DIFERENTE

5

Vicente Zambada.

Moje mis labios cuando mire como tomaba esa margarita, estábamos en el rancho de Iván, todos estábamos aquí.

—¿Cuantos años dices que tiene tu hija?— le dije a Iván mientras que la seguía viendo.

Archivalda era el pecado echa mujer.

De ella desprendía la lujurio, su voz autoritaria solo me hacía imaginarla brincando sobre mí y gimiendo mi apellido.

—Lo suficientemente chica para ti—

Alfredo Guzmán

Imitaba la acción de Iván al ver a su hija, conocía lo suficiente a mi hermano como para saber que la estaba analizando.

—Si está chula— dijo llamando la atención de todos.

—No hablaremos de sobre la niña está chula o no, menos enfrente de estos perros—dije mientras la observaba—Esta triste— susurre al ver como ella miraba a su hermano quien parecía estarle molestado con algo.

—Gatos, según Archivalda son gatos— dijo Ivan tomando a su cerveza—Adivinen que hizo— nos dijo y todos lo mirábamos—Le compro una parcela a mi apá y sembro mot....

3 disparos o ráfagas se escucharon poniéndonos a todos en alerta.

Iván Archivaldo.

Voltee rápido buscando con la mirada a mi junior quien se encontraba corriendo siendo perseguido por Archivalda quien corría con un cuerno de chivo en mano.

—¡Te dije que te callarás el puto osico Iván!—grito ella mientras lo miraba enojada. Realmente muy enojada. Hasta yo me sentí regañado

—No mames, tengo una nueva fantasía— dijo Serafin mientras miraba a mi hija— En traje de baño con un cuerno de chivo jijuelachingada—

—Archivalda— le grite pero me ignoró, mira que cabrona.

—¡Caleb Archivalda!— le gritó Alfredo y todos nos quedamos callados—¡DEJA A TU HERMANO EN PAZ!— le gritó y ella rapido lo vio con mucho coraje.

—Si no le hizo caso a su papá...— dijo Ovidio, quien fue interrumpido por las mentadas de madre que decía Archivalda mientras se acercaba a nosotros, siendo seguida por su hermano—¿Segura que no es hija de Alfredo?—

—Mi apá es Iván Archivaldo— dijo ella y pude sentir el orgullo a tope, y la cara triste de Alfredo solo me hizo sentir mejor—Que sea un pendejo que no cumpla su rol de padre es diferente, y aunque quisiera haber sido el esperma de esa verga— Señaló a Alfredo— me tocó ser la de esta— me señaló.

Todos se habían quedado asombrados con sus palabras, y es que digamos que Archivalda no era la más culta.

Archivalda.

Mi tío Alfredo siempre fue el papá que quise, el me llevaba a los festivales de la escuela, los días del padre él se comía el pastel que le hacía a mi apá, en mis cumpleaños él siempre me compraba un pastel, a diferencia de mi apá él siempre estuvo.

—¿que fue todo ese escándalo mija?— él tomó mi mejilla mientras me abrazaba, mi apá solo revisaba a junior.

—Deje a su pinche chamaco machista— dije enojada y todos me vieron.

—No le hables así— me señaló mi apá,

—Iván no creo que sea lo correcto que le hables así a tu hija cabron— le dijo Vicente con los puños cerrados.

—Patrón— Néstor llegó a mi mientras miraba a mi apá y ponía su mano en mi espalda baja.

—¿Que gato? ¿No vio que es familiar?— le dije divertida y el solo apretó mi cintura.

Si cada vez que le diría gato me apretaría así de rico, lo haría siempre.

—llegó una camioneta— no dijo más cuando salí corriendo a la entrada con todos detrás de mí.

—Yo estoy puesto pa ti y tú te me quita— Diego y Cesar llegaron cantando esa canción mientras bajaban unos ramos de flores y unas bolsas de marca.

—¿Y esto?— les dije sonriendo mientras todos me veían sorprendidos.

—Tu Tio nos dijo que estabas triste— dijo Diego mientras me empujaba.

—y teníamos que venir a comprobarlo, y por si si o no trajimos unas cosillas—

—Y estos quienes son o qué— Dijo Vicente poniéndose a mi lado.

—Si Archi, cuéntanos— voltee a mirar a Serafín.

Mi apá soltó la carcajada.

—¿Son familia?— dijo Cesar serio al ver cómo me estaban abrazándo, él y Diego eran los más sobre protectores, pero cuando se trataban de asuntos así, era Cesar quien hablaba, su barba cerrada y tomó de voz le hacía ver más serio.

—Es mi vieja— Serafin hablo seguro.

—No mames— mi apá se tocó el pecho mientras con otra mano le pegaba a Alfredo.

—Oí al pendejo— dije mirándolo mal— nomas por que él plebe está bueno y me dio 100 rosas ya se cree el bandamax— dije mientras me alejaba de él.

—Perdón plebe pero..—

—Nada, todos andan muy alucines hoy, y eso solo se ve bien en mí—

Termine de hablar y antes de decir algo más Óscar se bajo de la camioneta con un león bebe.

—Estas viendo que soy más fácil que la tabla del uno y vienes a mí con esa cosa hermosa— dije mientras miraba el leon y luego a él. No sabía cual era la cosa hermosa.

—Ni tan fácil mija, ni tan fácil— habló Serafin.

—¿un leon?— dijo Vicente confundido— si por eso me va a decir cosa hermosa mañana mismo te traigo el pinché zoológico—

Apenas iba a contestar algo cuando ráfagas de disparos se escucharon, los radios explotaban con claves y de más, y a mi solo me importaba Óscar y el miedo que había en sus ojos.