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Hice lo que le dije a mi abuela, fui a mi casa y me preparé un té, pero a la hora de dormir fui a la casa de los Swan, ésta vez como última noche. Y eso es lo que le iba a decir a Charlie ahora.

Los dos estábamos en la cocina mientras él terminaba unas cosas del trabajo en su ordenador. Yo estaba acompañándolo aunque no hablásemos.

Estaba convencida de que él podría con la situación, como dijo Eveleen, Charlie era un hombre adulto, pero aún así, al verle con los ojos tan cansados y cómo se restregaba la cara con las manos para despejarse me achicaba un poco el corazón...vamos, Charlie era muy importante para mí...¿Y si realmente no podría sobrellevar lo pesada que estaba Isabella?

Cuando el sheriff cerró el ordenador supe que ya podría hablar sin interrumpir nada de su trabajo.

─ Charlie...─ le llamé sin saber cómo se tomaría lo que le queria decir.

El hombre me miró alzando las cejas y haciendo un gesto afirmativo, para mostrarme que me escuchaba.

─ Volveré a mi casa. ─ dije suavemente ─ Yo...también necesito mi tiempo como Isabella. Los Cullen eran igual de importantes para mí que tu hija, y estar escuchando sus nombres por Isabella no me hace olvidarlos.

Charlie suspiró asintiendo lentamente.

─ Tendrías que habérmelo dicho antes, Gala. ─ dijo con una leve sonrisa. Sonreí tímidamente

─ Me necesitabas, incluso Isabella lo hace aunque no nos dirija la palabra. Tu hija ahora es lo importante y quería ayudarte lo máximo posible.

─ Pero Gala...Bella es...Bella, y tú eres tú. Eres igual de importante para mí. Si no te sentías tan cómoda tendrías que habérmelo dicho.

Sonreí y me levanté de la silla para abrazarlo por detrás mientras él aún seguía sentado.

─ Gracias Charlie. Peor aún así, cualquier cosa que necesites de verdad, dímelo.

─ Claro. Gracias por este mes ─ su mostacho se alzó por la pequeña sonrisa.

─ Ya podrás volver a dormir en tu cama y no en el sofá ─ bromeé.

Me desperté, le preparé el desayuno a Isabella dejándoselo en la habitación y avisándole de que se quedaría sola salí de la casa Swan con mis cosas en mano

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Me desperté, le preparé el desayuno a Isabella dejándoselo en la habitación y avisándole de que se quedaría sola salí de la casa Swan con mis cosas en mano.

Entré a mi casa y soltando un largo suspiro me paré enfrente de la puerta de mi habitación...después de un mes volvería a entrar.

Abrí la puerta y los recuerdos vinieron de golpe.

Vi a Carlisle tumbado en la cama vigilando mis sueños mientras yo dormía, como él me decía que hacía.

Vi como mientras yo leía en la cama él miraba a la ventana sentado en el colchón

Sempiterno || °Carlisle Cullen° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora