10. Enamorada.

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Lily se pone su suéter negro y se mira una vez más al espejo. No tenía demasiadas ganas de maquillarse así que solo optó por usar un labial rojo.

Toma su chaqueta de mezclilla y sale de su habitación para despedirse de su abuelo.

El enfermero había llegado hacía media hora, y justo estaban sentados viendo titanic en la televisión. El abuelo parecía muy entretenido viendo la película también, solo que a diferencia de Kyle-su joven enfermero-él estaba sentado en la cama y con la espalda pegada a la pared, usando esta como respaldo.

- ¿Quieres algo más antes de que me vaya? - pregunta Lily mientras el abuelo Theodore bebe de su taza de té.

Niega- ¿A dónde vas, niña?

-Vendrá Josh e iremos a una fiesta-el anciano la mira sonriendo- ¿Qué?

-Me agrada ese muchacho, ¿a ti no?

-Claro.

Toma su taza y la deja en la mesa de noche, para que él no se esfuerce en hacerlo.

-Se me olvidan las cosas y solo voy ciego de un ojo, niña-la mira sin borrar la sonrisa- ¿Te gusta?

Niega de inmediato y con seguridad.

De pronto la pantalla de su teléfono se enciende con la llegada de un mensaje de Josh diciendo que está afuera.

-Ya me voy, abuelo.

- ¿A dónde?

Lily se gira a ver a Kyle y este solo la mira intentando darle una sonrisa reconfortante. El viejo Theodore estaba cada vez peor, y a ambos solo les tocaba ver el pasar de los días.

-Con Josh-explica su nieta con amabilidad-Te avisé hace unos minutos.

Frunce el ceño- Ya recuerdo.

Lily lo mira por unos segundos y se da cuenta de cómo es tan extraño ver que físicamente se nota completamente bien, pero todo delataba que no lo estaba realmente, y será cuestión de tiempo para que la olvidara también a ella y que todo fuera más difícil al cuidarlo.

Le ofrece una sonrisa y se acerca a dejar un beso en su frente como despedida.

-Vuelvo mañana. Me quedaré en casa de los Blanc.

-Me agrada ese muchacho, ¿a ti?

Asiente- Si, abuelo. Descansa un rato, la pastilla para dormir hará efecto en unos minutos.

-Andate con cuidado.

La chica sale de casa y revisa la hora de su teléfono. Eran tan solo las ocho y ya estaba completamente oscuro afuera, además del horrible frío que hacía la brisa de la noche era aún más molesta.

Inmediatamente sube al auto de Josh.

-Mi abuelo cada vez olvida más cosas-suspira-Es de la poca familia que me queda, me preocupa que siga empeorando. Tendré que contratar a otro enfermero si sigue así.

Se coloca el cinturón y mira hacia el frente. Creyó que su amigo diría algo o al menos que arrancaría el auto; pero no lo hizo.

- ¿Lily? -escucha su voz llamarla.

Se gira para verlo y nota una expresión que jamás había visto en él. El chico ya había pensado en decirle lo de su enfermedad, pero realmente no estaba listo para hacerlo.

- ¿Qué tienes? - pregunta preocupada.

El chico la escanea de pies a cabeza por un segundo, lo cual solo hace que la incertidumbre dentro de su mejor amiga crezca. No estaba seguro de querer preocuparla por el resto de esos meses que le quedaban.

Epifanías de media nocheWo Geschichten leben. Entdecke jetzt