Después de años de relación Pete decide terminar con Ed, al no tener a dónde ir decide quedarse unos días en casa de su jefe, sin imaginarse que ahí comenzaría a vivir el placer más grande que jamás había sentido.
NOTITA: Casi 2500 palabras de pura sexualizacion JAJAJA provechito
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VEGAS
Eran cerca de las 3 AM cuando me encontraba dando vueltas en la cama, de repente el sueño se me había escapado y me sentía un poco ansioso, quizá se deba a qué Pete partirá por la mañana y no lo veré por un par de días, puede parecer que estoy exagerando pero realmente estar lejos de él hace que mi corazón se sienta vacío .
Me giré para mirarlo y se encontraba profundamente dormido, su rostro tenía una expresión de relajación y su boca estaba curveada hacia arriba haciendo parecer que sonreía, quizá estaba soñando algo lindo.
Comencé a observarlo detalladamente y tratando de no tocarlo delinee su delicada nariz, miré ese perfecto arco de cupido que me llamaba a tenerlo entre mis dientes, me moría por chupar sus bonitos labios y sentir su calida lengua. Sin darme cuenta de cuando empecé, lleve mi mano hacia las sábanas que cubrían su cuerpo y las retire lentamente dejando a la vista su delgada pijama.
Tragué saliva fuertemente y con cuidado subí un poco su camiseta, mostrando su abdomen plano y esa cintura que me volvía loco, mi corazón comenzó a latir con fuerza mientras mis manos picaban por querer tocar su piel.
–Pete…—Susurré mientras tocaba su hombro—Pete, despierta…
–Mmh—Comenzó a removerse y entre abrió los ojos para mirarme—¿Qué pasa?, ¿Estás bien?...—Preguntó con voz adormilada y un poco de confusión.
–No puedo dormir—Dije mientras mi vista se paseaba de sus ojos a sus labios—Perdón por despertarte
–Esta bien—Me sonrió—Quieres que te abrace?—Asentí y me acerque más a él de modo que nuestros cuerpos quedaran totalmente pegados. Pete se encontraba un poco adormilado pero aún así intentaba mirarme a los ojos mientras su mano acariciaba mi espalda. Momentos después movió su mano hacia mi nuca y comenzó a acariciar suavemente mi piel, lo cual me hizo sentir como si una ligera electricidad atravesara mi cuerpo, su tierno toque y su intensa mirada me hacían vibrar fuertemente.
Nos quedamos observandonos por varios minutos haciendo que la tensión cada vez fuera más fuerte. Sin dejar pasar más tiempo pegue mis labios a los suyos y de inmediato fui correspondido, al inicio el beso fue suave, nos saboreábamos sin prisas dejando escapar algunos suspiros mientras sus manos se aferraban a mi, al igual que las mías a él. Poco a poco fui besándolo con más avidez, la sensación que había tenido antes al verlo dormido volvió a aparecer y sentía esa necesidad de tocarlo. Lo tome fuertemente de la cintura y lo pegue más a mí haciéndole sentir mi erección, Pete soltó un pequeño gemido en respuesta y tome eso como una luz verde para proseguir. Nos giré un poco para que Pete quedará con su espalda pegada al colchón y me coloqué encima de él, nuestras lenguas estaban fuera de nuestras bocas lamiéndose entre si, cerró sus labios alrededor de la mía y comenzó a chupar como si estuviera haciendo una mamada, lo cual hizo que mi excitación aumentará. Volví a besarlo con entusiasmo y jale con fuerza de su labio inferior haciendo que el sabor metálico a sangre llegará inmediatamente, sonreí por aquello y pase mi lengua por la pequeña herida, Pete se sonrojó pero segundos después también pasó su lengua por sus labios recolectando un poco de aquel líquido rojizo. Comencé a restregar mi erección sobre la suya lo cual nos arrancaba jadeos cada vez que mis caderas simulaban embestidas.
