¿Que hubiera sido? ~Diego&Roberta~

39. Celebrando de mentira

El patio central estaba llenandose de alumnos mientras ellas gritaban y celebraban la supuesta victoria a la logia. Habían conseguido matasuegras y confeti, repartían gorritos de celebración entre los alumnos que iban llegando mientras la música sonaba.

-Roberto, como sabremos si les estamos provocando bien? Yo ni siquiera sé a quien tenemos que provocar

-Yo sé de uno que me dijo Miguel. El Rodrigo ese de quinto.

-What?

-Pues eso me dijo.

-Pero si le viste la cara? Ay no Robert, parece asesino en serie

-Barbie, tranquila si? Tu misma dijiste que delante de tanta gente no iba a pasar nada. Simplemente tenemos que atrerle a el y sus amiguitos.

-Y si cantamos?

-Que?

-Si. O sea, creo que es la mejor forma de atraerlos. Imaginate. Salimos nosotras con nuestros micrófonos y dedicamos la cancion al charro por haber vencido a la logia.

-Tu tienes los demos?

-Obvio.

-Ve por ellos. Yo me encargo de los micros.

En cuestión de minutos empezó a llegar más y más gente cuando se había corrido la voz. Alumnos deseosos de que al menos una parte de Rbd se estaban preparabdo para cantar.

-Chavas, no es demasiado?

-Lupita. Despues de hoy, no va a quedar nada de la logia y no van a volver a tocaros un pelo. Asi que nada es demasiado si es para acabar con esos imbéciles.

De repente el rostro que esperaban ver aparecio frente a ellas con todos sus secuaces. Esperaban pacientes lo que iban a hacer las chicas mientras las miraban amenazantes. Y ahí empezó el show.

Cogió el microfono y se subió corriendo al pasillo de arriba para que todos la viesen bien, seguida por Mia y Lupita.
Y mirando fijamente a Rodrigo comenzó a hablar.

-Chavos! Hoy es un día para celebrar! Por fin mi amigo del alma Miguel Arango ha acabado con la Logia! Por fin ningun becado más tendrá que sufrir de sus abusos y ataques! Y para celebrarlo, aqui la Lupe, la paris hilton y yo les vamos a cantar una cancion! Que viva Miguel Arango!

-Roberto!! Me chocas caray!

La música empezo a sonar bajo la atenta y furiosa mirada de Rodrigo que se había centrado en Roberta. Estaba nervioso, que narices estaba pasando?

-Rodrigo, que fregados hacemos ahora? La loca esta nos va a descubrir.

-Es un farol. Si la logia ha caido, que hacemos aqui entonces? Algo está tramando Arango. Vayan a la antigua bodega y recojan todo. Y si en el camino encuentran a Arango o a alguno de sus amiguitos, matenlos.

A lo lejos pudieron escuchar el espectaculo de las chavas y el vitoreo de todos los alumnos hacia ellas.

-Sabia que Roberta iba a conseguirlo

-Me sigue pareciendo demasiado arriesgado

-Preocupado por tu chava?

-No es mi chava

-Siempre va a ser tu chica. Esteis juntos o no. Y la cara que tienes ahora mismo pensando que ella corre peligro solo lo confirma

-Te recuerdo que Mia también está alli

La cara de Miguel se descompuso al instante. Quizás si era demasiado arriesgado, pero confiaba en que de verdad no se atreviesen a hacer nada en publico y en que ellas fueran capaces de no dispersarse.

-Vale. Hagamos una cosa. Teo y Nico, por favor, vayan donde las chavas y vigilen que vaya todo bien. Tomás, quedate vigilando que no venga nadie. Si vienen gritas y salimos todos corriendo, y Diego, Giovanni y yo entramos.

Entraron a la vieja bodega mientras la música seguia sonando, mientras Rodrigo se iba poniendo más y más nervioso.

Teo y Nico llegaron al patio central donde Mia, Roberta y Lupita seguian cantando y pudieron controlar que efectivamente, la logia se encontraba allí mirando atentamente el espectáculo.

Pero algo fallaba.

-Teo, según pudimos contar la otra vez. Cuantos eran en la logia?

-Treinta

-No manches. Teo, aqui solo hay veinte

-Que?

-Que hay diez que no están. Eso significa...

-Hay que ir por los chavos.

Los golpes iban y venian. Eran demasiados y ni siquiera podía ver quien le atacaba. Sentia la sangre salir de su boca mientras recibia más patadas y puñetazos. Queria defenderse, pero no podía.

De repente los golpes pararon y no pudo sentir nada más. Solamente escucho unos pasos que se alejaban y no fue capaz más que de cerrar los ojos.