Narrador omnisciente:
-Espera que? Donde queréis que os acompañe?- preguntó Oliver ahora algo extrañado.
Remus miró al suelo. Todo pasaba demasiado rápido y solo quería que terminara, sin embargo Lord Voldemort avanzaba cada vez con más fuerza y reclutas a su parte.
Aún seguía pensando que Harry era su última esperanza.
-A Hogwarts, debemos ir ya, nos necesitan.- dijo preparándose para marchar.
-Y Lydia... ella irá también?- preguntó el chico a lo que Remus asintió con algo de inseguridad. Según le había comunicado Bill, la chica seguía muy mal.
Cuando llegaron a través de los túneles secretos que Fred y George conocían como la palma de su mano, consiguieron llegar donde Ron y Hermione les esperaban con algo de preocupación.
Oliver miró el lugar y se sintió al ver que Hogwarts no era lo mismo que había sido algún día.
-Esto está muerto.- dijo Tonks algo triste mirando como el nuevo director, Snape lo había empeorado todo.
-Ya no es lo que era antes.- dijo el chico mirando todos los trofeos de quidditch con la diferencia de que solo habían copas y medallas de Slytherin, donde habían quedado los demás?
-Esperar... falta gente.- dijo Hermione al darse cuenta de que ni Bill, ni, Fleur ni Lydia se encontraban ahí.
-No les habrá pasado nada, no?- preguntó George no muy seguro.
-Chicos, tenemos que ir ya, recordáis que Harry se encuentra ahí? Ya me quedaré yo esperando.- dijo Tonks haciendo que todos fueran al gran comedor.
Cuando entraron, se encontraban en medio de una batalla. Snape contra Mcgonagall cara a cara.
-Díez galeones a que gana Mcgonagall.- susurró Fred a George quién rodó los ojos.
-En serio?- preguntó Oliver sin creerse que fuera tan inoportuno.
Como había supuesto el pelirrojo, Minerva hizo que Snape tuviera que desvanecerse escapándo del castillo y dejándo a la profesora a cargo.
Todos los alumnos que habían ahí no sabían que hacer, nadie decía nada hasta que se escuchó la voz terrorífica de Voldemort, asustando a todos diciéndoles que le entregaran a Harry, que todo el dolor y sufrimiento, todos los destrozos y posible guerra acabaría con el destino del azabache. Morir.
-A que estamos esperando? Que alguien lo atrape! Que no escape!- gritó Pansy Parkinson teniendo el apoyo de varios alumnos.
Ginny al igual que toda la orden del Fénix se colocó delante del azabache en forma de protección negándose a entregar a Harry.
McGonagall miró a la alumna para después mirar a Flich quién esperaba órdenes de la profesora.
-Todos los alumnos de la casa Slytherin a su sala común, a las mazmorras ahora mismo.- dijo a lo que todas las demás casas empezaron a aplaudir.
Oliver miraba las chicas y chicos que iban pasando pero no veía a Lydia por ninguna parte. Donde se había metido?
Lydia por otra parte, seguía a Tonks subiendo las escaleras sin parar. La chica no había pronunciado palabra desde la muerte de sus padres, sin embargo quería ayudar a sus amigos, la única familia que le quedaba.
-Bien, en algún momento deberán venir Remus y los gemelos... espero que se den prisa.- le dijo con una sonrisa tranquilizadora.
Por otro lado, McGonagall miró la preocupación de Oliver y se acercó a él.
-Señor Wood...- dijo a lo que Oliver la miró y intentó esbozar una sonrisa.
-Por casualidad habrá visto a Lydia?- preguntó algo desesperado a lo que la profesora negó sin embargo estaba contenta por él.
-Me alegro por vosotros, siempre supe que acabarían juntos, ahora vaya a buscarla antes de que sea tarde.- le dijo haciendo que el chico asintiera y fuera en busca de ella. Necesitaba encontrarla.
Cunado Fleur le dijo que estaba arriba con Tonks, un sentimiento de emoción y esperanza surgió en él así que empezó a subir pisos arriba esperando dar con ella finalmente.
La chica no tenía con quién estar pues Tonks se había ido a buscar a Remus así que decidió buscar a sus mejores amigos.
-Estás bien Freddie?- preguntó George mirando al cielo.
- Si...- dijo Fred también mirando al cielo.
George miró a su gemelo y le golpeó suavemente el brazo con su codo.
-Yo también.- finalizó este intentando sonreír.
Lydia tenía más ganas de llorar y iba a decirles algo pero vio algo demasiado sospechoso, algo que despertó su curiosidad y lo siguió bajando las escaleras con cuidado de no ser vista.
El platinado, junto otros compañeros, entró a la sala de los menesteres, y Lydia solo se preguntaba que estaría haciendo allí dentro, además de que no entendía por que estaba en Hogwarts...
-Porqué no dijiste nada?- preguntó la voz de Harry enfrentándose a él.- Bellatrix, tu sabías que era yo y no dijiste nada...- siguió insistiendo.
Lydia estaba escondida detrás de el montón de objetos y muebles que habían ahí y escuchaba la conversación atenta.
-Chicos! Donde está Lydia?- preguntó Oliver cansado mientras miraba a los gemelos quiénes se miraron entre sí.
-No lo sabemos, ya debería de haber venido...- respondió George algo preocupado.- Oliver...
El chico se sentó en el suelo pues ya no sabía que más podía hacer. Por que las cosas tenían que ser tan complicadas? Por que no podía encontrar a Lydia? No era justo.
-Quédate aquí, así tenemos más refuerzos, a lo mejor aparece ahora...- sugirió Fred mientras se agachaba hasta quedar a su altura.- Ella es fuerte, seguro que está bien.
-Si, lo se.- dijo Oliver cerrando los ojos y pensando en que estaría haciendo la chica. Esperaba que se encontrara bien, necesitaba saber que estaba a salvo.
Donde estás Lydia?