Capítulo 43.

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Narra Dave

Me despido de Mady y su madre y salgo rápido. Cierro a mi espalda y camino hasta mi coche. Al entrar agarro el volante y lo golpeo varias veces, intentando soltar mi frustración con él.

No le he dicho nada a Brooke acerca de Alina. No quiero que conozca más de esa parte de mi vida. No por Alina, si no por todo lo que la rodea. Conocer esa parte de mí solo la alejaría. Conocer lo que pasó ese día le haría abrir los ojos y no quiero. Por más que quiera negarlo, soy un jodido egoísta y evitaré que ella conozca mi pasado.

Miro mis manos, cerrándolas en un puño y me lleva a ese día. La cicatriz en mi mano derecha es el gran recuerdo que me quedará, para siempre. Cierro los ojos e intento controlar la respiración, que se me agita sin control.

Arranco cuando ya estoy en condiciones y conduzco a mi casa. Al llegar entro a la habitación de Alina y acaricio su frente. Cierro los ojos y una lágrima se escapa rebelde. Esas lágrimas que en mi vida dejaré que nadie vea. Esa parte de mí que sólo yo, en mi interior, conozco. Me la limpio con brusquedad y voy a mi habitación. Me dejo caer e intento descansar.

Me siento con la necesidad de hablarle a la despistada, no quiero que esté enfadada o molesta conmigo. Conociéndola ya lo está. Tengo su número de teléfono. No sería complicado. Invitarla a quedar un rato. Hacer que sonría de la manera en la que sólo ella hace. Que se muerda el labio al no saber ni que decir.

Decido ir a darme una ducha. Dejo el móvil en su conversación. Cierro los ojos cuando el agua fría golpea en mi cuerpo y paso las manos por mi pelo varias veces. Intento que su imagen se vaya de mi cabeza y me es completamente imposible. Observo como mi amigo se despierta ante la idea que se crea en mi mente. Gruño levemente y calmo mis ganas. Varios minutos después salgo del baño con los boxers puestos y me encierro de nuevo en mi habitación.

Me tiro en la cama y desbloqueo el móvil. Veo su última conexión y hace bastante que no se conecta. Lo más lógico es que esté dormida ya, pero aún así hago lo que estaba queriendo.

"Hola despistada, ¿Estás dormida? ¿Podemos vernos?"

No le llega el mensaje por lo que doy por hecho que sí lleva un rato dormida. Suspiro dejando el móvil en la mesilla y miro al techo hasta que consigo dormirme con la pequeña en la cabeza.

Me despierto cerca de medio día. Escucho la voz de Alina quejándose con Marie. Río negando y salgo. Me acerco a mi abuela y dejo un beso en su cabeza.

-No seas tan gruñona y haz caso a Marie.

-¡Tú callate niño! - Está en medio de un ataque. Suspiro y busco en su pastillero. Pillo un poco de agua en un vaso y se lo acerco. Me mira y niega. Elevo una ceja y ella sonríe - Que guapo eres - Termina por hacerme caso y se toma las pastillas - ¿Eres mi yerno? - Aprieto mi mandíbula negando. Ella se conforma con la respuesta y mira la televisión en silencio.

-¿No crees que estaría mejor en un centro? - Marie murmura cuando entro a la cocina.

-¿No crees que es mejor que cierres la boca y no opines de lo que no te incumbe? - Suelto bruto. No me gusta que me digan qué hacer y menos si es acerca del bienestar de Alina. A nadie le importa más que a mí - Tú estás aquí para trabajar, no para opinar.

-Deberías follar más, estás muy estresado.

-No contigo - La señalo y saco un poco de café y me lo sirvo. Salgo de la cocina para volver a mi habitación a prepararme para ir a trabajar. Tengo mi móvil apagado por lo que lo pongo a cargar mientras me cambio.

Hago la cama y cojo los papeles que necesito para el trabajo. Al salir de la habitación me cruzo con Marie, pero me aparta la mirada.

Me la suda. Dos problemas tiene.

Camino hasta el salón dónde está sentada Alina.

-Abuela...

-Hola Dave, ¿Dónde vas? - La pastilla ya le ha hecho efecto y la lucidez ha vuelto. Sonrío agachándome a su altura.

-Voy a trabajar, ¿Vale? ¿Te vas a portar bien? - Acaricio su mejilla. Ella asiente sonriendo y toca mi frente.

-Ten cuidado - Murmura cerrando los ojos. Doy un beso en su frente y salgo de la casa. Me monto en mi coche y arranco.

Cuando llevo media hora conduciendo recuerdo el móvil. Mierda. Me lo he dejado en casa y estaba esperando la respuesta de Brooke. Golpeo el volante y aprieto mi mandíbula. Hasta por la noche que no llegue, no veré si la despistada me ha respondido o no. Mierda otra vez.

Narra Brooke

Son casi las nueve de la noche. Miro el móvil un poco frustrada. Desde que me he levantado está mañana y he visto el mensaje de Dave he estado bastante ida. Cuando me lo envió ya estaba dormida pero ahora es él el que no responde.

Leo mi respuesta.

"Estaba dormida, acabo de despertarme. Pensaba que estabas enfadado..."

No me ha respondido aunque tampoco le llegan. Su última conexión es de ayer por la noche, poco después de escribirme. Suspiro y sigo organizando mi ropa en el armario que me ha dejado la madre de Mady.

Ya hemos cenado porque Mady mañana tiene que madrugar. Hoy Cole ha estado más cansado que de costumbre, he hablado con Chris y me ha dicho que no me preocupe. Le he hecho caso aunque no dejo de vigilar a mi hermano pequeño en cada movimiento que hace. Los pequeños se han ido a la cama después de lavarse los dientes.

Cuando termino me siento y me quedo mirando al techo. Suspiro leve quitando el modo silencio del móvil. No se ni qué estoy pensando. Ni siquiera me ha respondido en todo el día. Tampoco lo hará ahora.

Me levanto de nuevo y decido ir a por un vaso de agua. Me lo sirvo y me siento en la terraza. Hace un poco de frío y el pijama de verano que tengo, tampoco ayuda en exceso. Juego con el borde de mi camiseta mientras observo el patio. Es pequeño pero está bastante bien. Ojalá tenerlo nosotros y así dejar que Cole juegue.

La ligera brisa que corre, hace que la piel se me ponga de gallina, por lo que decido entrar. Con cuidado recorro el pasillo hasta la habitación en la que duermo. Al llegar mi boca se abre al ver como la pantalla del teléfono está encendida con una notificación nueva. Sonrío leve y me acerco. Lo desbloqueo y veo que es un mensaje del chico de tatuajes. Me muerdo el labio y me debato en si leerlo o no. Me decido por la primera opción y entro en la conversación.

-"Acabo de llegar de trabajar y no me he llevado el móvil por eso no he respondido"

-"No lo estaba... Siento haber sido tan bruto. Mi pregunta sigue en pie"

"¿El qué?"

-"Que si quieres que nos veamos... No has respondido... No sé cómo tomarme eso"

Me muerdo el labio y sonrío. Escribo pero lo borro antes de enviarlo. No sé muy bien que decirle.

-"Vivo lejos así que tendría que salir ya... Tú sabrás..."

La insistencia me pone aún más nerviosa. Me paso las manos por la cara y suspiro. Siendo completamente realista, quiero verlo.

"Ven si quieres"

-"¿Quieres que vaya?"

"No te lo habría dicho si no"

-"Vale, tardaré un poco... No te duermas"

Río negando y me levanto de la cama. Saco ropa y decido cambiarme. No es plan de salir en pijama. Me pongo un top y unos pantalones porque hace un poco de frío. Cojo además una chaqueta porque no sé donde tendrá pensado que vayamos. Me peino un poco y hago tiempo. Escucho mi móvil vibrar y sonrío al ver la notificación en el móvil.

-"Estoy fuera despistada"

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