Capítulo 18. Parte 2

568 37 4
                                    

Hoy era uno de esos días extraños en donde estaba haciendo tarea, tratando de ponerme al día con los trabajos de todo el semestre

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Hoy era uno de esos días extraños en donde estaba haciendo tarea, tratando de ponerme al día con los trabajos de todo el semestre. . Comenzaba a pensar que no fue muy buena idea pasar las clases durmiendo bajo las gradas...solo un poco.

De repente, empezó sonar mi teléfono.

—¿Qué? —contesté, arrastrando las palabras, como una vaca mugiendo.

—Amigo, ¿en dónde estás? —Jaden estaba al otro lado de la línea, exaltado.

—¿En mi casa?

—¿Un viernes por la noche? Damián, hoy es el partido.

Maldición.

No es que me entusiasmara ir a un lugar repleto de gente y con demasiado ruido, pero los partidos solían ser importantes.

Odiaba recordar su expresión cuando me pidió que fuera, porque obviamente, por razones evidentes, no quería ir.

—Y sip, estaba en mi casa, alistándome ya para salir.

—Genial —suspiró más calmado—, porque estoy muy nervioso. Molly la de las porristas estará ahí.

—¿La de la falda corta? —pregunté

—Todas tienen falda corta. Hablo de la pelirroja.

—Ahhh, esa Molly.

Sí, en realidad no tengo idea de quién es.

—Me dijo que me rompiera una pierna. Eso significa que le gusto, ¿no?

Sí...a veces Jaden podía ser un poco-mucho un idiota.

—Ya...no estoy muy seguro de eso, pero parece que se preocupa por ti.

—Bien, porque la invitaré a salir después del partido. Oh, me tengo que ir, los chicos vienen

Se escucharon unos gritos de fondo y seguido se cortó la llamada.

Me apresuré a hacer los trabajos lo más rápido que pude, y, aun así, no fue suficiente. El partido estaba por comenzar y yo apenas estaba saliendo de mi casa. No había forma que llegara tan rápido. A no ser...

Tuve la estúpida idea de tomar prestada la moto de Elai por un rato; la había manejado un par de veces, pero no es que fuera precisamente un experto. Aceleré, pero fue tanta mi desesperación que excedí el límite y pasé el semáforo exasperado antes de que cambiara a rojo, las llantas resbalaron en el asfalto cuando quise frenar, arrastrando mi cuerpo junto a la moto por el suelo, apenas pasando por debajo del camión enorme que había aparecido enfrente. Cuando giré al frente, una luz cegadora se aproximó. Luego de eso, caí inconsciente.

Abrí los ojos detenidamente, deslumbrado por la radiante luz blanca que me pegaba en la cara. Poco después, me di cuenta que había alguien parado en el marco de la puerta.

A través del Cristal [Cristal#2]Where stories live. Discover now