Capítulo 130: Una misteriosa cinta de video

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A partir de ese día, la persecución de He Yu a Xie Qingcheng se hizo más y más descarada.

Xie Qingcheng se quedó realmente sin palabras ante el joven.

Para ser sincero, en sus treinta y tres años de vida, nunca había visto una forma como esa de cortejar a alguien.

Era como un niño de jardín de infantes.

Tras el receso, los dos volvieron uno a sus clases en la facultad de artes y el otro a dar clases de Ciencias Médicas. Y tan pronto He Yu estuviera libre, iría a la facultad de medicina a atender a las clases de Xie Qingcheng.

En el pasado, Xie Qingcheng tenía que encontrar la manera de hacer que hiciera las presentaciones de Power Point por él, pero ahora ni siquiera necesitaba que Xie Qingcheng se lo pidiera; He Yu haría las lecciones por sí mismo apoyándose en los libros de texto y luego seguiría por detrás de Xie Qingcheng con la computadora para ayudarle a corregir los errores.

一Profesor Xie, ¿ha contratado a un asistente? 一Los profesores de la misma oficina no pudieron evitar la envidia y los celos一.  Ese joven es demasiado útil.

Xie Qingcheng sugirió一 Si quieres, puedes tomarlo.

El profesor se sintió agraviado一 Pero no me va a seguir.

En las pocas clases que impartía Xie Qingcheng se iban acumulando los rumores y todo el mundo especulaba que el apuesto muchacho de la facultad de artes habría puesto su mirada en alguna chica de la clase de Xie Qingcheng. Esta estudiante debía ser una belleza que haría oscurecer la luna, avergonzar las flores, hundir a los peces y hacer caer a los gansos en vuelo, talentosa, excepcionalmente atractiva y encantadora.  [1]

Eso hacía que todo el mundo se preguntará quién habría hecho que el chico de la facultad de al lado estuviera deseoso y encaprichado.

Las chicas de varias clases bajo la tutela del profesor Xie regresaron a sus asientos, y además de sus estudios, también empezaron a prestar atención a cómo se vestían.

Tan pronto como estas chicas de la facultad de medicina se despojaron de sus ropas usuales, parecían perlas entre el polvo y los chicos se sorprendieron al descubrir que, ¡santo cielo! Había tantas chicas hermosas a su alrededor en las que nunca se habían fijado.

Los jóvenes sabiendo que He Shao estaba enamorado, se apresuraron a perseguir vigorosamente a las chicas que les gustaban, intentando todos los medios para ganarse su afecto. Al final del periodo, casi la mayoría de las chicas de las clases de Xie Qingcheng se habían enamorado y habían empezado una relación.

Y He Shao, que había sido aún más efectivo que Cupido, fue testigo de cómo una pareja de enamorados finalmente llegaba al matrimonio y, como un perro solitario, no pudo evitar mirar de reojo al profesor Xie que estaba concentrado en su trabajo de clase y suspiró. [2]

Cuanto más perseguía a Xie Qingcheng, más se daba cuenta de que la vida que llevaba Xie Qingcheng no era humana en lo absoluto.

La vida diaria de este hombre transcurría entre la clase, prepararla, recopilar materiales o investigar.

O simplemente desaparecía y no se le podía encontrar en ningún sitio.

Esto era realmente extraño para He Yu; no sabía a dónde podría ir Xie Qingcheng y Xie Qingcheng nunca explicó mucho, sólo dijo que estaba ocupado y que tenía una reunión que atender fuera.

Y cuando volvía, siempre estaba muy cansado. He Yu pensó que probablemente sería algún proyecto muy importante en el que estaba trabajando, y no era apropiado que le preguntara por ello, así que sólo podía pensar en alguna forma de quitarle parte de la carga, al menos tanto como fuera posible.

Libro de Casos ClínicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora