Epifanías de media noche

26. Dolor y enfermedad

Alguna vez hemos escuchado que la familia es primero, sin embargo no siempre lo entendemos hasta que llega el momento de verdaderamente ponerla por sobre todas las cosas.

Al entrar Lily a su casa la chica busca con la mirada a Kyle, quién está sentado ayudando a su abuelo a sentarse en el sillón.

-Te ayudo- dice acercándose tirando la mochila a un lado.

Toma el otro brazo de su abuelo y al fin terminan dejándolo sentado correctamente.

-Llegaste antes de lo que pensé- dice el enfermero viendo a la chica.

-No tenía mucho ánimo de estar en casa de mi amiga, di la excusa de que tenía que venir a revisar a mi abuelo.

- ¿Ahora me van a echar la culpa de todo? - Pregunta el abuelo Theodore- Al menos espera que no entienda lo que eso significa.

Kyle ríe y Lily finge de igual forma hacerlo. Era mejor eso que comenzar a llorar por la idea de perderlo alguna vez.

-Nunca te culparía- le sonríe-. Volví porque quería verte.

El abuelo no dice nada, solo sigue mirando la película que está en la televisión.

Lily sale de la habitación seguida por Kyle.

- ¿Quieres comer algo? - Pregunta la chica adentrándose a la cocina- Hay...-comienza a ver la alacena hasta que encuentra un paquete de galletas- Galletas, y puedo hacer café.

-Claro- responde el chico tomando asiento en la pequeña mesa.

En la cocina solo había una pequeña mesa de dos sillas donde podían estar sentados uno frente al otro. Cuando la abuela de Lily aún vivía y comían los tres juntos tenían que pasarse al comedor.

Lily termina preparando dos cafés y abre el paquete de galletas para dejarlo en medio de la mesa.

-Gracias- toma el café y da un gran trago sorprendiendo a la chica-. Antes de entrar a la universidad ni siquiera me gustaba el café y ahora lo tomo como agua- se gira a ver a la chica frente a él- ¿Has pensado en que quieres hacer? Nunca te lo había preguntado.

Se encoge de hombros- Administración, pero ahora no estoy muy segura de que pueda hacerlo.

-No puedes decir eso si no lo has intentado.

-No me refiero a la carrera, me refiero a que primero está la salud de mi abuelo, no puedo dejarlo sólo, y está claro que va de mal en peor.

-Sonará mal, pero no puedes detenerte de hacer tu vida por él.

- ¡Él es mi vida! - Dice con voz entrecortada- Si no fuera por él yo no tendría nada.

Los ojos de la chica comienzan a llenarse de lágrimas y eso altera a Kyle.

-Theodore es parte de tu vida- comienza a decir algo dudoso-. Te dio muchas cosas para que pudieras vivirla y te aseguro que te ama tanto que no querría que te detuvieras por él.

-No quiero dejarlo en un asilo.

-No tienes que hacerlo- dice seguro-. Puede estar aquí y yo seguiré viniendo, cuando no pueda hacerlo vendrá alguien más y...

-Tal vez pueda darme un año sin estudiar para ver cómo sigue.

«Si empeora terminarás diciendo eso el próximo año» piensa Kyle.

No quería asustarla más, después de todo era su decisión. No podía entrometerse ni saber que era estar en su situación. Lo mejor que podía hacer era intentar animarla.

-Sabes que le tengo cariño a tu abuelo y a ti. Si un día me necesitas puedes llamarme, a cualquier hora, si tengo que venir a ayudarte lo haré.

Lily asiente y termina sintiendo que está a punto de llorar así que da un trago a su café para olvidarse de ello un poco.