Maroon. | Joe Burrow. (L2)

Capítulo 19.

Tres años atrás.

Elisse se encontraba en la habitación del hospital, sosteniendo a su recién nacido en brazos, habían sido horas difíciles de parto, su padre había estado con ella y la había acompañado en cada momento tal y como Mac. La luz tenue iluminaba la habitación mientras acunaba al pequeño en sus brazos. Observaba los ojitos curiosos de Joshua y no pudo evitar sentirse tan abrumada por la alegría pero también la tristeza que sentía por lo que le esperaba del futuro a ambos.

Elisse acercó a Joshua hacia su rostro y comenzó a murmurarle suavemente, como si él fuera a entenderle. 

- ¿Sabes, mi amor? Eres un Burrow, mi pequeño. Eres tan valiente y fuerte como tu papá.- Su voz casi se quebró.- Aunque nunca lo llegues a saber. Seremos tú y yo, enfrentando el mundo juntos.

Elisse acunó a Joshua con ternura mientras movía su mano derecha para buscar en su cartera una foto, la foto que había estado guardando para este momento. Una foto de Joe sonriendo, siendo feliz y lo mejor es que esa foto ella se la había tomado, por eso es que había pedido tener su bolso cerca. 

- ¿Ves a este hombre? Es tu papá. Un hombre increíble que seguro se pondría feliz si supiera que estás aquí. Pero yo siempre estaré aquí para llenar tu vida de amor y alegría.

Dejó la fotografía en la cama a su lado, le daba aún cierta nostalgia saber que su vida había cambiado y que su pequeño; quién era idéntico a su padre, jamás sabría la verdad de su origen.

Elisse acariciaba suavemente la mejilla de Joshua, sintiendo la suavidad de su piel. Joshua en respuesta emitió pequeños sonidos que resonaban en la habitación.

- Tú abuela me enseñó fotos dónde tú papá era bebé, y eres idéntico a él, mi amor. Eres una copia exacta de Joe. - Se rió.- Él es maravilloso, seguramente ahora estaría gritándole a todo el mundo que naciste. 

Ella no pudo más, su voz se quebró y sintió como el mundo se le caía a pedazos. ¿Por qué es que la vida tenía que ser tan cruel? se arrepentía de haber huido y de ocultarle a Joe toda la verdad. El daño que le haría al hombre que amaba y a su bebé sería permanente. 

Presente.

- ¿Entonces que dices? - Preguntó Joe, su voz la devolvió a la realidad de golpe. No podía creer que ahora los tenía frente a ella y juntos.

- Supongo que está bien. - Murmuró ella.

Joe y Joshua se emocionaron, levantándose rápidamente del sofá. Elisse los siguió tratando de disimular su incomodidad porque su hijo estuviese con Joe, con su padre. Juntos salieron de la casa, Zac los vio salir y no podía negar que parecían una familia feliz. La familia que su hija siempre se había merecido. 

En el camino a la heladería fue todo de pura diversión, Joe parecía llevarse bien con Joshua y viceversa, hacían planes, Joshua le contaba de sus juguetes, actuaban como lo que eran; padre e hijo. A Elisse se le hizo pequeño el corazón cuando los vio compartir esos momentos juntos, supo que debió contárselo desde que se entero de que ese pequeño ángel venía en camino. Sin embargo, ahora tenía que afrontar las consecuencias.

La heladería estaba iluminada con colores vibrantes, rosa, azul, un sin fin. Y el aroma dulce de los conos recién hechos llenaba el aire. Al entrar, Joe puso en el suelo a el pequeño, Joshua corrió hacia el mostrador listo para elegir su sabor favorito.

- ¡Mami, Joe, mira todos los sabores! ¿Cuál debería elegir?

Joe sonrió mirando a Elisse, volviendo a el pequeño disfrutando de la emoción de Joshua. Elisse sólo pudo sonreír, se sentía atrapada en sus pensamientos, consciente de que cada momento compartido con Joe acercaba a confesarle todo.

- ¿Qué te parece si compramos un helado gigante? —propuso Joe, tratando de aliviar la tensión.

Joe se acercó al mostrador para pedir los helados, Elisse dio un paso atrás para darles espacio, sin embargo, sentada en una mesa cercana se encontraba un grupo joven de chicas que no tardaron en abrir su boca para soltar palabras que a Elisse le incomodaron.

- Es el jugador de los Bengals, ¿no? Joe Burrow, creo que así se llama. ¡Y miren al niño, tiene que ser su hijo! - Murmuró una de las chicas.

- Sí, he oído que la madre está con otro tipo, pero si ese es el padre del niño, ¿no deberían estar juntos? - Respondió la morena.

Elisse apretó la cuerda de su bolsillo, tratando de controlarse, sintiendo la presión de las miradas y los comentarios ajenos. Mientras tanto, Joe compartía risas con Joshua, completamente ajeno al murmullo que circulaba a su alrededor.

- Escuche que está casada con un chico de los Patriots, así que dudo que ese niño sea de Joe.

Trató de no prestarles atención, pero ahora mismo quería correr a cerrarles la boca y gritarles en su cara que el niño era hijo de Joe, que no había nada que esconder. Pero la repentina imagen de su hijo con su helado en manos la trajo de vuelta.

- ¿Estás bien? - Cuestionó Joe, Elisse de inmediato asintió tomando el helado que le ofrecía Joe.- Joshua lo escogió.

Ella le sonrió. 

- ¿Nos vamos? - Preguntó ella. Joshua y Joe estuvieron de acuerdo.

Durante el camino al parque, ellos comieron sus helados sin nadie más que los juzgará, no les importaba porque ahora mismo ya sólo existían los tres, y era como lo que siempre tuvo que ser; una familia feliz.

Joe y Joshua habían jugado todo el camino, las bromas y los juegos no terminaron hasta llegar al parque. Ahí los tres jugaron hasta que Joshua decidió separarse de ellos para ir a jugar a un arenero del parque con los demás niños, por lo cual; Joe y Elisse tomaron asiento en la banca cercana a él, dónde lo pudieran cuidar.

Joe no perdió la oportunidad de ser romántico con Elisse. Le robó suavemente un beso en la mejilla.

- ¿Recuerdas cuando soñábamos con tener una familia juntos? - Murmuró él, Elisse tragó en seco.

Elisse asintió, con la mirada fija en Joshua. La escena frente a ellos, como Joshua los saludaba, todo les recordaba a cuando soñaban con esos pequeños detalles.

- ¿Cómo es que nuestros hijos se llamarían? ¿lo recuerdas? - Dijo Joe entre risas, de la misma forma, Elisse negó.

Hubo unos minutos de silencio, Elisse se mordió el labio, sintiendo la urgencia de la verdad, no podía quedarse callada por mucho tiempo. Sabía que no podía mantener el secreto por mucho más tiempo. Era hoy o nunca.

- Joe.- Llamó su atención, este de inmediato la miró.- hay algo que debes saber, algo sobre Joshua...