-¡A DESAYUNAAAAR!- mi secuestradora se apareció en la habitación tirándome un balde con agua fría en la cara.
Me levanté de un salto estrujándome los ojos. Mis brazos se congelaron junto a mi cuerpo y solo pude respirar y asesinar a la rubia con la mirada.
-Me secaré y bajo.
-Nop, no tengo ganas de esperarte.- agarró mi brazo y me arrastró hasta la sala de estar con las paredes azules. Jason y Troy ya estaban ahí.
-¿Pero qué carajos?- Troy se enderezó molesto- ¿Por qué mierda está mojada? ¡Mírala, se está helando!
-Que exagerado. Es un método para que despierte más rápido.- sonrió.
-¿Ah sí? Bien.- Troy destapó la tetera caliente que estaba sobre la mesita y tiró todo el líquido sobre Jason.
-¡JODER!- se quejó él. Sus brazos y torso se quemaron por la temperatura alta del agua. Estaba esposado y sus pies estaban atados por lo que no pudo moverse mucho. Intenté acercarme a él pero Carla me retuvo.
-¡Eres un idiota Troy! ¡Solo fue un poco de agüita fría!
-¡Y esto solo fue un poco de agüita caliente!
Suspiraron. Sus peleas eran increíblemente estúpidas.
-Desayunemos, por favor.
Troy hizo que me sentara en sus piernas con la excusa de calentar mis brazos. Y Carla se sentó junto a Jason después de traerle una manta y sacarlo con cariño. Solo me quedaba apartar la mirada.
Podía sentir el jodido bulto duro de Troy en mi culo. Me era inevitable pensar en las formas de rebanar su cuerpo en miles de pedazos con tal de verlo sufrir. No hay momento en que su mirada no esté pegada en cada parte de mi cuerpo. Está frustrado, lo sé. Quiere tocarme, está ansioso por follarme. Pero si eso llegara a pasar juro que vomitaré encima de él para ver si se le quitan las ganas.
¿Y de Carla que puedo decir? Ella desea a Jason.
Es raro pensarlo ahora. La verdad es que las veces que ellos dos estuvieron en el mismo espacio (antes de que descubriéramos su verdadera identidad) nunca hablaban. Apenas tuvieron comunicación. Supongo que ella no quiso acercarse mucho a él, para no correr el riesgo de que la reconociera. Por supuesto que su voz cambió. Jason la había visto y escuchado por última vez cuando ella tenía 16.
-Las tostadas te gustan con dulce de frambuesa, ¿No, bebe?- Carla le ofrecía. Y si, le gustan con dulce de frambuesa.
-No tengo hambre.- contestó seco.
-Yo sé que sí. Abre la boca.- no le hizo caso. Molesta, ella le susurró algo al oído que lo hizo cambiar de opinión y comer de la dichosa tostada.
-Para ti fruta, preciosa- Troy acercó el tenedor con un pedazo de melón que acepté. Necesito fuerzas por si en algún momento debía defenderme o incluso atacar.
Esto era horrible. Jason y yo no nos dirigíamos la palabra. Sabíamos que eso les molestaba al par de locos que nos tiene retenidos aquí. Pero nuestras miradas eran intensas. Es como si solo con vernos a los ojos dijéramos mil palabras al instante. El brillo de sus ojos oscuros cuando se encuentran con los míos, son fuerzas para mis adentros.
Por lo menos sé que no estoy sola. Y en el momento que tuviéramos la oportunidad de comunicarnos, nos saciaríamos de todo lo que tenemos para decir.
-¿Cuando veremos a los chicos?- pregunté.
-Cuando se me dé la gana.
-Carla quiso decir que a su debido tiempo- contestó amable Troy.
-Pero será hoy ¿No?- intuyó Jason.
-Si pesados, si. Pero será después. Primero tenemos que hablar con ellos.
-¿Por qué?
-Para dejarles claro que no les conviene pensar que pueden engañarnos. Si es que son tan idiotas para intentarlo.
Por supuesto. No sería tan fácil. Cualquiera sabría que en cuanto Jason y yo habláramos con ellos, no serían simples despedidas. Sino que probaríamos nuestra suerte para salir de aquí.
El día en el infierno fue tranquilo. Aun no tengo la libertad de pasear por la casa. Ellos no quieren que me familiarice mucho. Tendida en mi cama rosa, relajé mi mente y suspiré. No solo estoy preocupada por el destino de mis amigos, sino también de mis padres. No me tranquiliza nada no saber de su estado y eso me apretuja el corazón. Papá es muy débil cuando se trata de su familia. No sobrellevó para nada bien lo de Lindsay, le costó muchísimo recomponerse. Pero por lo menos este caso era diferente. Yo no estaba muerta, estaba desaparecida. Estoy segura de que él y mamá están buscándome hasta el cansancio. Y no solo ellos. Sino también las familias de los chicos.
Mi pierna iba sanando de a poco. Aun dolía pero apenas me importaba. No se comparaba para nada con mi dolor emocional.
-Amor- Troy entró a mi cuarto- ya es hora.
Me levanté de un salto y corrí hacia él. Esta vez accedió a no colocarme las esposas. Esa mierda ya me estaba jodiendo las muñecas y era desesperante no poder mover mis brazos con libertad. Claro que la condición era estar pegada a Troy como un imán.
Bajamos al sótano y nos encontramos con una Carla muy acaramelada con Jason. Joder, como la odio.
-Bueno, les explico como va a ser la cosa...- empieza- Tendrán máximo cinco minutos con la persona que ustedes quieran. Eso será todo.
-¡¿Que?!- se quejó Jason- no, eso no es justo.
-Demasiado tiempo les dimos.
-Queremos verlos a todos, y juntos- dije segura.
Carla rió- Te puedes meter tus pedidos por el culo. Aquí se hace lo que yo digo.
-Adele...- Jason le habló tranquilamente posando su mano en su cintura- ten un poco de compasión. Es la última vez que los veremos.- le depositó un beso en la mejilla que me revolvió el estomago- por favor. Queremos reunirnos los seis por una última vez.
Tiene que estar fingiendo.
Ella se lo pensó. Luego miró a Troy y este dirigió su mirada hacia mi.
-Tiene razón, ellos son muy importantes para nosotros- puse mi mano en su pecho- por favor.
-Siganme.- habló Carla y la obedecimos. Nos llevó a una habitación en la que no había estado antes. No tenía nada más que un par de sillas acumuladas. El suelo de cemento estaba sucio y las paredes tenían manchas de agua.- Troy, ve por esos idiotas, uno por uno.
Asintió y salió dejándonos a los otros en un silencio eterno. Si Carla se hubiese ido con él, me habría lanzado a Jason, pero ella es lista. Y supongo que está al tanto de que Jason solo la manipulaba, pero espero que una parte de ella de verdad haya sentido algo al saber que no volveríamos a ver a nuestros mejores amigos nunca más.
Bueno, mis mejores amigos. Jason apenas conoce a Jenny, ha cruzado muy poca palabra con Eva y odia a Ethan. Sin embargo, Martín es su mejor amigo y sé que no quiere que nada le pase.
Troy entró a la habitación arrastrando a su hermana. Ella lucía debilitada y mal herida. Nuestras miradas se cruzaron y no dudó en correr a mi. Envolví mis brazos en ella mientras Troy traía a los demás.
-Como lo siento.- me disculpé.
-Esto no es tu culpa.
-Si lo es. Yo los arrastré a todo esto.
Por más que ella negara con la cabeza, no cambiaría lo que pienso.
Jenny, Ethan y Martín llegaron en el mismo estado que Eva. Sollozos, abrazos, cuerpos lastimados y susurros...me partía el corazón estar así y aquí con ellos.
-Queremos hablar a solas.- pidió Jason.
-No hay problema. Pero les advertiré una última vez.- Carla se enderezó- No intenten ninguna estupidez porque entonces les prometo bola de mugrientos...que bailaré en sus cadáveres.
Dicho eso, se marchó a carcajadas junto a su socio. Todos respiramos y nos miramos. Definitivamente esta no seria la ultima vez que los vería.
-Ya sé que estamos todos asustados y enojados- Jason habló primero- pero no tenemos tiempo. Tenemos que hacer algo ya, o ella en serio los matará.
Jenny lloró desconsoladamente. Ella era la más afectada de todos nosotros. El encierro no es algo que muchas personas sepan tolerar.
-¿Que hacemos?- preguntó Ethan- No me quedaré quieto a esperar mi muerte.
-¿Ellos los han sacado de donde los tienen?- les pregunté. Por lo que entiendo, Jason y yo somos los únicos que caminamos por la casa.
-No,- respondieron todos. Entonces si alguno intentaba huir, no sabrían ni por donde salir.
-Nos vigilan- habló Martín.- finjo que no lo noto, pero lo sé. Hay unas pequeñas luces que parpadean en las esquinas. Son cámaras incluso aun mas chiquitas que las que estaban en nuestros cuartos- explicó- no quieren que sepamos que nos ven, pero ahora lo sabemos, y esa es una ventaja para nosotros.
-Espera.- susurró Ethan- ¿Y si hay alguna aquí?
-Lo dudo, la habría notado.
-Además, - dijo Jason- yo le pedí a Adele que no nos vigilara. Le prometí que sería una simple despedida y que a fin de cuentas nos iríamos juntos- me miró- solo lo dije para convencerla.
-Y se creen lo suficientemente intimidantes como para creer que les tenemos tanto miedo, que ni siquiera intentaremos escapar.- expresé- pero ellos no saben que preferimos morir en el intento de huir, a morir aquí. ¿Verdad?- todos asintieron.
Obviamente lo intentaríamos. Sino, mis amigos morirían y Jason y yo seriamos secuestrados para siempre. De todas formas, era vida o muerte.
-Debemos trazar un plan. Ya.- dijo temblando Eva.
-Lluvia de ideas.
-¿Saben a qué hora apagan las luces?- preguntó Martín.
-Justo a media noche.- respondí. Lo verificaba en la noche en el reloj digital.
-Okey... si estoy en lo correcto, deben de tener una sala de control, donde manejan las cámaras y luces. Si uno de ustedes logra llegar ahí, podría desactivar las cámaras y nos permitiría salir. Ya que son las cámaras las que detectan movimiento.
-Y también se necesitan l-las llaves- tartamudeó Jenny- para salir del cuarto.
-Yo lo haré.- dije decidida.
-Carry, no...- intentó hablar Jason pero lo interrumpí.
-Troy es muy manipulable. Me inventaré algo e iré por las cámaras. Con un poco de suerte, las llaves estarán allí. O tal vez el mismo Troy las tenga.
-Te advierto que será peligroso. Si te descubre...
-Yo los metí en esto. Me haré responsable. No hay discusión.
-Entonces trataré de entretener a Ade...- carraspeó Jason- a Carla. Y tal vez, conseguir un arma.
Por más que no me fascinara la idea, de hecho a ninguno, se veía nuestra mejor vía de escape. Cuando Troy me hizo el recorrido de la casa, hubo muchas puertas que no me quiso mostrar. En alguna de ellas, tienen que tener una sala de control.
-Estense preparados para cualquier cosa. Intenten mantenerse con energías por si de repente nos vemos obligados a necesitarla- declaré.
-Cuando salgamos de aquí, tenemos que dejar que ellos nos vean abrazarnos como si fuera la última vez que nos vamos a ver- ordenó Jason- pero claramente no va a ser así.
Todos asintieron temerosos. Todo podía salir bien o mal. Pero estábamos peleando. Ahora nos tienen vulnerables, pero en cuanto estemos todos unidos contra esos dos, no hay duda de que no nos dejaremos vencer sin luchar.
-¡Se acabó el tiempo!- Carla entró gritando junto a Troy. Esta vez, ambos traían un arma. Mierda.
Nos abrazamos entre todos junto a lágrimas y sollozos. Esta era nuestra única oportunidad.
Troy agarró de los pelos a Jenny y la arrastró afuera dejándonos con Carla, quien sonreía maliciosa mientras nos apuntaba.
Todos se fueron dejándonos por último a Jason y a mi. Cuando conectamos nuestras miradas, él formuló con los labios un "sígueme la corriente". A lo que yo fruncí el ceño.
-Carry...- me habló él cuando Troy llegó- si esta es la última vez que nos vemos, quiero decirte que lo siento.
-¿P-por qué?
-Me has importado mucho, de verdad, y sé que esta es la peor ocasión para decírtelo pero necesito que lo sepas, la culpa me está carcomiendo...- suspiró pesadamente- me acosté con tu hermana.
Mi boca se abrió gigantescamente dejando salir las lágrimas de la sorpresa. Y yo no era la única, Troy y Carla no pudieron disimular su asombro también.
No. No podía ser cierto. Ni él, ni mi hermana me harían algo así.
Y comprendí todo cuando él disimuladamente giró su rostro para que esos dos no lo vieran y me guiñara un ojo. Entiendo. Si hay algo que Carla y Troy detestan, es que Jason y yo estemos juntos. Si fingimos odiarnos entonces tendríamos su atención y confianza.
-No puede ser cierto.- las lágrimas no eran necesarios fingirlas. No paré de llorar desde que llegué aquí.- ¡Eres un hijo de puta!
-Lo siento...- se acercó a mí pero empujé su pecho sin querer lastimarlo.
-¡No te acerques a mi!- respiré hondo- eso es lo peor que podrías haberme hecho. Júrame que no mientes.
-Lo juro.- mintió.
-¿Y vienes a decírmelo ahora?- Troy y Carla parecían disfrutar de una buena película dramática.
-Solo...creí que debías saberlo. Perdóname por favor.
-Te perdoné una vez con Granger, pero fui una idiota al creer que de verdad lo sentías. Que de verdad...me amabas.
-Es hora de irnos, preciosa- habló Troy con una sonrisa que no se despegaba de su rostro.
-Por primera vez, coincido contigo- le dije a Troy y me fui indignada.
Me llevó a mi cuarto y corrí a meterme en la cama para sumergirme en un mar de lágrimas. Troy se sentó a mi lado y acarició mi brazo.
-No sé qué viste en él, y no sé porque Carla lo ama tanto. Pero está claro que es un idiota. Y que el único que te merece soy yo.
Sorbí mi nariz- Troy, acabo de descubrir que mi novio se acostó con mi hermana, bueno, mi ex novio- me corregí.- Y encima todo esto de irnos...y-yo, me siento muy abrumada.
-Por lo menos ya viste quién es él en verdad. Y lamento que te sientas así. Pero estas eran las únicas circunstancias para que tu aceptaras que eres mía.
-Troy...
-¿Si?
-Si yo soy tuya...entonces...¿Tu eres mio?- que asco de pregunta, pero bueno.
-Claro que sí.- tomó mi rostro con sus manos- no hay mujer en el mundo que me provoque lo que me provocas tú.- apoyó su frente en la mía- y no tienes idea de todo lo que me provocas, todo lo que se ha acumulado durante todo este tiempo sin ti.
-¿Y que te provoco?- le pregunté un poco más coqueta.
-Amor, cariño, deseo, lujuria...tanto...- su respiración se volvió pesada y no dudó en estampar sus labios contra los míos. Me dejé a pesar de querer alejarlo. Esto era parte del plan.
Me recostó en la cama y se colocó encima de mi. Su erección rozaba mi entrepierna. Lo cual no me provocaba ni una puta mierda. Pero a él sí. Se frotó encima de mí continuando con los besos mientras sus manos paseaban por todo mi cuerpo.
-¿Tu jamás me harás daño?- le pregunto mientras se come mi cuello- ¿Así como lo ha hecho Jason?
-Jamás. Te lo prometo.
Y así lo mantenía débil ante mi. De esta forma, su amor hacia mi me llevaría a donde quería.
Agarró mis piernas y las abrió para ponerse entre ellas.
-Troy, no ahora.- le dije- Tengo la regla. No me gusta así.- puso su cara frente a la mía.
-Joder, no me importa.
-Pero a mi si.
Asintió lentamente pero no se despegó de mi. En cambio, abrió el cierre de su pantalón aun encima de mí, y se comenzó a masturbar dejando gruñidos en mi oído que me hacían querer vomitarlo encima. Besó mis pechos, su mano libre agarraba mi cuello con fuerza, lo cual apenas me dejaba respirar. Me quejé pero él no se detuvo hasta que acabó.
Todo ese proceso fue una pesadilla. Era increíblemente asqueroso. Quería quitármelo de encima, pero respiré y solo pensé en que cada vez me acercaba más a la salida. Todo esto acabará pronto.
Por fin se quitó de encima y se fue al baño a limpiarse. Tragué saliva provocándome un pequeño dolor en el cuello. Maldito. Mis tetas estaban llenas de sus chupetones por parte de su asquerosa boca. Volvió y aparenté la mejor sonrisa posible.
-Si así me pones con solo verte, no me puedo ni imaginar cuando esté dentro de ti.
Ni yo.
-Como una vez dijiste- le recordé- iremos despacio.
Su sonrisa se ensanchó- Me encanta que recuerdes nuestro primer beso.
Si tan solo pudiera olvidarlo.
Bien, ahora...¿Cómo uso su enamoramiento enfermizo para que me lleve hacia las cámaras?
Suspiré dramáticamente.
-¿Qué sucede, preciosa?
-Nada, es solo que...aun no me puedo creer que no volveré a ver a mis amigos. Y que encima de todo eso, mueran por mi culpa.
-No es tu culpa. Es solo que debe ser así.
-Haría lo que sea por verlos al menos una vez más...- susurré. Él carraspeó.
-¿Lo que sea?
-Um...sí, supongo.
Colocó sus manos en sus caderas para luego pasearse por la habitación pensativo.
-No puedo llevarte con ellos otra vez.
-¿No hay alguna forma de que tan solo los vea?
-Bueno...- dudó- ¿Si te los muestro harás lo que yo te diga?- asentí temerosa por dentro.- Muy bien. Vamos- me extendió su mano.
Prácticamente salté de la cama y fui hacia él. Ahora mismo no me importaba la condición de Troy. El plan cursaba bien.
Tomados de la mano, caminamos por los pasillos. Sacó un juego de llaves de su bolsillo para escoger una y abrir una de las puertas que yo no conocía. Canté victoria cuando efectivamente, el lugar contenía varias pantallas con cuadrados. En cada cuadrado, cada habitación donde estaban mis amigos. Jenny se mordía las uñas, Ethan ajustaba sus lentes, Eva abrazabas sus rodillas en su pecho y Martín descansaba en el suelo como si estuviera pensando.
-Técnicamente los estás viendo.- dijo.
-Por dios...míralos.- lo miré indignada- ¿Cómo puedes tenerlos en esas circunstancias mientras yo tengo mi propia habitación?
-Cada uno se aloja en las condiciones que se merece.
Escogí no discutirle. Así no llegaría a nada.
Todo el tema de las computadoras se veía demasiado complicado. Pero para mi suerte, conocer a David, el difunto mesero que conocí en Berlina que intentó abusar de mi, sirvió de algo. Ese día que le pedí que me llevara al cuarto de seguridad del bar, me enseñó cómo se desactivan unas cámaras. Podría aplicarlo aquí.
Ya sabia cual era la habitación, y cómo desactivar las cámaras. Ahora necesitaba las llaves. Tanto las de este cuarto, como la de las habitaciones de mis amigos en el sótano. Supuse que el juego de llaves que trae Troy son dichas llaves.
¿Pero cómo se las quito?
Una alarma comenzó a sonar desde el celular de Troy. La apagó y se giró a mi.
-Hora de la cena.
***
Ya sentados los cuatro en la mesa del comedor, reinó el silencio y el sonido de las masticadas de la pata de pollo que ingeríamos. No voy a mentir, estaba delicioso.
-Hoy le llevé amablemente un pedazo de pollo a Ethan y me mandó a la mierda.- Carla rodó los ojos- Quién diría que un vegetariano no rompe su fé ni en un secuestro- rió- su última comida y no la disfruta.
-Qué desagradecido.- concordó Troy.
Apreté con las manos los cubiertos. Odio que hablen así de mis amigos. Como si fuesen objetos con los cual jugar cuando se les da la gana. Que se burlen sobre el peligro que corrían sus vidas por su culpa. O más bien por la mía.
Jason y yo aun seguíamos fingiendo que nos odiábamos a través de nuestros gestos. Pero lo que en realidad reflejaban nuestras miradas eran desesperación.
-Jason me contó cómo te engañó con tu hermana y luego con Granger.- Carla detuvo lo que hacía para observarme con diversión- Te entiendo. A mi también me fastidia imaginármelo con otra mujer. Pero verte sufrir supera todo sentimiento.
Suspiré pesadamente- El sentimiento es mutuo.
-Me imagino. Ahora que seré yo la que se lo folle, debes de querer asesinarme.
-Quiero asesinarte desde que descubrí tu verdadera identidad, estupida.- espeté con rabia.
-Carry...- me regañó Troy- el lenguaje.
-Lo siento.- me disculpé falsamente.
-Si Carry, el lenguaje- ella sonreía como se se hubiese ganado la lotería- tu hombre quiere que te comportes. No seas irrespetuosa.
-Adele, por favor, basta.- le pidió Jason.
Ni siquiera lo decía entre dientes. La miraba con ojos de cachorrito y con una voz dulce y suave. Como si le rogara y tuviera miedo de ella. Pero claro estaba, que Jason era inteligente, y un buen actor.
-Solo tú puedes hacerme un poco más considerada.- acto seguido, Carla se abalanzó sobre él, colocándose a horcajadas para besarlo apasionadamente. Él le siguió el beso, cosa que me detuvo el corazón por completo. Digo, sé porque lo hace, pero joder, como duele verlo así.
Troy y yo observábamos como ella se frotaba encima de él largando algunos gemidos. De vez en cuando miraba hacia atrás con superioridad, yo en cambio le alcé el dedo medio.
La lamparita de mi cerebro se encendió y cerré los ojos con fuerza para empezar a sollozar.
-T-troy...- lo llamé tartamudeando.
-¿Qué sucede?
-Esto me hace mucho daño. Me siento muy mal- sorbí mi nariz.
-No debería. Pero...¿Quieres que te demuestre quien si te ama de verdad?- acercó sus labios a los míos.
-En realidad...- detuve su pecho con mi mano- quería saber si podría dormir en tu habitación hoy...- susurré- no me gusta estar sola.
-Um...¿En la mía?- asentí poniendo mi mejor cara triste. Coloqué una de mis manos en su muslo acercándola a su entrepierna- No puedo negarme a ti.
Y así supe, que esta noche nos iríamos de este jodido sitio.
Gracias por los 20k!!
Y gracias por seguir <3