-No puedes hacer nada conmigo - Susurro en sus labios riendo. Él niega riendo acariciando mi pelo. Da besos en mi mejilla y yo tomo aire controlando mi respiración.
-Ven aquí- Me levanta acercándome a él y rescostándome sobre su abdomen. Ahora es Dave quien está sentado sobre el capó y yo encima de él.
-¿Por qué me has traído aquí? - Murmuro en voz baja mirando hacia el paisaje.
-Nunca he pasado un rato a solas contigo y me apetecía... Si quieres nos vamos.
-No no... No es eso - Sonrío notando el calor en mis mejillas cuando pasa un pensamiento completamente distinto por mi cabeza.
-¿Qué pensabas? ¿Qué te iba a traer aquí para follar? - Susurra en mi oído y yo niego riendo. En verdad sí lo había pensado. Qué él intentaría hacerlo y por eso traerme aquí. No pensaba que sería así de cariñoso cuando estuviéramos solos. La verdad es que rompe bastante mis esquemas - Di la verdad.
-No he dicho nada.
-Pero lo has pensado - Suelta una carcajada y gira mi cabeza, haciendo que nuestras miradas se crucen. Noto mis mejillas arder - Si lo has pensado.
-A ver...
-Me encantas y creo que se nota... Pero no soy de forzar las cosas - Acaricia una de mis piernas - Si tiene que pasar va a pasar - Deja un beso en mis labios y se acerca a mi oído - Y si no, tendré que irme con las ganas - Muerde el lóbulo de mi oreja y un escalofrío recorre mi espalda. Eso me pone aún más nerviosa todavía.
-Vale - Río negando y le doy un empujón.
-Ni se te ocurra - Acaricia mi pelo acercándome a él. Me besa lentamente y muerdo su labio inferior. Me acomodo sobre él acariciando su nuca - Para - Murmura a regañadientes dando un beso en mi mejilla.
-¿Qué pasa?
-Nada... Sólo que no quiero tentar a la suerte - Sonríe dándome una caricia en la mejilla.
-Entiendo... - Río apartándome de él. Me siento a su lado apoyando mi espalda sobre el capó. Miro al cielo quedándome en silencio. Él imita mi acción y el silencio solo se rompe por el sonido del viento golpeando las hojas. Hablamos de cosas banales entre risas y me voy sintiendo cada vez más cómoda.
Se levanta un poco de aire y la temperatura baja. Un escalofrío recorre mi cuerpo y me abrazo con las manos.
-¿Tienes frío? Deberíamos irnos entonces... - Dave da un salto del capó y se pone frente a mí. Me incorporo y asiento.
-Sí... Además ya es tarde - Él asiente y tira de mis piernas. Acabo frente a él, acomodando mis piernas para que esté más cómodo. Acaricia mis mejillas sonriendo. Roza sus labios con los míos y dejó entreabrir mi boca. Él toma la invitación y besa mis labios con intensidad. Paso mis brazos por su nuca acercándolo aún más. Muerde mi labio inferior y tira de él. De mi boca se escapa un pequeño gemido y abro los ojos mirándole.
-Vamos antes de que me arrepienta - Ríe y lo imito negando. Me posa en el suelo y abre la puerta del copiloto. Al ir a entrar vuelve a agarrar mi mejilla. Esta vez soy yo la que le beso antes de montarme - Dios - Lo escucho murmurar para él cerrando la puerta y se monta en el coche. Agarra el volante ante mi mirada.
-¿Qué pasa? - Susurro mordiendo mi labio inferior al ver que se queda sin arrancar el coche. Levanta la mirada hacia mí e imita mi acción.
-No puedo contigo eh, despistada - Tira de mí hacia él volviendo a besarme. Jadeo colocándome de rodillas sobre él, un poco incómoda al tener el volante dando en mi espalda. Me aprieta a él e instintivamente mi cuerpo deja pequeños movimientos sobre él. Su lengua se introduce en mi boca haciéndose la dueña del lugar e intento seguir el ritmo.
-Dave - Muerdo su labio inferior y dejo besos por su mandíbula hasta su cuello. Él hace lo mismo y noto como deja pequeños mordiscos. Tiro de su pelo mientras sus manos aprietan mi culo, continuando con el ritmo de movimiento de mi cadera. La ropa nos sobra y él parece notarlo. Levanta mi camiseta y le ayudo. Da besos por mis pechos mientras mi espalda choca contra el volante. Deja pequeños mordiscos al deshacerse de mi sujetador.
-Espera - Jadeo calmando mi respiración. Lo miro y él automáticamente para.
-Dios... Lo siento - me acomodo y niego varias veces. Me muerdo el labio inferior y dejo un beso en la comisura de sus labios.
-Todo está bien... De verdad... Sólo que prefiero... - Acaricio su mejilla al notar como cierra los ojos con fuerza controlando su respiración y su cabeza - Dave, de verdad... No es porque hayas hecho nada malo.
-No no no, soy un gilipollas - Él me tiende la camiseta y me vuelve a posar en mi asiento. Lo miro en silencio sin saber que hacer. No me gusta ese sentimiento - Ponte la camiseta Brooke... Lo siento.
Veo como aprieta con fuerza el volante y no se gira a mirarme. Trago saliva y me pongo mi ropa sin poder articular palabra. No entiendo que ha pensado que ha pasado. Me encantaría estar con él, pero me pone nerviosa no cumplir con sus expectativas en cuanto a las chicas con las que ha estado puesto que yo no soy nada del otro mundo y no tengo experiencia tampoco. Cuando ve que estoy vestida arranca el coche. El transcurso del viaje se hace en completo silencio. Ni siquiera me mira hasta que llega a la puerta del piso.
-Dave...
-Brooke - Me mira de reojo y yo agarro su brazo.
-No me tienes que pedir perdón... Soy yo la que no ha tenido que pararte... Debes pensar que soy una niña pequeña - Río irónicamente a causa de los nervios. Él me mira y niega.
-Es culpa mía... Te he hecho sentir incómoda, ¿No?
-Claro que no... Eres el chico con el que más cómoda he estado a solas - Él me mira y yo sonrío asintiendo - Sólo que poco a poco ...
-Te entiendo - Acaricia mi mejilla y asiente.
-¿Nos vemos? - Asiente a mi pregunta. No puedo evitar acercarme nuevamente y rozar sus labios con los míos. Me es prácticamente imposible no hacerlo y no sé cómo podré conseguirlo cuando haya más gente a nuestro alrededor, ahora que sé cómo es cuando estamos a solas.
-Perdona si a veces son un completo imbécil...
-No te preocupes, yo también puedo serlo si me lo propongo.
-¿Ah sí? - Ríe y yo asiento. Besa mi mejilla antes de bajarme. Me despido con la mano y subo rápido. Lo veo desde la planta superior y mueve su mano a modo de despedida antes de arrancar y perderse en el camino. Yo me quedo mirando hacia la carretera por la que acaba de desaparecer y no puedo evitar reír como una idiota antes de entrar al piso con mucho cuidado.
