en su conversación.

- Disculpen la interrupción.- dijo el doctor con amabilidad, su mirada pasaba de Joe a Elisse.- Pero es hora de que Elisse se someta a una ecografía.

Joe asintió, sintiendo un nudo en la garganta mientras se levantaba para acompañar a Elisse. No la iba a dejar sola y mucho menos no formaría parte de momentos tan importantes como ahora, llevaron a Elisse en silla de ruedas hasta el consultorio, Joe la siguió en cada momento. Elisse se agarró de la mano de Joe mientras caminaban por los pasillos del hospital hacia la sala de ecografías. Su corazón latía con fuerza en su pecho, en cualquier momento se saldría de este, ambos estaban nerviosos y no podían dejar de pensar en todo lo que pasarían. 

Cuando llegaron al consultorio, acostaron a Elisse en la camilla, cortaron la bata que llevaba para poder colocar el gel. Aún no iniciaba la ecografía y él ya estaba llorando. 

Se aferraron mutuamente las manos, encontrando consuelo y apoyo en el contacto.

En la pantalla, apareció una imagen borrosa al principio, pero luego se enfocó lentamente en la pequeña figura que yacía dentro del útero. Elisse contuvo el aliento mientras observaba maravillada, lágrimas de felicidad llenando sus ojos, le recordó todo lo que vivió con Joshua, como si todo se repitiera, sólo que esta vez Joe la acompañaba.

- Ahí está.- Susurró la gincóloga que los había recibido, señalando el monitor con una sonrisa.- Tu bebé.

Joe apretó suavemente la mano de Elisse, en la pantalla pudieron ver claramente los contornos de su hijo, sus pequeñas manos y pies, y escuchar el latido de su corazón.

- Es perfecto.- Murmuró Elisse apretando la mano de Joe.- Nuestro bebé.

Joe asintió, tenía lágrimas en sus ojos. Estaba realmente asombrado, no podía creer que ese era su pequeño. 

- Sí, es perfecto.- Dijo con voz temblorosa, tenía tanto miedo.- Solo mira cómo se mueve. Es increíble que tengas eso.

La doctora y Elisse rieron, por primera vez en semanas Joe volvía a ver la sonrisa de Elisse. 

- Está perfecto, el golpe no lo afectó. Tienes tan sólo seis semanas y estarás bajo medicamento, el simple en embarazadas. Estarás bien. 

Dijo la doctora antes de quitar el aparato de su vientre, cuando Elisse volteó para ver a Joe se dio cuenta de lágrimas en su rostro. Joe no era un hombre que demostrará demasiado sus sentimientos, pero cuando lo hacía, era algo maravilloso. 

(...)

Elisse dormía como un ángel en la camilla del hospital, mañana por la mañana podrían irse a casa, lo que significaba que tenían toda una noche para pensar lo que tenían que decirle a sus familias. ¿Cómo se supone que deberían decirles que tendrían otro hijo? Sobre todo por las dificultades que tenían, por todo lo que estaban pasando, los problemas, la situación con Joshua. 

Joe tomó su teléfono, marcó el número de su madre porque sabía que por el momento ella era la única persona a la que debía contarle todo. No le respondió al principio, hasta unos minutos después que se escucho la voz de ella a través del celular.

- ¿Joe? ¿qué sucede hijo? ¿cuando vendrás? - Preguntó Robin asustada, había estado horas tratando de localizarlo.

- Mamá... estoy con Elisse, en el hospital. Mañana iremos. 

- ¿Qué? Siempre que tienes problemas es con esa mujer. Alexa te convenía mil veces más, incluso Olivia. - Dijo molesta.

- Mamá, tienes que empezar a tratarla bien.- Él no estaba para nada dispuesto a dejar que tratarán mal a Elisse.- Tendremos otro hijo.

Maroon. | Joe Burrow. (L2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora