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Olivia a como pudo lo levantó del piso, estaba más pesado de lo que recordaba y es que era evidente porque el piloto tenía un buen cuerpo, lo acostó en el sofá y soltó un suspiro pasando la mano por su cabello. Fue en busca de alcohol y algodón al baño para ver si reaccionaba, puso el algodón frente a sus fosas nasales y en cuestión de segundos se despertó para levantarse bruscamente.
Miró a la chica sin poder creer lo que le había dicho minutos antes, empezó a negar con su cabeza mientras caminaba de un lado a otro comiéndose las uñas ¿una hija?, ¿en todos esos años había tenido una hija?, se detuvo y la molestia invadió si cuerpo.
—¡¿Una hija?! — le gritó —¡¿De donde sacas eso?!, ¿a caso esto es una estrategia de mi madre? — ella negó —Yo no puedo tener una hija Olivia, yo no puedo ser padre, esto es tan absurdo.
—Antes de que sigas hablado piensa bien en lo que vayas a decir porque en esta ocasión no me voy a arrodillar frente a ti, esta vez me iré y no volveré nunca más así que piénsalo bien.
Permanecieron en silencio por varios segundos en lo que el monegasco trataba de procesar aquella noticia que su exnovia le había dado, simplemente no podía creerlo.
—¿Por qué no me lo dijiste?
Se miraron y fue cuando ella se acercó a él.
—Iba a hacerlo ese último día en el que nos vimos y fue cuando tú me dejaste, me dijiste que no querías nada conmigo, ni hijos, ni familia ni casarte — tragó en seco —Fuiste muy claro así que con la poca dignidad que me quedaba me fui y crié sola a mi hija, quise volver para decirte la verdad y para que estuvieras en el nacimiento pero tú habías cambiado tanto.
—Eso no es una justificación, yo tenía el derecho de saber que sería padre pero gracias a tu orgullo me privaste de algo que merecía saber.
La pelinegra soltó una risita y negó.
—¡¿Orgullo?! — levantó la voz —¡Recuerda lo que me dijiste la última vez!, ¡recuerdalo y sabrás porque lo hice!, admito que jamás iba a decirtelo hasta que ella te buscara porque sabe quien eres, quizás nunca te ha visto en persona pero siempre te mira en la televisión — los ojos de él se llenaron de lágrimas —Pero ahora no sé si eres apto para cuidar de ella.
—No soy un monstruo Olivia.
—Lo sé pero eres muy irresponsable y si hago esto es por tu madre y por Chiara, la llamé así porque una vez tú me dijiste que ese sería el nombre perfecto para nuestra hija —él quiso agarrar su mano pero Liv la quitó —Dime de una vez si quieres conocerla porque sino es así iré con tu madre y le diré que hice lo que pude pero que eres un hombre sin remedio.
