Capítulo 38.

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Me despierto bastante temprano. Tras la conversación con Chris anoche quedé un poco más tranquila aunque sigo teniendo miedo del lugar en el que está metido mi hermano. Me intranquiliza su seguridad y no consigo evitarlo. Ahora esa perturbación se ha ampliado hasta sus compañeros. Aunque lo niegue, Mady y Dave me preocupan en un mayor nivel que el resto. Suspiro echando mi pelo hacia atrás antes de levantarme.

Subo la persiana de mi habitación y me cambio, poniéndome unos shorts deportivos y un top que me había comprado Chris en las últimas compras. Queda parte de mi estómago al aire pero ya está el sol y está pegando estos días. Me hago una coleta y cojo mi móvil. Decido ir a correr un rato antes de que lleguen los chicos a hablar con Chris.

Al recorrer el pasillo no escucho nada, por lo que imagino que ninguno de mis hermanos se ha despertado aún. Doy un sorbo a una botella de agua y salgo al exterior.

-Buenos días niña - Escucho la voz del vecino y sonrío.

-Buenos días señor - Asiento en modo de despedida y bajo las escaleras. Salgo a correr en el recorrido que hago normalmente.

Corre una ligera brisa pero que es aguantable cuando los minutos se suceden y una ligera capa de sudor rocía mi cuerpo. Paro a tomar aire con la respiración agitada y miro el móvil. Llevo algo más de media hora. Hoy he aguantado bastante. Decido que ya es hora de volver, aunque prefiero hacerlo andando porque estoy bastante cansada ya.

Tardo un poco más en llegar aún yendo a buen ritmo y al visualizar el edificio distingo los coches de los chicos. Cojo aire y una sonrisa nerviosa se implanta en mi cara. Voy a ver al tatuado con las pintas que llevo y seguramente estaré roja del calor. Me miro en el espejo de uno de los coches e intento arreglar mi pelo sin mucha suerte. Suspiro vencida y subo las escaleras. Estoy nerviosa cuando abro la puerta y entro en el campo de visión de los cuatro chicos.

-Buenos días - Sonrío leve mirando a los cuatro. Will y Steve me miran al abrir la puerta puesto que están de frente. Mi hermano y Dave están de espaldas y son conscientes de mi presencia cuando hablo. Ambos se giran y el segundo sonríe levemente. Noto como me recorre con la mirada y yo toso un poco nerviosa.

-Que madrugadora - Will rompe el silencio y yo asiento.

-Has ido a correr ¿no? - Chris habla antes de que yo responda.

-Sí, es que no era capaz de dormir - Cierro la puerta a mi espalda y dejo el móvil y los cascos en la entrada.

-Hemos traído desayuno de sobra, por si quieres - Miro a Dave, que apoya su codo en la parte de atrás del sofá con su cuerpo girado hacia mí, y asiento.

-Ahora veo qué habéis traído, gracias - Río leve caminando hasta el pasillo y me apoyo en la puerta - voy a darme una ducha - Les informo y escucho como siguen hablando. Miro de reojo al tatuado, que sigue con su mirada fija en mí. Niego con una sonrisa y camino hasta mi habitación. Muerdo mi labio inferior. Cojo ropa y la toalla y salgo de nuevo. La puerta está cerrada por lo que imagino que hay alguien dentro. Toco con el puño y espero hasta que se abre la puerta.

-No he tardado mucho - El tatuado sonríe mirándome murmurando en voz baja. Lo miro y niego.

-Bueno... Podría haber sido menos - Elevo una ceja y él niega mordiendo su labio inferior.

-Me hago de rogar - Susurra en mi oído y noto como su mano agarra mi culo - despistada - Le doy un golpe en el brazo y río entrando al baño.

Esto se va a volver costumbre al parecer.

Río negando y me quito la ropa. Entro a la ducha y tiemblo al notar el agua fría. Intento tardar poco aunque con el pelo tardo más. Al salir me visto dentro del baño. No suelo hacerlo pero teniendo tanta visita, no me atrevo a salir sólo con la toalla.

Me peino el pelo aún mojado y salgo. Dejo la toalla en mi habitación y camino al salón, donde Cole juega con uno de sus pocos muñecos sentado junto al pasillo. Los cuatro chicos murmuran mirando unos mapas con palabras escritas.

Me acerco a Cole y me agacho. Acaricio su pelo y doy un beso en la cabeza.

-¿Dónde estabas? - Susurra abrazándome.

-He ido a correr un poco cuando me he despertado - Lo cojo entre mis brazos y camino con él a la habitación. Noto la mirada en mí, pero no me giro para no interrumpir la conversación - ¿Tienes hambre? - Él asiente entusiasmado y lo siento en la encimera - A ver que han traído los chicos - Coloco sus gafas de ver y sonrío.

Me acerco a la bolsa que hay en la encimera y la abro. Hay un montón de dulces y miro a Cole, llamando su atención. Él abre mucho los ojos al verlo y comienza a aplaudir. Río negando y le hago un gesto para que elija. Mi hermano pequeño coge una palmera de chocolate y le da un mordisco.

-¡Cole! Las migajas... Ten cuidado - Le regaño quitándole de las manos la palmera y colocándola en un plato. Lo bajo de la encimera y lo siento en el taburete. Le sirvo un vaso de leche.

Cojo lo mismo que mi hermano y me siento a desayunar. Miro a Cole riendo porque se llena la boca de chocolate y leche. Le tiendo una servilleta y le hago un gesto para que se limpie. Me hace caso y río.

-Casi todos me caen bien - Susurra en voz baja.

-¿Casi todos?

-Sí - Asiente elevando los hombros. Se levanta y camina hasta mí. Tira de mi brazo e intenta susurrar, aunque habla más alto - El de tatuajes me da miedo.

Corre hasta su sitio y sigue desayunando en silencio. Río negando sabiendo que se refiere a Dave. Es igual que yo en la forma de ser, comprendo que le pueda dar miedo. A mí al principio también me causaba eso. Ahora es distinto. Terminamos de desayunar en silencio y friego los vasos y su plato.

-¿Podemos salir fuera?

-Abajo sólo - Señalo y él asiente. Sale corriendo y escucho como informa a mi hermano. Salgo tras él y me apoyo en la puerta. Will me mira y me sonríe. Le devuelvo el gesto y miro al resto.

-¿Vas con él? - Pregunta Chris y yo asiento.

-Asi os dejamos tranquilos con vuestras cosas... Sin molestar - Él asiente y mira a Cole. Le da un beso en la frente y el pequeño corre a abrir la puerta.

-No hace falta que os vayáis, eh - Will habla cuando comienzo a seguir a mí hermano pequeño. Lo miro y niego.

-No pasa nada - Río elevando los hombros - Así estáis más cómodos y el trasto no os molesta - Cojo las llaves de la casa y el móvil.

-¡Oye! - Escucho al pequeño quejarse y todos reímos.

-Hasta luego - Miro a los cuatro y por último a Dave, que me mira en silencio. Todos se despiden y cierro la puerta. Busco a Cole y parece que ha bajado las escaleras. Lo busco rápido yendo a la planta baja y choco contra un cuerpo.

DarkWhere stories live. Discover now