Diez

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—Kiki. You're off.

Chiara removía el yogur Alpro de lima-limón que acababa de comprar en el supermercado de enfrente de la escuela para almorzar. Ruslana intentaba explicar su última cita con el chico con el que definitivamente se estaba viendo, pero ella no podía prestar atención y menos si Martin intentaba llamársela, sin mucho éxito.

Hizo una mueca, inconscientemente.

—Estoy bien.

A ver, bien... Chiara estaba enfadada con Martin.

A lo mejor no tenía motivos reales, pero sentía que su reunión de la tarde anterior con Denna había sido totalmente desleal. Y ya ni hablar de Juanjo: el zaragozano, desde entonces, para ella era una persona non-grata. ¿Ni una explicación iba a recibir? ¿Iban a ocultárselo como si Chiara fuera una chica cualquiera y no la mejor amiga de Martin?

Se levantó, dejando a su amiga con la palabra en la boca y alejándose, ante la mirada atónita de todos. Dejó caer el yogur a la papelera y se alejó. Ruslana la siguió, claro.

—Kiki, ¿qué cojones?

Chiara se giró: —I'm super pissed off. Super. Pissed. Off. Ugh —Chiara bufó—. Como si mi vida no fuera ya una tragicomedia de por sí, ¿sabes qué estaba haciendo Martin ayer, por qué no pudo venir a vernos ensayar? ¡Porque Juanjo y él quedaron con Denna para hablar sobre mí y sobre Violeta! This is disgusting, I swear to God—

—Nena, chill un momento, que tengo que entenderte. ¿Me estás diciendo que Martin, Juanjo y Denna quedaron para hablar de ti? —Chiara, para ser una chica que apenas nunca se enfadaba, parecía que se la llevaban los demonios—. Vale... eso está feo.

—Yo hoy tendría que estar contenta, tía, tendría-que-estar-contenta-porque-es-el-cumple-de-Violeta, pero no... —hablaba a toda velocidad y a Ruslana le dio ternura, pero tiró de toda su voluntad para no reírse—. ¡Y eso no es lo que más me molesta!

—A ver. ¿Qué es?

Chiara directamente le enseñó el móvil en el que se podía leer 'Usuario no encontrado' cuando buscabas lanefervivi.

—Hostia —murmuró Ruslana—. Que ha hecho bomba de humo, me cago en Dios.

—¿Y ahora qué hago? Porque tengo su fucking diario en mi fucking casa. Buah... me está viniendo grande todo esto, yo no sé si—

Ruslana agarró a su amiga por los hombros y la obligó a mirarla: —Chiara: no. Hoy has quedado con Violeta, es su cumpleaños y le has montado una cita guapísima. ¿De qué hemos estado hablando estos días?

—De que tengo que intentar no poner más piedras en mi camino —medio murmuró, no sin antes haber cruzado los brazos sobre su pecho a modo de protección y apartado la mirada.

—Eso, coño. Stop autoboicot. Te gusta esa chica.

—¡Pues claro que me gusta!

—¡Pues demuéstraselo! ¡Que le den por culo a la de los dibujos, tía! Violeta es una persona real, joder —Chiara asintió, convencida—. Y está contigo. No es tu novia, vale, pero tú sabes que tenéis algo muy especial... no lo estropees, por Dios. Te mereces que te pasen cosas buenas ya de una puta vez —la furia de su amiga la contagió. Ruslana siempre la defendería delante de una manada de hienas, tal era su lealtad que se le escapó media lágrima—. Joder, Kiki. No te quería hacer llorar.

—Es que siempre me dices lo que necesito, Rus, y eso te lo agradezco muchísimo. Eres la mejor amiga del mundo, te lo prometo. No me juzgas nunca y, joder, todos los demás están living con la historia de la chica que se pasa las tardes de domingo dibujándome, pero yo ya no puedo más y estoy tan cansada... —Chiara bufó de nuevo—. No paro de comerme la cabeza, I can't stop overthinking about it y eso me agota muchísimo. Tendría que estar feliz de haber conocido a una chica tan especial como Violeta y, aunque cuando estoy con ella últimamente se me olvida hasta el paso del tiempo, una parte de mi mente aún le va a seguir dando vueltas a lo otro, por mucho que intente evitarlo.

A Todas Las Versiones De MíWhere stories live. Discover now