37. Amenaza

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La bodega había quedado vacia después del ensayo. Solo quedaba ella terminando de recoger los apuntes que había llevado para estudiar aprovechando el silencio que sus compañeros de banda habían dejado cuando habian salido de allí.

No llegó a terminar de cerrar su mochila cuando la oscuridad se hizo con el lugar.

El miedo empezó a invadir a la morena de arriba a abajo. Sabía que la luz no se había ido sin más.

Llevaba días recibiendo amenazas por su condición de becada y sabía, que en ese momento no estaba sola.

Automaticamente comenzó a llorar y se sentó en el suelo en posición fetal, rezando por que no le hiciesen nada.

Empezó a oir lo que parecía golpes en el suelo por dados palos, un montón de ellos, cada vez más cerca y cada vez parecían más y más, por todos lados.

La habían rodeado. Se concentró en sus oraciones y cuando se quiso dar cuenta ya no había ruido. Pero volvió a oir la puerta de la bodega abrirse y el miedo esta vez atacó más fuerte.

-Por favor...

-Lupe??

-Roberta? - Levantó la vista y vio a su amiga acompañada de Miguel mirandola totalmente confusos

-Que paso? Por qué estás ahi?

-Había alguien aqui Roberta. Me apagaron la luz y me rodearon

-Que? Lupita, aquí no hay nadie

-Roberta...-Volteo a ver a su amigo que la miraba preocupado y sostenía un papel en la mano.

-Es....

-La logia. Dicen que es el ultimo aviso.

Las puertas de su casa se abrieron bajo la atenta mirada de los gorilas de su padre. Caminó por el pasillo hasta la puerta del despacho y sin más  miramiento abrió y la imagen que vio le dejó más que estupefacto.

Su padre le miraba con los ojos abiertos mientras Paula terminaba de colocarse la ropa.

Inmediatamente se echó a reir.

-Vaya. Sabía que erais ruin. Que te veías con otras mujeres que no fuesen mi mama, pero verte con la prostituta que contrataste para tu hijo...

-Hijo, no me vengas con moralismos. La contraté por tu bien

-Diego, corazón...

-Paula, neta, no hagas más el ridiculo

-Paula, dejame solo con mi hijo

Cogió el dinero que el hombre le estaba entregando y con la vergüenza invadiendole salió del despacho dejando a padre e hijo completamente solos.

El ambiente estaba cargado de tensión. Bustamante permanecia tranquilo, sabiendo que con cuatro palabras podria controlar a su hijo. Pero la furia de Diego iba mucho más allá. Miles de cosas se le pasaban por la cabeza en ese momento, la inocencia de su madre sin saber que mientras ella se encontraba en Europa su marido se andaba acostando con prostitutas, los problemas desde que Paula llegó, Roberta diciéndole que no le quería por culpa de su padre.

Dio un golpe sobre la mesa y tras dar un grito de rabia tiró todo lo que habia encima dejando a su padre totalmente sorprendido y de cierta manera asustado.

-Hasta cuando vas a fregarme la vida Leon? Que no entiendes que no eres quien para manejar mi vida?

-Soy tu padre. Y tu eres la vergüenza de la familia. Eres debil, un niño mimado que se esconde bajo las faldas de su mamá. Un Bustamante virgen...

-Todo esto por eso? Neta? Hasta eso me tienes que controlar?

-Agradeselo a tu noviecita. A esa manzana podrida

-No se te ocurra nombrarla. Y que tiene que ver ella?

-Yo no me habría enterado de tu vergonzosa virginidad si no te hubiese llevado al doctor gracias a que ella me dijo que eras impotente

-QUE?

Salió de su casa como alma que lleva el diablo. La iba a matar.
Siempre le metia en problemas fuese como fuese. Como se le había ocurrido decirle a su padre que era impotente? Por un momento su furia bajó y empezó a reir. Esa loquita siempre iba a estar volviendole loco a él. Tuvo que reconocer que si era una broma, habría estado bien si no hubiese llegado a los límites que habia llegado.

-De una manera o de otra me traes loco chiquita

Siguió su camino hacia el colegio pero una castaña se plantó frente a el cortandole el paso.

-Que quieres tu ahora?

-Necesito explicarte como son las cosas y por qué lo hice

-Paula, neta dejame en paz

-No, Diegi quiero que escuches mis motivos. Quizás asi puedas...

-A ver, entiende una cosa, no necesito que me expliques nada porque no me importa. No eres nadie en mi vida salvo una persona que lo único que ha hecho ha sido ocasionarme problemas

-Lo sé. Y por eso quería pedirte perdón. Sé que la forma en la que yo llegué a tu vida no ha sido la más normal ni la más bonita y que al principio mis intenciones no eran muy buenas. Pero Diego, yo me enamoré de ti. Y estaría dispuesta a cambiar de vida por ti

-Estas loca verdad? Crees que yo tendria algo contigo después de todo? Crees que siquiera me gustas como para que se me pase por la cabeza?

-Es por ella verdad? Si no te hubiese comido la cabeza tu y yo podriamos estar juntos

-Estas loca.

Se fue dejandola alli sola y se encaminó de nuevo al colegio. Su objetivo era que no precisamente Paula le diese explicaciones.

¿Que hubiera sido? ~Diego&Roberta~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora