Una semana ha pasado desde la trágica muerte de Lauren Davis. La policía apenas daba comentarios acerca del caso de la joven adolescente a la prensa. Probablemente eran órdenes de Palmer.
Y Palmer. Esa mujer se estaba tomando muy en serio su trabajo. Tenía a todos los oficiales corriendo de un lugar a otro, incluyendo a mi padre. También dio estrictas reglas de no revelar información a nadie, por lo que papá ya no nos comentaba nada de lo que pasaba en la estación, ni sobre el asesino. Era una tortura. Antes, él era una gran fuente de reportes para mi, de esa forma podía mantenerme un poco al tanto de los pasos del homicida. Tal vez de esa forma, averiguaría su próximo movimiento. Pero todo eso ha acabado. Ya no sale ni una palabra de la boca de Javier sobre el caso.
Tampoco puedo culparlo, es su trabajo y todos sabemos lo dedicado que es cuando se trata de su oficio. Me llena de orgullo. Al ser su hija, puedo ver una perspectiva del famoso oficial de la ciudad diferente a la de los demás. Un punto de vista donde me permito ver el estrés y cansancio que conlleva ser policía. Sin embargo, también puedo ver la alegría con la que porta su placa y uniforme.
Intenté visitarlo en la estación, pero lo llamaban a cada rato con órdenes y no me permitían hablar con él ni por un minuto.
-¿Que tipo de cena?- le pregunto a mi mejor amigo mientras guardo los libros en mi casillero.
-Ya sabes cómo son mis padres, solo quieren presumirme y que invite a mis amigos para celebrar.
Resulta que ayer Tony y su equipo de fútbol ganaron un campeonato del que venían participando en estos últimos meses. Cuando no estaba en el instituto o con su novia, se la pasaba entrenando en la cancha. De hecho, fue en el primer partido en el cual conoció a Carla. Tony se destacó en la final metiendo dos goles y su entrenador lo nombró capitán del equipo. Y si, sus padres son los típicos que alardean todos los triunfos de sus hijos. Al parecer quieren celebrarlo en su casa con los chicos del equipo y sus amigos.
-Los amo- reí. Ellos siempre se comportaron como una segunda familia para mi y sus ideas locas nunca me cansaban- Por supuesto que iré. ¿Puedo llevar a Jason?
-No sé si quieras invitarlo en realidad.
-¿Por qué?- me giro a verlo.
-Porque mis padres invitaron a los tuyos, a tu hermana y a Brandon.
No me sorprende. Desde el día que Tony y yo nos hicimos amigos, fuimos inseparables y nuestros padres fueron víctimas de aquello. Se terminaron conociendo formando una buena amistad.
-Esa cena será una locura- comento- ¿Cuánta gente va a ir?
-Pues, mis tíos y primos vendrán, los del equipo, tu familia y todos los amigos que invité. Aproveché la ocasión e invité a varios. Incluidos Martín y Eva. Aunque...- agachó la cabeza- Carla no me ha confirmado.
-Mierda...olvidé por completo hablar con ella. ¡Lo haré, lo prometo!- le aseguro.
-No es que estés obligada a hacerlo, amiga. No pasa nada.- dice tratando de ocultar su dolor. El humor de Tony cambió rotundamente y entendí que la distancia con su novia lo estaba afectando.
Me es muy difícil ver a mi amigo en ese estado, sin su chispa radiante de todos los días. Y es entendible el comportamiento de Carla, creo que yo me sentiría igual si me enterara de que besaron a mi novio. Pero ya pasó un buen tiempo y estoy cien por ciento segura de que ambos se extrañan muchísimo mutuamente.
Sin más, tomé mi teléfono y busqué su contacto.
CARLA 13:11 pm
-¿Podemos vernos?- tecleé. La respuesta tardó unos minutos en llegar.
-Por supuesto.
Sonreí para mí y cerré mi casillero. Camino a nuestra próxima clase, visualicé a Ethan mirando su teléfono recostado en su casillero. Codeé a Tony.
-Invítalo.- le pedí.
-¿Eh?- lo miró- ¿A Ethan?
-Si, es una buena oportunidad para hacer amigos.- consideré a los compañeros de equipo de Tony ya que el club no era parte del instituto, sino de afuera. Por lo que no los conocía.- Y tal vez a alguna chica.
-Es gracioso como te le pegas como chicle- le enarqué una ceja- esta semana no lo dejaste en paz.
No se equivocaba. Quería conocerlo más y hacerme su amiga. Podría decirse que lo logré, dado que me hablaba mucho más y no se comportaba tan tímido como antes.
-Si te hace feliz, lo invito- le sonreí en agradecimiento. Tony es una persona solidaria y considerada. Nunca se quedaría atrás a la hora de ayudar.
Nos acercamos al pelirrojo capturando su atención.
-Hey Ethan- lo saludo animadamente.
-Hola chicos.- se acomoda los lentes e intenta no hacer contacto visual con ninguno de los dos. No entiendo por qué. Hemos logrado llevar a cabo varias conversaciones amistosas. Creí que ya habíamos progresado.
-Oye amigo, mañana haré una cena en casa. ¿Quieres venir?
-¿Yo?
-¡Sí, será divertido!- lo animo.
-No gracias.- lo miramos- no te lo tomes a mal Tony, agradezco la invitación. Pero no encajo con tus amigos.
-Tú no te preocupes por eso. Te prometo que no habrá ningún idiota. Además, Carry estará ahí, y estará contigo.
-Sip- asentí- Porfaaa la pasaras bien.- se lo pensó unos segundos. Algo indeciso, asintió.
-Esta bien. Gracias.
Tony le dio su número y la dirección de su casa. Nos fuimos satisfechos. Aunque mi emoción se esfumó increíblemente rápido, cuando caí en cuenta de que mi próxima clase era de literatura.
***
Le dije a Carla que viniera a casa. Al cabo de una hora ella estaba recostada en mi cama junto a mí resoplando.
-Sé que no debo molestarme con él. Pero es que no puedo evitar sentirme así.
-La única culpable aquí es Grace.- le dije.
-No puedo ni verla. ¿Que clase de mujer besa a un chico aun sabiendo que tiene novia?- dijo con las manos en la cara- ¿Es que no se da cuenta de todo el daño que causa por un simple momento de calentura?
-Lo dices como si se hubieran acostado.
-Pues casi se siente como si hubiese sido así.- suspira- Duele. A veces creo que él debe estar con chicas de su edad, y no estancado conmigo.
-Carla, no digas eso- me mira- escucha, ninguno de los dos quiso que pasara lo que pasó. En el mundo existen hombres y mujeres como Grace que les importa un carajo los sentimientos de los demás y hacen su vida solo pensando en ellos.- asintió triste- pero ¿sabes? tu relación con Tony es una de las que más admiro. Y no solo porque haces muy feliz a mi amigo, si no porque a pesar de lo que piensen los demás, ustedes siguen juntos.
Carla le lleva cuatro años a Tony. Y la gente, claro, no pierde la oportunidad para comentarlo y dar sus opiniones. Si bien los amigos de Tony lo halagaban por tirarse a una mujer mayor, a Carla la tachaban de abusadora.
-Supongo que es un don en mí- dijo ya sonriente- los comentarios de la gente me importan un carajo. Amo a Tony, él me hace tan feliz...y ni hablar de cómo es en la cama. Para tener 17 wuuf...
-Too much information.- rió.
-¿Sabes algo? Jamás sentí celos de ti por Tony. Digo, creo que la mayoría hubiese tenido sentimientos encontrados con la mejor amiga de tu novio. Pero no sucedió. Los veo a ti y a él juntos, tan unidos, que hasta los admiro. Tienen una amistad increíble.
-Es algo que espero nunca perder.- me sincero. Amo a mi mejor amigo, no sé qué sería de mí sin él- Entonces...¿Irás a la cena de tu bizcochito?- le pregunté con ojos de perrito.
-¿Bromeas? Mi novio se convirtió en capitán del equipo de fútbol. ¡Mi chico!- gritó orgullosa- Hay que celebrarlo.
Reímos, luego me abrazó agradeciéndome el apoyo. Ella era una de las personas que agradecía tener en mi vida, sus consejos y chistes siempre me alegraban. De hecho, recuerdo que cuando hablé con ella, con Jenny y mi hermana sobre Troy, Carla había dicho en ese momento que él no le daba buena vibra y me arrepiento de no haberle tomado la palabra. Creo que la chica a mi lado podía considerarse como lo más parecido a una mejor amiga. Ella ha estado en buenos y malos momentos, nos hemos llevado bien desde el día en que nos conocimos y no podría estar más agradecida con ella por hacer feliz a mi mejor amigo. Ella era importante para mi, lo cual significaba que se sumaba a la lista de los que amaba, y el asesino tendría una persona más la cual utilizar para amenazarme.
Y no. No puedo dejar que eso pase.
***
-Quítate la ropa.
Tragándome todo los nervios, le hice caso a mi novio y me quité cada prenda que cubría mi cuerpo, dejándome totalmente desnuda.
-¿Era necesario TODA la ropa?
-No, pero me encanta tenerte así.- negué con la cabeza.
-Dime de una vez que es esa cosa.
Él sujetaba con su mano mi regalo de cumpleaños, las esferas blancas. Se acercó a mí y su aroma se apoderó de mi radar volviéndome loca.
-Estas son bolas anales.- dijo con una sonrisita.
-¿Ana qué?- pregunté atónita.
-Anales.- se rió de mi rostro- Si, es lo que piensas, estas bolas van en tu precioso culito.
-P-pero...
-¿Confías en mí?
-Mucho.
-Apoya tus manos en la silla.- me señaló con la cabeza la silla que estaba al lado de su cama. Le hice caso y me apoyé en la madera. Quedé agachada con una buena imagen de mi culo frente a él. Flexionó sus rodillas para lubricar las bolas y mi ano para después comenzar a meterlas en mi de a poco. Se tomó su tiempo para hacerlo cuidadosamente. No sentí molestia ni mucho más dado que Jason ya se había encargado de abrir esa zona con sus penetraciones.
Cuando terminó de colocarlas, acarició mi espalda y plantó pequeños besos en la misma. Luego de una nalgada, me tomó de los hombros para ayudarme a levantar lentamente.
-¿Te sientes bien o estás incómoda?
-Mm...estoy bien. Apenas las siento.
-¿Segura?
-Lo estoy. Pero aun no entiendo para qué es esto.
-Ya verás. Ahora vístete, la cena de la reina Elsa es en una hora.
Opté por un vestido negro que llegaba por arriba de mis rodillas. Me coloqué unas sandalias de tacón y me até el cabello en una coleta alta. Mi chico, en cambio, solo se colocó unos pantalones negros y una camiseta blanca. Simple y guapo como siempre.
He de admitir que las bolas se sentían raras al principio. Pero después de unos minutos terminé acostumbrándome a ellas y ya ni las sentía. Era igual que un tampón.
Llegamos a la casa de Tony a eso de las ocho de la noche. Varios ya habían llegado. La cena tomaría lugar en un pequeño salón que ellos tenían detrás de su jardín. Mi familia había ido por su cuenta y estaban hablando con los familiares de Tony en aquel salón.
-Holis- saludamos a todos. Mi padre me señaló con el dedo.
-¡¿Qué es eso?!- su dedo se dirigía a mi cuello y caí en cuenta de que era el chupón que Jason me había hecho hace unas horas.
-E-es un moretón.- mentí. Mi hermana, Brandon y Jason intentaban aguantar la risa.
-¿Qué te pasó mi princesita?- preguntó ahora preocupado.
-Fue mi culpa- intervino Jason simulando una mueca apenada- Se lo dejé sin querer cuando me la foll...- rápidamente le tapé la boca y lo arrastré conmigo para salir de ahí antes de que lo mataran en mis narices. Aunque ahora sería yo quien lo matara.
-¡¿MIENTRAS TE LA QUE?!- gritó mi padre detrás nuestro.
Intentó acercarse pero mis ángeles guardianes (mama y Lindsay) como siempre, se lo impidieron antes de que cometiera una locura.
Volví a la casa donde estaban todos los adolescentes, entre ellos los del equipo y algunos compañeros, que tomaban "jugo". Y hago comillas porque está claro que no pierden la oportunidad para agregarle un poquito de alcohol.
-¡¿Por qué lo provocas?!- le dije empujándolo a un sofá de la sala. Me tomé la libertad de gritarle sin vergüenza. Estábamos solos.
-Me gusta molestarlo.
-¡Si, de eso ya me he dado cuenta!- lo miré furiosa- A veces me haces pensar que no te interesa para nada llevarte bien con él- susurré ya calmada con un tono decepcionado.
-Lo siento- suspiró- pero la verdad es que no me interesa llevarme bien con él.
-¿Que?¿Por qué?- pregunté asombrada. ¿Ni siquiera por mi?
-Ven- hizo palmaditas a su lado para que me sentara junto a él, ignorando mi pregunta.
-No.
-Amor, déjalo no tiene importancia.
-A mi me importa. Y mucho.- espeto molesta- Es mi padre. Y estoy empezando a creer que esto va más allá de molestarlo y que en realidad, tienes un problema con él.
-No...yo no...- suspiró- no volverá a pasar.
Mis dudas despertaron sedientas de información. ¿Por qué actúa tan renegado y fastidiado?
-No te enojes- hizo un puchero con la boca mientras yo seguía de brazos cruzados- ¿Besito?
Joder. ¿Cómo negarme a esa carita? Me senté en sus piernas y le dejé un beso en los labios que él no dudo en prolongar.
-¿Se te ofrece algo?- preguntó mi novio después de separarse y mirar por encima de mi hombro. Me di la vuelta para encontrarme con un tímido Ethan.
-Lo siento.
-¡Espera!- lo llamé cuando estuvo a punto de irse corriendo. Me levanté y me acerqué a él con una sonrisa- Me alegra que hayas venido.
-No sé si debería estar aquí.
-No seas tonto, estamos para pasarla bien- le acaricié el brazo y pareció temblar ante el contacto. Me sonrió de lado, pero su sonrisa se esfumó cuando miro detrás de mí. Me volteé para comprobar que Jason no se veía muy feliz.
-Ven- lo tomé del brazo y lo acerqué al sofá- Jason, él es Ethan. Ethan, él es Jason.
-Su novio.- aclaró tomándome de la cintura para pegarme a él.
El pobre de Ethan se veía muy incómodo y no había rastro de alegría en su rostro. Tenía la mirada perdida y oscura como su atuendo, que consistía en una camisa manga larga y pantalones de algodón. Me zafé de los brazos de Jason y volví al lado de Ethan.
-Te muestro el lugar- sin más, lo arrastré conmigo para recorrer las zonas admitidas de la casa de Tony. Jason protestó a mis espaldas pero lo ignoré. Admito que en parte estaba molesta con él porque sabía que tenía algo con mi padre y no quería decírmelo, además de darle una mala mirada a Ethan con apenas conocerlo.
Me paré en seco cuando íbamos por un pasillo. Carla y Tony estaban deborándose hasta el alma. Sonreí victoriosa. Tenía pruebas ante mi de que mis amigos se habían reconciliado.
-Wow- pronunció Ethan con los ojos como plato provocándome una pequeña risa.
También nos encontramos con Martín y Eva. El pequeño se había quedado a dormir en la casa de un amiguito.
-¡Carriola!- saludé a mis amigos y les presenté a Ethan- Un placeraso bro.
-¿Gracias?- dijo el confundido ante las raras palabras de Martín.
Los padres de Tony anunciaron la hora de la cena y todos nos dirigimos al salón trasero para ubicarnos en la mesa larga que abarcaba el lugar. Jason me tomó del brazo para sentarme junto a él.
-Ahí está ocupado- le dijo él a Ethan cuando estaba a punto de sentarse a mi otro lado.
-No, no lo esta. Siéntate.- dudó al principio cuando mi chico le negaba con la cabeza, pero lo incité y terminó tomando asiento.
Al frente mío tenía a mi familia. Javier fulminaba con la mirada a mi novio mientras masticaba la carne con humo saliendo de sus orejas.
-¿Que me cuentas suegro?- se burló y le pise el pie provocándole una mueca de dolor- digo..señor.
-Los días para matarte- dijo entre dientes mientras mama sobaba su espalda.
La cena transcurrió tranquilamente. A excepción de mi novio y mi padre que no dejaban desapercibido su desprecio mutuo. Tony y su equipo alardeaban sobre su victoria, otros compañeros del instituto se mantenían en sus charlas y los adultos platicaban del embarazo de Lindsay, a quien ya se le empezaba a notar la pancita.
-Cuchi cuchi- le hablaba como bebe Brandon al vientre de mi hermana.
-¿Estás bien muchacho?- le consulto papá a Ethan. Comprendí la pregunta cuando me gire a él y lo vi revolviendo la comida de su plato.
-Eh si...es que soy vegetariano.
-Oh...mis respetos amigo. Ese siempre me pareció uno de los mejores movimientos que podrían existir.
¿Qué mierda?¿Mi padre brindándole sus respetos a alguien?
-¿Tu y Carry son amigos?- alterna la vista entre nosotros.
-Lo somos- respondí.
-Me alegra saber que mi hija pasa tiempo con gente de bien.- le dijo sonriéndole.
Y comprendí todo cuando vi que Jason se había tensado y mi padre le daba miradas burlonas. Lo estaba provocando, tal como hacía Jason con él.
-Cuéntame de ti amigo Ethan- papa apoyó los codos y acomodó su mentón en sus manos con una sonrisa más grande que la del gato de Alicia en el país de las maravillas.
-Pues...soy nuevo en Redwood, um...me gustan las ciencias y toco el violín.
-¡Como mi princesita!
-Si...como ella- me miró de reojo.
-¿Ah sí?- preguntó Jason- pues yo...se tocar los bongos.- me mordí el labio para aguantar la risa.
-Aja si- le restó importancia mi padre- y dime Ethan, ¿Que tan cercanos son tu y Carry?
Papá siguió molestando a Ethan con preguntas mientras mi novio refunfuñaba molesto. Ignoré todo aquello cuando de repente, me comencé a sentir rara. Removí mis piernas y mi cuerpo disimuladamente pero lo seguía sintiendo. Y la verdad no sé si era molesto o...gustoso. Jason se percató de mis movimientos y sonrió con malicia.
-¿Pasa algo?- preguntó inocente.
-N-no lo sé- sentía cierto ardor y excitación en mi zona y traté de ocultar mi rostro que era víctima de aquellas sensaciones. Agarré con fuerza la pierna de Jason, casi clavando mis uñas, necesitaba apoyo y este solo seguía sonriendo. Caí en cuenta de que las bolas dentro de mi estaban haciendo un lindo trabajo- Joder.
-Vamos a calmar eso- me susurró al oído con su voz ronca. Me levanto junto a él percatando a algunos de los presentes por nuestra salida.
-¿A donde van?- nos gritó papa.
-A rezar- contestó él.
Entramos a la casa y subimos a la segunda planta. Nos metimos en una de las habitaciones, que era una que la familia de Tony usaba para los huéspedes.
-Follame.- exigí sin ningún tipo de timidez, con la respiración entrecortada. Estaba muy excitada y necesitaba sexo de una manera desesperada.
Jason tomó posesión de mi boca para sumergirnos en un beso brusco y necesitado. La única luz que abarcaba la habitación era la que entraba por la ventana dándonos un ambiente oscuro y perfecto. Me dio la vuelta dejando mi espalda pegada a su pecho mientras besaba mi cuello y una de sus manos viajaba hacia mis piernas y se introducía por debajo de mi vestido para acariciar mi zona por encima de la tela de mis bragas.
-Esas bolas son un simple juego previo- susurró en mi cuello.- ahora prepárate para el partido completo.
Jadeé ansiosa, dejó caer mi vestido para después desabrochar mi sostén. Acto seguido, bajó mis bragas para dejarme al desnudo a excepción de mis tacones. Sus dedos acariciaban mis labios vaginales mientras su otra mano manoseaba mi pecho con desenfreno. Alcé mi brazo para tomar su cabello y sujetarme de él aun besándolo.
Gemí en su boca cuando por fin introdujo los dedos en mi vagina ya empapada y me masturbaba calentándome como nunca. Mis vellos se erizaron y mi piel temblaba, mi corazón latía demasiado rápido, mi boca no abandonaba la de Jason. Su aroma me hipnotizaba y mis ojos brillaban ante su imagen. Movía sus dedos en círculos y los metía cada vez más retorciéndome de placer.
-Amor...- mis gemidos le provocaban gruñidos, ya podía sentir su bulto duro en mi culo. Automáticamente, pegué aún más mis nalgas a él para aumentar la fricción. La desesperación creció en ambos.
Sacó sus dedos de mi intimidad y me recostó en la cama. Me volteó, me abrió las piernas para meter su mano y quitar las bolas que tanto impacto generaron en mi interior. Como siempre, es cuidadoso. Me enamora otra vez más cuando me pregunta si aun me siento cómoda para seguir. No lo dudo ni un segundo.
Me tomó de las caderas para levantarme y dejar mi entrada trasera lista para él. Se quitó toda su ropa para después colocarse el condón en su pronunciada erección. Mi cuerpo lo ansiaba y reaccionó complacidamente cuando su miembro se introdujo en mi de una sola estocada. Me agarré con fuerza de las sábanas cuando comenzó a empujar su pelvis contra mi culo con movimientos fuertes y rápidos. Azotó mi culo con la palma de su mano dejando largos gemidos salir de mi boca.
-¡Ah!- grité de la excitación que me provocaban sus embestidas. No puedo creer que con esta boca le digo "te amo" a mi madre.
Jason me tomó de los hombros para levantar mi torso y pegarme de nuevo a él y encontrar sus labios. Sus gruñidos hacían eco en mis oídos. Mis manos se dirigieron a la parte de atrás de su cuerpo para aferrarse a su espalda y su culo. Me quitó la banda que sujetaba mi caballo y lo soltó. Sujetó los mechones de este para tirar de él y dejar mi cabeza recostada en su hombro.
Siguió embistiendome cuando su mano abandonó uno de mis pechos y bajó de nuevo a mi coño para hacer magia dentro de él.
El mejor dos por uno que he obtenido en mi vida.
-Joder, como me encantas- mordió mis labios mientras seguía con su trabajo.
Sus palabras, sus gemidos, su rostro y cuerpo sudado, su miembro atacando mi culo con brusquedad, su mano haciendo magia en las partes de mi cuerpo, todo de él me mareaba y me hacía sentir la mujer más afortunada del mundo. Teniéndolo así, para mi.
Sus grandes manos apretaban mi piel. Nuestros rostros no se separaban, obligándonos a observarnos mientras eramos victimas del gozo.
La madera de la cama soltaba ruidos debido a los movimientos y el colchón viejo rechinaba por los resortes.
Tal vez no era el mejor momento ni lugar para hacerlo, digo estoy en la casa de mi mejor amigo con su familia y mi familia a unos metros de nosotros. Pero en ese instante hubiese mandado todo a la mierda con tal de sentir a Jason por solo un segundo.
Esas bolas tenían un jodido hechizo placentero en ellas. Me dio sensaciones indescriptibles y ahora mismo estaba recibiendo el mejor sexo anal que había tenido.
Noté como el placer aumentaba en picada cuando sentí mi orgasmo aproximándose junto al de él, llevándonos al cielo.
-¡Jason!- grité cuando lo sentí correrse. Luego de unos segundos me tocó a mí.
Nos quedamos pegados el uno al otro con nuestros labios aún unidos. Su pecho subía y bajaba en mi espalda mientras acariciaba mi cintura con sus manos y nos recuperábamos del cansancio.
Le di un pequeño empujón cuando me di cuenta de algo.
-¡¿Ibas a darme eso en mi cumpleaños?!- rió recostándome en la cama boca arriba para colocarse encima de mi.
-Tal vez...- niego con la cabeza. Paso la punta de los dedos por su increíble figura. Sus abdominales me volvían loca- dame besitos.
Hice caso unísono y repartí besitos en su perfecto rostro y cuello. Era una costumbre nuestra ponernos tiernos y empalagoso despues del sexo. Era como si el amor entre nosotros aumentara incluso más después de entregarnos de aquella forma.
Terminó hundiendo la cabeza en mi cuello mientras yo le acariciaba la espalda de arriba abajo.
Y disfruté el momento con él, hasta que unos toquidos en la puerta nos sobresaltó.
-¿Carry?
Esta semana tengo mucho tiempo por lo que voy a poder actualizar día por medio!!
Gracias por seguir, espero que lo estés disfrutando <3
Te mando un besoteeeee
Gracias por los 2k de lecturas!!!! Estoy mega emocionada. Para muchos es poquito pero para mi es un montón, simplemente gracias <3