Tenebrise (+18) I COMPLETA I

By SarahMans07

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La primera fiesta de la adolescente Carry Feynman, terminó siendo la escena de un brutal asesinato. Y eso no... More

Nota
Prólogo
Capítulo 1- El Tenebrise
Capitulo 2- El nadador enigmático
Capitulo 3- El primer desafortunado
Capitulo 4- El taller
Capitulo 5- Nuevos amigos
Capitulo 6- ¿De nuevo?
Capitulo 7- Pretendiente
Capitulo 8- Sentimientos
Capitulo 9- Otra noche interesante
Capitulo 10- Clases de natación
Capitulo 11- Confesión
Capitulo 12- Lazos
Capitulo 13- Interrogatorios
Capitulo 14- Encubierto
Capitulo 15- Sensaciones
Capitulo 16- Dolor
Capitulo 17- ¿Amor?
Capitulo 18- La obra
Capitulo 19- Descubrimientos
Capitulo 20- Carta o beso
Capitulo 21- Se terminó
Capitulo 22- La nota
Capitulo 23- Un nuevo comienzo
Capitulo 24- Castigo
Capitulo 25- Halloween
Capitulo 26- Apoyo
Capitulo 27- La noche
Capitulo 28- "L"
Capitulo 29- La carta
Capitulo 30- ¡Feliz cumpleaños :D!
Capitulo 31- Cambios
Capitulo 32- Bolas magicas
Capitulo 33- Todo iba bien
Capitulo 34- Rota
Capitulo 35- La laptop
Capitulo 36- Es tarde
Capitulo 37- Vuela alto
Capitulo 38- Sospechas
Capitulo 39- Tutifruti
Capitulo 40- Descontrol
Capitulo 41- Mal entendidos
Capitulo 42- Borrachera
Capitulo 43- El campamento
Capitulo 44- Caos
Capitulo 46- Desesperación
Capitulo 47- Nadie nos quita lo que es nuestro
Capitulo 48- Ese día
Capitulo 49- Revelación
Capitulo 50- Asco
Capitulo 51- Odio
Capitulo 52- Acabó
Capitulo 53- Un ligero adiós
Epilogo
¡Nota!
EXTRA I
EXTRA II
EXTRA III
EXTRA IIII

Capitulo 45- El cuarto

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By SarahMans07

Joseline García fue encontrada muerta en su departamento hace tres días. Asfixiada y con su mano izquierda amputada. La policía encontró su cuerpo luego de que una llamada anónima anunciara su muerte. El laboratorio confirmó que el ADN que se halló en la escena del crimen, era cabello de Tony Myers. De mi mejor amigo.

Palmer, la inspectora a cargo, tomó esto y otras declaraciones, como pruebas suficientes para arrestar a Tony. Por supuesto que la noticia fue furor en la ciudad. Todas las familias de las víctimas creían que al fin habían encontrado al responsable. Pero yo no.

Esto va más allá de que confíe en él, tengo mis razones para creerle. Primero, este ultimo asesinato pareció apresurado y poco planeado. Segundo, después de ser tan cuidadoso en sus anteriores crímenes para no dejar huellas y ADN, es ridículo que ahora se le escapara tal detalle como su cabello. Literalmente cualquiera podría implantarlo. Tercero, el asesino claramente dijo que no volvería a atacar, entonces ¿Por qué lo hizo?

Es obvio. Quieren inculparlo.

Mi pie daba golpecitos en el suelo mientras mis codos se apoyaban sobre mis rodillas. Estaba esperando a que por fin me dieran el paso para hablar con Tony. Necesitaba verlo, hablar con él y que supiera que no estaba solo. Papa llegó a mí y me abrió las puertas. Las visitas ya estaban permitidas y no dudé en venir.

Los padres de Tony y su novia estaban como locos. Lo único que podían hacer por él era contratarle un buen abogado y esperar hasta el día del juicio.

-Ten en cuenta con quien estas hablando- me advirtió él.

-Si, con mi mejor amigo. Con el chico que has visto crecer junto a mi. A quien están inculpando por crímenes que no cometió- le escupí con furia indignada por su actitud.

En cuanto entré a la sala, me senté en uno de los cubículos. Frente a mi, una pared de vidrio que me impedía escuchar al del otro lado. Por lo que tomé el teléfono a mi derecha y esperé a que trajeran a Tony. Minutos después, él apareció vestido con el típico mameluco naranja y con las muñecas esposadas. Me rompió el corazón verlo en ese estado. Su rostro claramente demostraba que no estaba disfrutando la situación y que necesitaba ayuda.

-Hola- lo saludé con una sonrisa triste.

-No puedo creer que estoy aquí- dijo desanimado después de descolgar el teléfono. Su voz estaba rota.

-Tú no eres el responsable. La verdad saldrá a la luz, ya verás.

-Confías en mi ¿Verdad?

-Tu pregunta me ofende.- él rió.- Felipe dijo que falta poco para que obtenga resultados sobre las cámaras. Si tenemos algo, no tardarás mucho en volver a casa- le aseguré.

Asintió- Oye, en el bar, hace dos días...antes de que me arrestaran, quería decirte algo.

-Si lo recuerdo. ¿Qué era?

Apoyó los codos en la mesa que tenía al frente y suspiró apretando con fuerza el teléfono.

-Ethan.- arrugué las cejas- Creo que es él quien está detrás de todo esto.

-¿Por qué lo dices?- estrujé con fuerza las mangas de mi buzo.

-Escucha, ¿Recuerdas que en el campamento perdí mi toalla?- asentí- bueno, días después, cuando llegamos a Berly, Ethan vino a mi casa a devolverla diciendo que la había tomado por error. Ni siquiera sé cómo sabía mi dirección, nunca se la dije. ¿Y sabes qué podía contener mi toalla?

-ADN- respondí sin poder creérmelo. La toalla de Tony perfectamente podía tener rastros de cabello de él.- Espera pero, eso pasó antes de que te arrestaran. ¿Qué es lo que ibas a decirme en el club?

-Pues quería comentarte mis sospechas hacia él. Su comportamiento siempre fue muy raro ¿No lo crees? Llegó a nuestras vidas como si nada. Él intentó meterte ideas sobre que yo o Jason podíamos ser el asesino. Tu me comentaste lo intenso que se mostraba a la hora de culpar a alguien.

-Tony, ¿En serio crees que él mató a su propia prima?

-Amiga, estoy en la jodida cárcel porque alguien intenta inculparme. Después de todos los homicidios cometidos, claramente hablamos de un loco.

Restregué mi rostro con mi mano libre y me quedé pensativa por unos segundos. Es cierto que no conocemos a Ethan lo suficiente.

-Sabes...una vez me reuní con Ethan para hablar sobre lo que había encontrado en el departamento de Troy. Y él insistía en que tal vez no debíamos confiar en ti.- recordé.

-Ahí lo tienes.

-Pero tampoco podemos confiar en Troy. Recuerda que él intentó hacernos creer a mi y a Carla que tu eras el asesino.

Él se frustró- Joder, que puto lío.

Lo miré comprensiva.

-Te sacaremos de aquí. Te amo amigo.

-Y yo a ti.- me devolvió la sonrisa.

-Tu novia viene después de mi- le dije luego de despedirme.

Cuando un guardia me indicó la salida haciendo referencia a que mi tiempo había terminado, me levanté de mi asiento no sin antes decirle una vez más a mi mejor amigo que saldría de esta.

Carla tomó mi puesto y yo salí de la estación policial para tomar un poco de aire. Cada vez me sentía más agobiada y nerviosa. En cuanto quise emprender el camino a casa, sentí un líquido caer sobre mi pecho.

-¡Ah!- no pude evitar gritar ya que el líquido estaba muy caliente.

-¡Joder, perdon perdon perdon!- dijo la persona que me habia chocado intentando limpiar la mancha que dejó en mi buzo.

-¿Dan?- exclamé en cuanto me percaté de quién era.

-¡Carry! No te había reconocido- dice ahora sonriendo- Debo tener mas cuidado, primero te derramo una cerveza y ahora un café caliente. Soy un poco despistado.

-Tranquilo.- le resto importancia- me sorprende verte aquí.

-Oh, mi tio trabaja en el área administrativa.- dice señalando la estación- venía a traerle un café pero supongo que tendré que ir por otro.- sonríe- incluso cuando ya tienen al asesino, el trabajo lo tiene al tope. Pobre.

-Aún no tienen al asesino.- mascullo.

-Carajo, cierto que es tu mejor ami...- se calló- um, quiero decir. Lo lamento.

Suspiro- No puedo creer que todos den por hecho que Tony es culpable simplemente porque una maldita inspectora se le dé por arrestar a alguien y quedar bien.- las palabras salen solas con puro disgusto.

Dan me mira sin saber qué decir- Entiendo que sea tu amigo de toda la vida. Pero a veces, las personas no son lo que aparentan. Y debes aceptarlo por muy duro que sea.- es lo que dice antes de despedirse y marcharse.

***

-¿Es en serio?- le pregunté a Martín atónita por teléfono.

-¡Si! Felipe ya tiene resultados pero nos pidió que nos reuniéramos en un callejón donde nadie nos viera. No te preocupes, lo conozco y estaremos seguros. Llamaré a los demás.- cortó.

Me levanté de la cama y me vestí lo más rápido posible. Había pasado un día desde que visité a mi mejor amigo en la cárcel y ansiaba resolver esto de una vez por todas. Me puse un jean azul oscuro y una camisa de tirantes blancos acompañado de un buzo que amarré a mi cintura por si el clima se ponía fresco.

Le pedí a Jason que pasara por mi y juntos conducimos a la dirección que Martín nos envió por mensaje.

-Mierda, estoy nerviosa- admití mirando por la ventana- ¿Y si Felipe dió con el asesino?

-Entonces tendremos pruebas para sacar a Tony de la cárcel y terminar con toda esta pesadilla.

Él tenía razón. Relájate Carry, relájate. Uno, dos, tres...

-¿En serio estás contando?- me preguntó divertido. Ups. No me había dado cuenta de que hablaba en voz alta.

Diablos, ya me parezco a mi padre.

Vimos estacionado el auto de Martín y supimos que estábamos en el lugar correcto. Bajamos y en cuanto pise el asfalto, cerré de un portazo. Entrelacé mi mano con la de Jason para luego caminar a paso rápido y meternos en un callejón viejo y oscuro. El olor a basura inunda mis fosas nasales pero lo ignoro enfocándome en el porqué de estar aquí.

Jenny, Eva, Carla e...Ethan estaban allí. Diablos, Ethan estaba allí.

-¿Somos todos?- preguntó Felipe, un chico que aparenta no más de 25 años, con barba, ojos saltones, y bastante alto. Asentimos en respuesta.- Bien. Fue un proceso largo. No es fácil entrar a un sistema como este. De hecho es casi imposible y me sorprende haberlo conseguido. Pero lo logré con ciertos servicios ilegales. Por eso tuve que reunirlos aquí, nadie puede saber lo que hice.

-Está bien.- le dije.- nada sale de aquí.

-¿Encontraste algo? Tenemos que sacar a mi novio de ahí antes del juicio- le insistió Carla esperanzada.

-Si. No puedo darles un nombre, pero si una dirección.- él le mandó un mensaje a Martín y luego este nos lo reenvió a nosotros- ahí tienen la dirección. Es el lugar donde las cámaras espías envían la información.

-¿Esto significa que es donde se encuentra la persona que las maneja?- preguntó Ethan.

-No necesariamente. El dispositivo a cargo puede moverse libremente. Pero esta es la única señal que conseguí. La de este lugar- sacudió su teléfono haciendo referencia a la dirección.

-Sos tremendo- Martín lo abrazó fraternalmente- Nos ayudaste mucho.

-Gracias. ¿Y mi pago?

Todos miramos a Martín enarcando las cejas mientras que él se rascaba la nuca.

-¿Olvidé mencionar que Feli tenía precio?- rió nervioso.

-¿Cuánto?- preguntó Jason encabronado.

-No tiene que ser dinero- respondió Felipe mirando a las chicas y a mí- con cualquiera de estas hermosuras me arreglo.

-Mejor suerte para la próxima pervertido- le respondió Jenny.

-¿Tienen novio o que?

-Si- respondimos todas a la vez.

-Pues pedazos de suertudos- se rindió. Jason y Martín se miraron y asintieron orgullosos.

Logramos un acuerdo con cierta suma de dinero. La verdad es que no podíamos culparlo por exigir un pago luego de habernos conseguido una información tan complicada que cuesta días de trabajo.

Luego de despedirnos de Felipe y agradecerle, todos tomamos un mismo auto, el de Jason, y emprendimos el viaje hacia dicha dirección.

-No me sorprende que sea en Guadaña- habló Eva.

A mí tampoco.

Todos lucíamos nerviosos. Básicamente, podríamos estar dando con la guarida del asesino. Por supuesto que estábamos preparados. Cada uno llevaba guantes para no dejar huellas, y cargábamos con nosotros un bate de béisbol y varios fierros como armas por si tocaba defendernos. El sudor recorría las palmas de mis manos y mi cuello. Lo ansiaba, ansiaba darle fin a esta historia.

La noche ya estaba cayendo, oscureciendo nuestro camino. Jason tenía una mano en mi muslo mientras que con la otra tomaba el volante dirigiendo su auto por la carretera. Carla perdía su mirada en la ventana, ella seguía preocupada por Tony. Ethan no mostraba ninguna expresión. Jenny escribía en su teléfono. Y Eva reposaba en las piernas de Martín debido a que no entraban los cinco en los asientos de atrás.

-Por dios Martín, ¿tan rápido?- le susurró ella intentando que no la escucháramos.

-¿Qué esperabas?- le dijo él- vos sabes perfectamente cómo reacciona mi amigo ante tu culo.

Jason y yo nos miramos y reímos.

El cartel dando la bienvenida a Guadaña se hizo presente y nos acomodamos en nuestros asientos. La dirección mostraba un nombre y números por lo que tuvimos que guiarnos por los pequeños postes de las calles. Habíamos pasado incluso el almacén al que habíamos venido antes. Donde hallamos la pulsera de Lauren, la cual resultó que el asesino había plantado.

Seguimos las indicaciones y entramos por una calle bastante estrecha. Esta era solitaria, los edificios se perdían detrás nuestro a medida que avanzamos. Jason disminuyó la velocidad, nuestros destino se estaba acercando y la inquietud permanece en el aire.

Finalmente una construcción se reveló y comprendimos que habíamos llegado. Estacionamos el auto y bajamos para observar aquella casa de dos pisos.

-Esto está hecho mierda- comentó Martín tomando uno de los fierros de la cajuela.

-Es un buen lugar para ocultarse- dijo Ethan- lejos de la ciudad e incluso de Guadaña.

Antes de entrar a la casa, tomé a Eva del brazo y la arrastré conmigo de modo que pudiéramos tener privacidad. Necesitaba preguntarlo.

-¿Estás bien?

-¿Por...?

-Troy está desaparecido. ¿Cómo te sientes con eso?- después de todo, jamás me detuve a preguntárselo. Eva ya ha pasado por mucho con su familia pero no podía predecir qué es lo que pensaba ahora de ellos y en especial de Troy.

Ella me mira sin poder creérselo- Carry me importa un bledo si el tipo incluso está muerto.

-Sigue siendo tu hermano...

-Nunca fue mi hermano. Lo odio ¿okey? Nos ha hecho la vida imposible a mi y a Fancis por mucho tiempo y ojalá que algún día reciba lo que merece.- su voz sale determinante, sin titubeos. Creo que esta es la primera vez que la oigo hablar tan enfadada. Pero es comprensible.

-Claro.- procedo a abrazarla unos segundos. La verdad es que Eva se ha hecho muy importante para mi desde que nos conocimos. Me ha apoyado así como lo he hecho yo con ella. Es lo más cercano que he tenido a una mejor amiga.

Para mi, mi mejor amiga siempre fue Lindsay.

Todos caminamos hacia lo que creímos era la puerta principal. Tomé la perilla, la giré y la estructura de madera se abrió lentamente.

-Que raro.- dijo Jason- no está cerrada.

Con sigilo entramos los siete. Tocamos un interruptor y los focos se encendieron iluminando el lugar. El pequeño vestíbulo nos recibía con un suelo que rechinaba debido a la madera vieja. A la izquierda y derecha puertas que llevaban a otras habitaciones. El grupo se dividió por la casa. Jenny y yo revisábamos lo que era el living. Cuadros de paisajes y abstractos decoraban las paredes marrones. En el centro de la sala había una pequeña mesa junto al sofá, el cual estaba roto.

-Este lugar huele horrible- Jenny se cubrió la nariz.

-Si- concordé- No hay ningún indicio de que alguien viniera aquí.

-Esto está abandonado. No tiene sentido.

-¡Chicos!- escuchamos gritar a Carla- ¡Vengan aquí!

Todos llegamos a ella, quien estaba junto a Ethan en un pequeño cuarto detrás de las escaleras.

-Miren esto- nos señaló un punto en el suelo.

-No entiendo- dijo Eva.

-Arriba de este espacio estaba un mueble que hemos corrimos- comentó Ethan- ahora escuchen- con el pie dió pisoteadas en dicho punto y se escuchaba una especie de eco.- creemos que hay algo ahí abajo.

Tenían razón. Había una diferencia cuando golpeábamos el suelo fuera de la habitación, a cuando pisábamos aquí.

-Debe haber una especie de sótano.- expresé- ¿Pero por donde se entra?

Registramos el pequeño cuarto buscando algo que nos indicara cual era la puerta para bajar.

-¡Acá!- Martín encontró un pedazo de soga que se agrandaba a medida que se levantaba. Él tiró de ella y un pedazo cuadrado del suelo se alzó, levantando un poco de polvo. Acerqué mi cabeza y observé por el agujero. Todos se veía oscuro, una escalera de madera nos daba el paso hacia abajo.

-¿Quién baja primero?

No hubo voluntarios.

Jason rodó los ojos- Pues voy yo.

-Yo te cubro amorcito- lo alenté.

Él bajó los escalones con sigilo y yo lo seguí por detrás tomándolo de los hombros. Los demás nos imitaron y ya nos encontrábamos debajo de la casa. Un pequeño foco colgaba del techo iluminando apenas el pequeño lugar cuando tocamos el interruptor. Las paredes eran grises junto con la única puerta de acero que teníamos al frente.

-Supongo que es ahí- Martín señaló la puerta.

-Wow Einstein, sin ti nunca lo hubiéramos sabido- ironizó Ethan. El argentino le sacó la lengua.

Jason giró la manija y la puerta se abrió. Sin llave y sin nada. Al igual que la puerta principal. Lo que me parece totalmente sospechoso. Cuando entramos, nos paralizamos con todo el entorno. Tres pantallas planas se hallaban sobre un escritorio gigante junto a su respectivo teclado y ratón. Por la sala, estantes con libros y papeles que ojeamos de a poco. Nuestras fotografías colgaban de las paredes, y no fotografías de nosotros sonriendo, sino caminando por la calle, en el instituto, en nuestras casas. Y lo que más me inquietaba, fotografías de Jason y mías follando.

A nuestro lado había otra puerta la cual Carla fue a examinar junto a Jenny y Eva. Los demás seguíamos observando el entorno. Esto definitivamente era del asesino.

-¡Oh por dios!- gritaron las chicas desde la otra habitación.

Corrimos hacia ellas- ¡¿Qué sucede?!

Había una encimera cubierta por un trozo de tela blanco. Cada una tomó un extremo y quitaron la tela revelando lo que había debajo de ella. Mis ojos se abrieron como platos y mi estómago se revolvió. Me llevé una mano a la boca intentando detener el vómito que amenazaba con salir.

-¿E-esas son...?- tartamudeó Eva.

-Manos. Manos humanas.

Cada una de ellas estaban exhibidas en un frasco ajustado a cada medida. El vidrio de los frascos estaban heladas por lo que deduje que se han estado manteniendo refrigeradas. Mi corazón dio un vuelco cuando reconocí perfectamente la mano de mi hermana.

Sentía asco, dolor, rabia. Todo me invadía y no podía creer lo que estaba pasando. Este tipo está jodidamente loco joder. Estas eran las manos de cada una de sus víctimas. Las había conservado.

-Y no es todo- Jason estaba de espaldas mirando una caja de vidrio. La levantó y visualizamos su interior.

-La famosa arma homicida.

El cuchillo carnicero. Compuesto por un mango firme de color negro y tres pequeños puntos blancos. Y una hoja cuadrada y grande con un filo perfectamente capaz de cortar carne humana. Limpia de sangre.

-Joder, chicos...Tony no montaría algo así- dije alzando los brazos mostrando todo el lugar.

-Por supuesto que no- me apoyó Carla- él apenas tiene para pagar su instituto. Jamás podría pagar unas computadoras como esas- señaló las pantallas planas.

-Pues sea quien sea lo tenemos- habló Ethan- el arma, pruebas, todo este jodido lugar. Aquí debe haber aunque sea una huella del asesino. Solo tenemos que llamar a la policía.

Aquella declaración me despertó una duda.

-¿No creen que todo ha sido muy...fácil?

-¿Cómo?

Básicamente, todo está aquí pero...el asesino no sería tan despistado como para dejar la puerta de entrada y la de esta habitación abierta exponiendo todo lo que lo inculpa.

-No lo sé, es como si quisiera que encontremos todo esto. O como si no le importara.

El silencio reinó. Todos se habían quedado pensativos considerándolo. Debido a sus muecas, creo que pensaban igual que yo.

-Mejor salgamos de aquí, ya vimos lo que queríamos ver- propuso Eva y concordamos.

En ese instante, toda la electricidad cayó y escuchamos un portazo provenir de la entrada.

-¡Mierda mierda, no veo nada!

-¡No se separen!

Sentí la cálida mano de Jason entrelazarse con la mía y la tomé con fuerza junto a su brazo. Mis piernas temblaban junto a mi respiración que iba a mil por hora. No veía nada ni a nadie y eso me frustraba. Todos caminamos a paso ciego hacia la puerta de acero.

-¡Está cerrada!- reconocí la voz de Carla inundada de sollozos.

-¡Llamen a al...!- gritó Martín pero se calló de repente con el sonido de algo estampándose.

-¡¿Martín?!- lo llamamos todos pero mi amigo no contestaba.

-¡Cayó al suelo!- gritó desgarrada Eva- ¡Martín contéstame!

Sujeté con fuerza el fierro que tenía en mi otra mano con lágrimas en los ojos.

-¡AH!- escuché ahora gritar a Carla. Seguida de Ethan, Jenny, y luego Eva.

-¡Chicos!- grité con el nudo en la garganta. Di pasos lentos hasta que choqué con algo. Me agaché y sentí los lentes de Ethan.- ¡Jason, no responden!

-¡Carry no te alejes de m...! ¡Ah!- fue su turno de caer.

-¡¿JASON?!- no lo veía joder, no lo veía.

Las luces volvieron a encenderse alumbrando mi entorno. Los cuerpos de mis amigos yacían en el suelo inconscientes. Grité del terror y me acerqué a cada uno de ellos para tomarles el pulso. Okey, estaban vivos. Pero alguien los había golpeado.

Mi corazón se apretó al verlos así y busqué desesperadamente mi teléfono. Pero este ya no estaba en mi bolsillo. Cuando estuve por correr a buscar uno que sea de mis amigos, mi teléfono fue arrojado a mi lado desde mis espaldas haciéndome saltar. Con el rostro empapado y manos temblorosas, giré para encontrarme con una figura encapuchada. Esta estaba solo de pie mirándome.

-Déjanos ir- le rogué entrecortadamente. Mis palabras se atascaban en mi boca debido al pánico que estaba sufriendo. Lo tenía justo frente a mi.

Ladeó la cabeza y negó acercándose a mí. Me obligué a mi misma a retroceder con las palmas de mis manos aun en el suelo y mi trasero arrastrándose por este. Él llevaba un bate de baseball en una de sus manos con lo que supongo golpeó a mis amigos.

-Si lo sé, he vuelto a desobedecerte, he vuelto a investigar. Pero por favor, te ruego que no les hagas nada a ellos. ¡No tienen la culpa de nada!

Silencio. No hubo palabra alguna de su parte y eso me desconcertaba. Seguía de pie y mi labio inferior no dejaba de temblar. Por segundos creí que se lo estaba pensando. Tal vez estaba considerando dejarnos ir.

-No iré con la policía, lo prometo.- ahora lo único que me quedaba por hacer era intentar. Persuadirlo o de alguna forma manipularlo. No sabía si este seria mi fin. Así que si, estaba desesperada.- Haré lo que quieras si los dejas ir. Lo que quieras.

No podía permitirme volver a poner en peligro la vida de las personas que amo. La historia de Lindsay no se iba a volver a repetir, y como dije antes, arriesgaría mi vida por ello. Y ver a mis amigos así, nuevamente por mi culpa, me incentivaba aún más a darlo todo por ellos.

Logré levantarme y mantenerme rígida en mi lugar. El asesino era más alto que yo. Estaba exactamente vestido igual que la última vez que lo vi. Con su sudadera y pantalones negros. Su rostro era cubierto por una máscara y sus manos tenían aquellos guantes gruesos.

No hablaba. Supuse que aun no quería revelar su identidad. La vez que nos secuestró a mi y a Lindsay habló por medio de los parlantes, pero su voz se oía distorsionada. A paso lento, fui yo la que se acercó a él. Con todas mis fuerzas, me posicioné justo frente a él y levanté el mentón demostrando valentía y seguridad. Aunque por dentro estaba cagada. Alcé mi brazo con la intención de tomarle la máscara pero me detuvo y agarró mi muñeca firmemente.

Tomó mis hombros y me giró. Dió un pequeño apretón para indicarme que me quedara quieta y obedecí mientras él buscaba algo por la habitación. La puerta estaba cerrada por lo que sería inútil intentar huir. Podía intentar luchar, pero me doblaba la altura y probablemente la fuerza. Pues yo no suelo levantar pesas.

Volvió a pararse detrás de mí y sentí su tacto en mis brazos. Los colocó por detrás de mi espalda y juntó las muñecas. Un escalofrío me invadió al recibir un objeto frío envolverse en ellas. Esposas.

Hecho esto, lo siguiente que sentí fue el impacto de su bate en mi cabeza, tirándome al suelo para inducirme en la inconsciencia.

Oscuridad.

Falta poco, falta poco...

Por cierto, el significado del titulo del libro lo tienen en este capitulo <3

Gracias por los 16k!!!

Besooo

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