Capítulo 47.

362 23 3
                                    

Nadie de su familia tenía idea de lo que estaba a punto de suceder, pues ninguno había sido informado acerca de la boda repentina que Joe se había encargado de organizar, todo fue de imprevisto, pero seguramente saldría completamente bien. Entraron juntos al despacho y un juez ya los esperaba, conjunto a dos testigos que él registro les prestaba por la única ocasión de su matrimonio, Elisse tenía tantos nervios porque quería que Joshua aceptará a Joe como su padre, tal y cómo siempre debió ser y ahora lo sería. Tanto sacrificio, esfuerzo, lágrimas habían valido la pena porque ahora podrían estar juntos como siempre debió ser, como la Elisse de hace tres años lo había soñado y que no había podido ser por las dificultades que tuvieron en el camino, pero lo habían logrado. Serían felices para siempre.

El juez de paz inició la ceremonia con unas palabras de bienvenida, destacando la importancia del compromiso que estaban a punto de asumir. Dándoles una charla motivacional acerca de lo que estaban haciendo, ambos se miraron entre sí y asintieron a cada palabra que decía el juez. Pronto procedió a hablar sobre los trámites legales y aclararle que iban a entregar la acta de matrimonio unos días después. No tenían anillos, así que simplemente tuvieron que dar sus identificaciones para poder firmar el acta. Ambos se acercaron a la mesa preparada con el documento, sus manos temblaban ligeramente por la emoción del momento. Con la pluma en mano, comenzaron a estampar sus firmas en el papel, sellando así su unión legal ante la ley.

- Me alegra decirles que oficialmente, son marido y mujer. Puedes besar a la novia.- Habló el juez,  pues una vez que terminaron de firmar, el juez de paz no dudo en declarar solemnemente que Joe y Elisse eran oficialmente marido y mujer. 

No podían creer lo que había sucedido, sobretodo Elisse, que hace una semana su vida era otra y era diferente, pues nunca imaginó que terminaría por casarse con Joe en esas circunstancias, había soñado tantas veces con esa boda y había planeado cada detalle sin embargo, jamás pensó que sería de esta forma. 

Ellos se tomaron la mano y se dieron la vuelta, salieron del despacho, lo hacían como esposos de manera oficial. Corrieron hasta llegar a la salida, Joe puso sus manos en la cintura de su ahora esposa y la levantó en él aire, dando algunas vueltas.

- ¿Puedes creer que finalmente estamos casados? - Dijo Elisse entre risas, todo era tan irreal. Joe la puso en el suelo de nuevo atrapando sus labios en un beso, algo corto y que había quedado en pausa.

- Estoy tan feliz de que hayamos dado este paso juntos.- Respondió Joe.

- Es que parece un sueño, no puedo creer que todo esto nos llevará aquí. 

- Parece un sueño hecho realidad, ¿verdad? Pero es real, Elisse. Estamos casados, y no puedo estar más emocionado por nuestro futuro juntos.

Parecía una película romántica, tal vez alguna acerca de un cuento de hadas, así lo sentía Elisse, pues parecía que su vida comenzaba a tomar forma, tal vez la pequeña Elisse jamás creería que terminaría casada con un empleado de su padre.

- No puedo esperar a que le contemos a Joshua. Espero que se ponga feliz, tendrá a sus padres juntos.

Aún quedaban muchas personas por enterarse, pero sinceramente ninguna importaba más que Joshua que era su pequeño motor y razón de vivir.

- ¿Cómo crees que reaccione tú mamá? - Preguntó Elisse en un tono más serio, sabía que Robin la detestaba y más ahora que estaba casada con su hijo.

- No me importa si piensa mal, estoy lo suficiente grande para saber que hago con mi vida.

Joe le sonrió, como si le importará menos el hecho de que su madre podría enloquecer cuando se enterase de la noticia. Pero, ¿qué importaba? Él estaba siendo feliz y era todo lo que estaba bien ahora.

(...)

Habían vuelto al hotel, sólo por ahora, pues más tarde debían ir a casa de Elisse por Joshua y a contarle a Zac lo que habían hecho, Elisse no quería que se enterará por otra persona y que se enojará con ellos. Pero por insistencia de Joe, hicieron una parada en el hotel para poder arreglarse, aún que era todo una trampa por parte de su esposo porque había una sorpresa más que la esperaba.

Ingresaron al hotel, y como de esperarse, Joe la detuvo en la puerta para tomarla entre sus brazos, haciendo la típica entrada nupcial que era muy común en los recién casados, otro apapacho más a su corazón, se sentía completamente amada con él. Era imposible creer que esto no era un sueño. Frente a ella estaba la cama perfectamente decorada, habían pétalos, incluso velas alrededor del piso, pero no causarían un incendio, ya que era a base de pilas. Joe bajó a Elisse frente a la cama, probablemente ese sería su mejor sueño.

- ¿Vamos a tener nuestra noche de bodas? Qué poco romántico Joe, esperaba Grecia.- Bromeó Elisse ganándose una carcajada de Joe.

- Prometo que después tendrás tú luna de miel de ensueño, después de la boda de tú padre.

Había olvidado por completo la boda de su papá, Zac y Katherine se casarían en tres días más, debía estar presente para acompañarlo en un momento importante.

- ¿Te gusta? - Volvió a preguntar él.

Elisse asintió, estaba maravillada pero sobretodo por ser su esposa.

- Quería que nuestra primera tarde como esposos fuera especial.- Acarició la mejilla de su esposa.

- Lo es, definitivamente lo es aún que comamos hamburguesas en la banqueta.- Dijo entre risas. 

Joe se acercó a ella suavemente para unir sus labios contra los ajenos, el beso más dulce de toda la historia y algo que nunca podrían olvidar. Así fue hasta que ambos lograron caer a la cama, sin ninguna preocupación o algún tormento por el futuro, ahora sólo importaban ellos dos y era todo lo que necesitaban, su pequeña familia, era todo. 

Mientras caía la noche se acurrucaron juntos abrazados siendo iluminados por la suave luz de las velas, sabiendo que este era solo el comienzo de su vida como marido y mujer.

Maroon. | Joe Burrow. (L2)Where stories live. Discover now