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Iván Archivaldo.

El doctor tenía con Archivalda un chingo.

—Aver, pero como que esa plebe es tu nieta— dijo Ovidio confundido— Eso significaría que tú— me señaló— y la hija de.... ¡Ay pinché puerco!— me dijo dándome mala cara.

—Deja de decir que Luisa es tu hija— dije enojado.

—¡Pero es mi hija!— se defendió Alfredo.

—Iván tiene razón, Luisa no es hija de Alfredo— dijo mi apá y todos nos quedamos en silencio.—No de sangre, pero el la quiso y la trato como si de su sangre fuera...—

Yo no decía nada.

—...Aunque bueno— continuó mi apá— Supongo que no es el primer hermano mayor que cuida a su hermanita como su hija—

Alfredo agachó la mirada y yo suspiré pesado.

Era la primera vez que mi apá reconocía que Luisa Guzmán era su hija, lo que es un tanto peor.

•••

Flashback

Mi vista se fijó en esa niña de 15 años, ella sonreía mientras me veía.

—¡Tío Iván!— me grito con diversión— Vamos a la cocina— yo asentí mientras caminaba frente a ella.

Era preciosa, pero yo siempre voy primero.

—¿Que pasó chula?— dije mordiendo mi labio mientras me acercaba a ella, la sujete de su pequeña cintura donde daba apretones.

—Iván, ¿ tú me amas?— me preguntó, yo asentí.

—Claro que te amo, eres mi hermana menor— dije cínico.

—vaya..Pues hermano mayor, felicidades por que vas a ser papá— dijo  sentí como se desvaneció mi sonrisa.

—Zulema no está embarazada, digo ya le dije que yo solo quiero a mi junior— le dije seguro.

—Ella no, pero yo si. Vamos a ser papás Iván—

Me dijo ella llorando. Y aunque no quisiera eso me daba machin de gusto.

—Júramelo— le dije mientras me sostenía de algo— júrame que el pinché diablo está ahí adentro—

—Por qué diablo— me dijo ofendida.

—Pues por qué es nuestro pecado, y que mejor refiriéndonos a mi hombrecito como el diablo— sonreí besándola.

Ahuevo iba a ser un varón, yo viejas no quería de hijas.

—¿Estas feliz?— me pregunto tímida y sonreí.

—Vamos a Ser papás Luisa, como chingaos no estoy feliz—

—¿¡QUE VAN A SER QUÉ!?— Alfredo arrabato a Luisa de mis brazos las venas marcadas en su cuello, y cabeza era del enojo que tenía—Dime que no te cogiste a mi hija ¡Dime que no te metiste con nuestra hermana cabron!—

Luisa solo lloraba.

—Pa qué preguntas si ya sabes la respuesta— dije sonriendo mientras le tocaba el viente a mi Luisa.

—Me decepcionaste Luisa, creí que eras más inteligente—

—No, papá, por favor déjeme explicarle—

—¡No me toques!— le grito Alfredo—¡No quiero volver a saber nada de ti!—

•••

DIFERENTEWhere stories live. Discover now