Capítulo 3

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Lunes por la mañana, 7:20 a.m.

Hoy me tocaba el turno matutino en el hospital. Práctica  temporal de medio tiempo. Mis ojos pesan. No pude dormir y Taehyung tuvo un ataque de ansiedad luego de despertar a causa de una pesadilla a media noche. No tenía un ataque desde hace ya 4 meses. Fue difícil conciliar el sueño luego de eso. Sumado a ello: los exámenes finales. Son semanas difíciles para los universitarios.
Mientras saludo a Sodam en recepción me sorprende la voz de Min Yoongi llamando mi nombre desde lejos. Al parecer compartimos horarios, otra vez. No me molestaba su presencia en lo absoluto, al contrario, me encantaba. Nuestra relación se volvió muy íntima.
Sonrió al ver su figura y al notar su, nuevamente, pelo negro. Era algo que iba bien con él y su personalidad, su presencia transmite paz cada vez que estaba acompañado del él.  Yoongi era tranquilidad para mí exhausto corazón.

–– Hola hyung –– Saludé en un tono bajo a la vez que levantaba mi mano, mientras lo veo caminar hacia mi, acortando la distancia.

––Hola Jimin –– Contesta, con una sonrisa mientras se acomoda su suéter gris.

Estaba hecho un desastre.Tenia cuatro carpetas en su mano derecha, un café en la mano izquierda y una notable mochila pesada en su espalda. Pero su rostro no presentaba ojeras. Todo era un desastre, menos su rostro. Era envidiable.

Cuando llego hacia mí, me ofreció una de té de menta. Lo que necesitaba. Y a diferencia de mi estado emocional, él presentaba una alegría que pocos consiguen a un horario que la mayoría de personas odian.
Lo escucho hablar mientras caminamos por el pasillo de sala de espera. Ambos habíamos llegado temprano el día de hoy

––Te ves muy cansado.

––¿Se nota mucho?–– Respondí, mientras masajeó una de mis sienes con una mano.

–– Un poco ––Bromeo. Solo me limité a contestar con una pequeña rísa sarcástica–– ¿Se debe a Taehyung? ––Continuó. Mi silencio fue la respuesta–– No puedes continuar así, no puedes soportar todo esto solo.

Sus palabras me llevaron a detener  mis paso quedando solo unos pasos más atrás que él.

––Él tampoco ––contesté con un tono cortante.  Mis ojos observando su espalda y como esta se tenso un instante, para luego moverse al soltar un pesado suspiro.

No tendría esa conversación. Pero él continuó

––Sabes en como está afectando todo eso, lo sabes bien. 

Mi puño se cerró con fuerza inconscientemente. Sus palabras eran como una puñalada hacia mi pecho. O quizá dolían al pensar en el rostro de Taehyung. La cabeza me empezaba a doler nuevamente. Estaba cansado. No podía hacer algo que afecte a mi mejor amigo, pero era una lucha entre una vida y la otra, las cuales juraron en un momento no abandonarse, por qué se tenían solo la una a la otra.

––También sabes cuál es la solución ––Continuó, mostrando nuevamente su rostro.

Mis ojos ardían.
Lo observe dejar su café en una de las sillas situadas en el pasillo y se acercó a mi lentamente, quedando separados por solo unos centímetros, pero lo suficientemente cerca para que su perfume sea más notorio al tener la calidez de su cuerpo junto al mío. Tomó mi mano con timidez, rozando sus dedos con los mios y prosiguió.

–– Es por el bien de todos Jimin. Lo hemos hablado antes, en las pocas ocasiones en las que pudimos estar juntos.

Era cierto, el tiempo parecia ser una enemiga para ambos.
Mis ojos dejaron de ver su rostro en algún momento y ahora solo oía las palabras que sus labios soltaban en susurros. Mi corazón pesaba y mis ojos ardían buscando sacar la angustia. No podía recordar en qué momento la situación fue tornándose de esa manera, en que momento la vida había cambiado. <<Mentira>> oía repetidamente la voz de la razón, y era verdad, lo hacía, pero prefería no pensar en eso. Todo se había hundido. La vida se había vuelto de un gris opaco, sin demostrar un pequeño brillo asomarse, la felicidad y la paz se habían esfumado de los ojos de mi amigo, arrebatando su alma, pero simplemente no podía observar como eso sucedía. Estaría junto a Taehyung, sosteniendo sus pedazos rotos. Aunque dentro mío yo también lo estoy.

Extraño sus combinaciones raras con la comida, extraño su cámara Polaroid con la cual tomaba fotos mientras Hoseok dormía. Extraño a Hoseok.

Aquella vida que trate de mantener entre mis brazos fuertemente simplemente se escapó y se alejó como el viento, y traté de acostumbrarme al ahora. Nada sale bien y cada día se vuelve más difícil, pero alguien debía salvar este bote llamada vida que estaba hundiéndose.

–– ¿Acaso no me extrañas como yo a ti? 

Pero los pedazos son pesados y las palabras de Yoongi son un ataque a mi cansado corazón. Su cercanía debilitaba mi cuerpo. Necesitaba descansar.

–– No diga esas palabras hyung –– Respondí con dificultad a causa de mis sentimientos que logran entrecortar mis palabras

–– Mírame –– su mano me obligo lentamente verlo a los ojos y necesitaba agarrar fuertemente su suéter gris para no desvanecerme en sus brazos–– Es lo mejor, cree en mí.

<<Lo mejor>>. Es lo único que mi mente repite.
Solo quiero alejar este dolor por unos segundos. Llenar el vacío de mi corazón intentando apartar lo que me ahoga pero al pensar en los hechos del pasado todo se nubla nuevamente al no encontrar una salida. Me atormenta el recuerdo que no tiene intención de irse, que reaparece en mi mente cada instante al ver el rostro de Taehyung y que me  llena de arrepentimientos que se expresan a través de mis lágrimas y que solo logran arruinar el suéter gris de Yoongi en ese instante.
Quisiera arrancar todo este dolor con mis propias manos.

Ninguno hablo otro vez, solo mi respiración pesada a causa del pequeño llanto, acompañada del relajado respirar de Yoongi. Quise desvanecerme en esa tranquilidad pero el silencio del lugar fue cortado por unos pasos que  podía oír mientras mi rostro seguía oculto en la ropa de mi hyung.
Y que pronto el dueño de los pasos detuvo su andar.

–– Oh, Yoongi  hyung...¿Sucede algo?

En ese instante aquella voz me impulsa a alejarme del cuerpo de Yoongi para ocultarme de igual forma al mostrar mi espalda. Me negaba a mostrar mi rostro, mientras retenía unos segundos la respiración para calmarme.

Y antes de responder la pregunta, Yoongi se acercó a mí nuevamente, apoyando su mano en mi hombro para asegurar de que lo escuchará. Y en un susurro mencionó aquella pregunta que anteriormente había oído en repetidas ocasiones parecidas a la actual.

Solo me limite a susurrar un culpable "sí", mientras me alejaba lentamente del lugar, escuchando el bisbiseo de aquellas dos voces. Y mi labio inferior temblaba al preguntarme constantemente si mi respuesta fue la correcta. 

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⏰ Última actualización: Feb 25, 2021 ⏰

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