+18 | Keyra Nash tiene un problema y con él solo obtendrá otro.
El día de las tragedias para Keyra se conforma por la infidelidad de su novio, sus pocos deseos de dormir bajo ese mismo techo y el fatal hecho de que no tiene a donde ir ni a quien rec...
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—¿Sabes qué deberías hacer?
—¿Qué? —cuestiono girando en la silla del escritorio en su habitación luego de contarle lo que sucedió en casa y como decidí denunciar a mi hermano antes de venir.
—Cambiar tu apellido, te ofrezco el mío, podemos casarnos mañana.
—Estás tan desesperado por atarme a ti que ni siquiera te preocupa que pueda ser una ladrona igual que mi hermano, tal vez está en los genes —Llevo una mano a mi barbilla fingiendo pensar, él se estira desde el borde de la cama para alcanzar los reposabrazos de mi silla y acercarme a él.
—Me arriesgaré, puedo incluso disciplinarte.
—¿Ah sí? ¿Qué te hace pensar que necesito disciplina?
—Fuiste tú quien dio la posibilidad de ser ladrona, no intentes ofenderte, corazón —Ruedo mis ojos inclinándome hacia adelante y paseo mis dedos por su cabello.
—No voy a cambiar mi apellido.
—Espero que en unos años no encuentres más excusas para rechazar mi propuesta de matrimonio —Sacudo la cabeza exasperada y él coloca sus manos sobre mis muslos—. ¿Cómo estás en cuánto a todo eso? —Bajo la vista a mis manos en mi regazo y suelto un pesado suspiro.
—Me molesta, es un poco...triste terminar así con mi familia, pero... ya no soy la Keyra que salió de allí con su ex —admito vergonzosamente sintiendo mi cuello calentarse y la sensación sube a mis mejillas —. Lo siento mucho por las niñas y Zoe, pero realmente no puedo permitir que él me haga algo como eso aun cuando vio cuánto esfuerzo le puse para conseguirlo, todas las noches que me quedé horneando, otras en la lavandería porque había mucho trabajo y simplemente tomó el dinero sin pensar en eso...
—No te sientas culpable.
—Trato de no hacerlo, pero... para ellas está mal —susurro.
—Robar también está mal, una disculpa no te devuelve el dinero que él gastó —Muerdo mi labio inferior con algo de fuerza y Colton desliza sus dedos bajo mi barbilla para levantar mi rostro hacia él —. Siempre habrá a quienes le incomoden tus decisiones, pero si te guías por eso solo terminarás haciendo todo lo que quiere el resto y nunca lo que necesitas tú ¿está bien? —Su pulgar acaricia el arco sobre mis labios —. No puedes complacer a todo el mundo, corazón.
—Lo sé, pero... ¿Tenía que incomodar justamente a mi familia? Tal vez no son los mejores, pero son la única familia que tengo —murmuro.
—Sé que es triste, pero ¿tu familia es realmente alguien que prefiere verte sufrir por apoyar a quien te hizo tal daño? —Siento mis ojos cristalizarse y aprieto los párpados en un intento por retener las lágrimas mientras mi pecho se aprieta ante esas palabras —. Lo siento, corazón.
—No, tienes razón, es solo que... no lo hace menos triste —Me inclino hacia él hundiendo mi rostro en el lugar entre su cuello y su hombro mientras ahogo el sollozo que quiero emitir.
