Capítulo 12

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Una vez recuperado, Metawin volvió a la Universidad, retomó sus clases, pero lo que más ansiaba, lo que más añoraba, era volver a la industria con Bright.

Su tutor, Mr. James se reunió con el joven esa tarde, para ver los avances.

Entraron en la oficina, estantes llenos de libros le daban la bienvenida, hacía semanas que no entraba ahí, no desde su ingreso a la industria Chiva-aree inc. Tomó asiento en ese sofá de cuero, algo roído por el paso de los años, aun así, era cómodo.

Conversaron largamente, discutiendo temas laborales y salariales. Mr. James intentaba darle algunas directrices, mientras un distraído Metawin pensaba en que en unos instantes estaría con él, pero también en cómo se darían las cosas en unos días más.

¿Les agradarían las mejoras? ¿Dejarían que se implementaran en las otras industrias y sucursales? Su mente divagaba, cuando un coscorrón fue a dar a su cabeza.

- Le estoy hablando – dijo enojado Mr. James.

- Lo siento, no quise ser irrespetuoso, me disculpo – apenado el joven respondía.

- ¿Hay algo que quiera compartir conmigo? Si puedo sacarlo de sus contrariedades que, por lo que veo, lo tienen más entretenido que las palabras de este pobre viejo – le sonrió.

- Estaba pensando – dijo - en si la junta vería con beneplácito lo que hemos hecho - los ojos de su tutor se abrieron y ladeó su cabeza.

- "Hemos hecho" – cuestionó – me podría explicar joven.

- Me refiero, a que el señor Chiva-aree – eso se sintió extraño, hacía tanto no le nombraba de esa forma - ha implementado algunas medidas que le propuse y está a la espera de que las aprueben, eso me tiene acongojado -soltó.

- ¿A qué medidas exactamente se refiere joven? – se inclinó hacia él.

- Ahhhhh bueno, un poco más de descanso, una ración más de comida... - fue interrumpido.

- ¡Válgame! ¿Qué ha hecho? ¿Cómo pudo? ¿Cómo lo dejó? ¿En qué estaba pensando? ¡Que no le he dicho que...! – gritaba mientras se paseaba por el estudio.

- Pero Mr. James, usted no entiende – interrumpió – esos niños, sus cuerpos frágiles....

- ¿Cuántas veces le he dicho joven? Por favor, deje de meterse en problemas, yo estoy seguro que usted posee un corazón noble, pero esta sociedad no verá con buenos ojos, espere ¡La junta! ¿Qué le dirán al señor Chiva-aree! Nos culparán – seguía gritando casi sulfurado y se agarraba la cabeza.

El joven Metawin bajó su cabeza, apenado, no por sus ideas, si no por sentir que avergonzaba a su mentor. Suspiró.

- Lo siento mucho, sé que no debí entrometerme, le pido disculpas si en alguna forma le hice sentir vergüenza.

Su mentor lo miró, posó su mano sobre su hombro y negó con la cabeza.

- No es su culpa joven, es esta sociedad la que es tan injusta y nos hace creer que las cosas están bien porque unos pocos, los poderosos así lo dicen. Me alegro de que usted vea más allá, pero recuerde, prudencia y juicio, ante todo – se sentó en su silla tras el escritorio para descansar. Sacó un pañuelo y secó su frente.

Esa tarde, después de discutir otros temas más con su tutor, recibir consejos que, estaba seguro, le ayudarían a hacer defensa de sus acciones ante la junta que se llevaría a cabo unos días posteriores.

Esa tarde, después de discutir otros temas más con su tutor, recibir consejos que, estaba seguro, le ayudarían a hacer defensa de sus acciones ante la junta que se llevaría a cabo unos días posteriores

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