Vivir en Anhedonia es como un bucle interminable en esta vida. Una vida en la cual nada es interesante, las cosas son simples, aburridas y el invierno parece nunca acabar. Es un camino dentro de un túnel oscuro. Aquello que todos llamamos felicidad, se pierde de mis recuerdos y el vivir pierde sus colores brillantes, transformándose en un triste gris. El tiempo es como un reloj de arena mientras intento llegar a la primavera después del largo invierno, pero los copos de nieve no tienen intención de alejarse de mí y las flores de cerezos parece alejarse cada vez más. A veces me pregunto dónde estará el final de ésta estación. Si este gris invierno durará para toda la eternidad y me acompañará para siempre, o quizá tendrá piedad de mi destruido corazón. ¿Acaso la luz en tus ojos es el final del túnel?