¿Era una broma?
No podía ser cierto.
Ese señor que decía que era su padre, y que ella repetía hasta la saciedad que él solamente puso los espermas, no podía estar hablando en serio. No podía llevarla con él, no cuando fue quien la obligo a internarse en ese colegio para que no la separase de su madre y que nunca se hizo cargo de ella.
No podía llevarla con él ahora que ya se había acostumbrado a esa escuela, a pasar los días con sus mejores amigas y a estudiar con más personas sin profesores particulares.
Sintió las piernas adormecidas y el temblor de sus labios. La presión en el pecho iba incrementándose según iba cayendo en la cuenta de la situación.
Tendría que coger un avión y volar hasta España con ese "Ruco" y convivir un mes con él. ¿Por qué? Ella no quería saber nada de ese hombre, para ella no era nadie en su vida, simplemente el hombre que le pasaba una manutención a su madre por ella, la cual no se había gastado ni un centavo, y había aparecido en los últimos meses a exigirle que la ingresara en el Elite Way School para ahora obligarla a ir con él. ¿Ya no le importaba su educación?
Daba igual, haría lo imposible por no ir y dejar un mes a su madre y el colegio.
El odio la estaba consumiendo. Oia a su madre llamarla llorando. Había más gente, pero no le interesaba nadie.
Era capaz de aguantar encerrada el tiempo que fuese necesario hasta que ese hombre se fuese de ahí. No quería verle la cara.
-Mi reina por favor, abre la puerta- La voz ahogada por las lágrimas de su madre solo hizo que la presión en el pecho aumentase y tuviese que llorar más
-Dejenme sola! No quiero ver a nadie ahora
-Roberta, deja ya el melodrama y sal de ahí ahora mismo- Vociferó.Cuanto más le escuchaba peor se ponía.
-LARGATE! NO ME VOY A IR CONTIGO!ME DAS ASCO, VETE!- Acompañó sus gritos con un fuerte golpe en la puerta y se recostó con la espalda apoyada en esta, dejándose caer hasta quedar sentada en el suelo.
Entonces, acudió de nuevo a ella el primer nombre que le pasó por la mente cuando le notificaron el plan de su "padre" para ella. Cerro los ojos intentando evitar el dolor y susurró.
-Diego...