Capítulo 17

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La familia de Perawat vivía en las afueras de Newcastle upon Tyne, poseían una hermosa casa rodeada de una bastavegetación, además de otra pequeña y cómoda en la playa de Sandhaven Beach, aleste de la ciudad.

Una casa de piedra, que había pertenecido a sus abuelos, ideal para pasar una temporada o un fin de semana, alejado de todo y de todos. En eso pensó el bueno de Perawat cuando salió tras el señor Chiva-aree y su amigo Metawin.

Los alcanzó antes de subirse a un carruaje, el de la familia Opas.

Al llegar hasta ellos los detuvo, ambos voltearon asustados, al verlo de sintieron aliviados.

- ¡Esperen! – gritó Perawat.

- ¿Qué ocurre? – pregunta Metawin exaltado.

- ¿A dónde piensan ir? – el señor Chiva-aree miró al joven sin saber la respuesta.

- No lo sé – dice finalmente Metawin.

- Ya veo, tomen – les pasó unas llaves – son de mi casa en Sandhaven Beach, está sola y nadie va para allá. Les deseo buen viaje – les dio un abrazo y los despidió.

El señor Chiva-aree miró con una gran sonrisa al joven y ambos subieron al carruaje. Primero fueron a la casa de Bright quien rápidamente sacó un pequeño bolso con ropa y le indicó a su mayordomo que nadie debía decir que lo habían visto.

Luego en casa de los Opas, el joven tomaba ropa y algunas cosas necesarias para el viaje, dejó razón con la servidumbre de dónde estarían en caso de emergencia y retomaron rumbo hacia la costa.

Mientras tanto, los padres de Bright intentaban calmar a los padres de Gigie, quien los miraba atentamente disfrutando el momento, ella al fin podría tener una oportunidad con la persona que amaba.

Los padres de Metawin se levantaron y lentamente comenzaron a caminar hacia la 'puerta principal, Perawat se encargaría de llevarlos a casa.

En el camino les contó donde estarían, la idea era darles tiempo y que Metawin pudiera acompañar al señor Chiva-aree.

- ¿Está usted seguro de esto? – preguntaba nervioso el señor Chiva-aree antes de salir de la casa de los Opas.

- Claro que sí, ya le dije, con usted para siempre – y dio un apretón disimulado en su mano.

Subieron al carruaje que los llevaría rumbo al nuevo destino, aunque fuera por unos días, mientras las cosas se calmaban con los Chiva-aree.

- ¿En qué piensa? – pregunta Bright mientras acaricia la mejilla del joven.

- En demasiadas cosas ¿Qué pensarán ahora? ¿Usted está bien con esto?

- Lo que piensen me tiene sin cuidado, y claro que estoy bien, ahora que lo tengo a mi lado, siento que me he sacado un peso de encima, mi alma está en calma. ¿Se arrepiente il mio luce?

- Jamás me arrepentiré, mientras esté a su lado todo estará bien, pero no puedo evitar sentir miedo, su familia no se quedará tranquila y si se dan cuenta... si llegan a saber – fue interrumpido por unos labios.

- Jamás sabrán, para todos solo somos jefe y asistente y así seguirá siendo, frente a este mundo lleno de hipócritas y mentirosos, que viven pendiente de la vida ajena más que de la propia, usted y yo seremos grandes amigos, no debemos más explicaciones que esas – el joven lo miraba perdido en esa mirada, sus labios hormigueaban.

La sonrisa del joven iluminó su rostro y eso calmó la ansiedad del señor Chiva-aree. Saber que estarían juntos pese a la difícil situación que enfrentaban, era una tranquilidad entre tantos problemas.

Cuestión de orgulloWhere stories live. Discover now